Día 17. Ceremonia de cama

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Qyle Martell, príncipe de Dorne sostenía en una de sus manos una copa de vino dorniense mientras miraba como el príncipe, futuro rey regente caminaba nervioso de lado a lado en una de las terrazas que habían acondicionado para su visita a la capital.

Tomó un racimo de uvas para disfrutar mejor del pequeño espectáculo que el príncipe heredero estaba dando, nunca lo había visto de esa manera, desde que lo conoció, había visto a un estoico omega, mesurado, que pocas cosas podrían perturbar de tal forma; pero ahora tenía a un omega que caminaba con paso estresado, sin rumbo y manoteando al aire, a Qyle le recordaba cuando las cocineras cortaban la cabeza de una gallina para preparar alguno de sus platillos, en ese momento, el perfecto príncipe Jacaerys Velaryon, parecía una gallina sin cabeza.

- No sé por qué estás tan preocupado, sinceramente no lo entiendo, cuando conocí al príncipe Aemond me pareció que era sincero en sus sentimientos. - Qyle era sincero, el príncipe Aemond parecía un correcto Alpha que adoraba a Jacaerys.

- No estoy dudando de Aemond, es solo que, estoy demasiado preocupado por la ceremonia. - Jacaerys se había detenido de su andar para contestarle a Qyle.

- ¿Qué parte de la ceremonia es la que te preocupa?

- Todo... Bueno, tengo que aprender de memoria los votos que debo recitar ante el Septo para la ceremonia bajo la fe de los siete, además de aprender a hacer todo eso que hacen con el lazo y demás.

­- Mmmm... ya veo, ¿solo eso?

- Luego la ceremonia valyria, más sermones por aprender en alto valyrio y yo nunca he sido muy bueno con eso; además está el ritual de cortar sus labios con una daga, ¿y si lo lastimo? La reina Alicent también está presionando de sobremanera con otras cosas como el banquete, nuestros trajes ceremoniales, el hecho de que muchos grandes lores aceptaron venir, incluso Cregan aceptó venir y que el Señor del Norte venga es en sí ya un gran acontecimiento, dime, ¿Dónde meteremos a tantas personas? Mi abuelo Corlys insiste en tener un festejo de dos semanas y organizar un torneo gigantesco y las preparaciones de eso absorben demasiado tiempo además de que es excesivamente caro, las arcas de la corona lo resentirán y Lord Beesbury seguramente tendrá que hacer algunos ajustes en nuestros libros.

Qyle arqueó la ceja cuando Jace terminó de decir todo aquello.

- ¿Seguro que no hay nada más?

- ¿Qué más podría haber?

Qyle negó con la cabeza antes de responder a Jacaerys.

- Querido Jace, no te creo absolutamente nada de lo que dices. - el ceño del príncipe heredero se arrugó y antes de que pudiera refutar, Qyle añadió:

- Tiene relativamente poco que Dorne y los seis reinos comenzaron a establecer relaciones diplomáticas, siendo tú principalmente quien hizo eso, y según recuerdo, tus conocimientos acerca de nuestra cultura y religión, la madre Rhoynar y lo que nos hace orgullosos hijos del desierto, son incluso mejores que los míos, así que comprenderás que no creo ni por un momento que no hayas aprendido ya tus votos ceremoniales, tanto los de la fe de los siete como los de las catorce llamas.

Jace intentó alegar, pero Qyle solo levantó el dedo índice para indicar que continuaría hablando.

- Tu abuelo Corlys está dispuesto a vender la mitad de su flota para tener la boda más fastuosa, no es que eso sea necesario, pero Jace, entiende que un Velaryon ascenderá al trono de hierro, así que tu abuelo correrá con los gastos más fuertes para que la corona no vacíe sus arcas, en cuanto a Aemond, yo esperaría que los Hightower aporten algo, no todos los días uno de sus miembros será el príncipe o rey consorte, en cuanto a la reina Alicent, deberías dejar que el príncipe Daemon se encargue de mandarla a la mierda con todos sus caprichos, seguramente estará feliz de decirle que NO a todas las peticiones de la reina.

Jacemond Fest 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora