Cuando volvían en aquel auto Jungkook repentinamente recibió una llamada. Al ver que frenó de repente y cambió de dirección Tn asumió que había recibido malas noticias.
Pov TN:Pasados unos 8 minutos llegamos a alguna especie de muelle al lado del mar.
Él no me dijo que bajace del coche pero aún así lo seguí sin que se diera cuenta. Pues tenía un pesar en mi pecho.
El sr Jeon se adentró al muelle y frente a uno de esos contenedores lo esperaban unos hombres.
El aire salado del mar se mezclaba con el olor a óxido y aceite que impregnaba el muelle.Era tarde, pero las sombras de los contenedores apilados no ofrecían refugio para quien se atreviera a desafiar la oscuridad. Yo estaba allí, escondida detrás de uno de esos gigantes de metal, escuchando el crujir de las olas contra los pilares del muelle. El contenedor frente a mí, apenas a unos metros, era diferente. No por su apariencia, sino por lo que contenía.
Sabía que algo terrible estaba a punto de ocurrir, y aún así no podía moverme.
Dentro del contenedor, el sonido de un grillete arrastrándose contra el metal resonó en el silencio. Podía escuchar las respiraciones agitadas de las mujeres atrapadas allí dentro, mezcladas con el inconfundible sonido de pasos. El señor Jeon estaba cerca, y cada paso que daba retumbaba en mi pecho como si fuera un latido.
—¿Pensaron que podían jugar conmigo? -su voz resonó con una frialdad que me heló la sangre. Su tono no dejaba lugar a dudas de quién tenía el control. Me incliné un poco más cerca, apoyando la oreja contra el metal frío del contenedor.
—No hay lugar en este mundo para traidores.- Su voz era baja, pero clara. A través del silencio, escuché el clic metálico de un arma siendo cargada. Sentí que mi estómago se revolvía; todo mi instinto me gritaba que corriera, pero mis piernas no respondían. Este era el tipo de hombre que me había secuestrado.
Una de las mujeres empezó a suplicar, su voz entrecortada por el miedo. El sonido me hizo temblar, pero él no mostró piedad. —Silencio.-
Escuché el primer disparo y cerré los ojos con fuerza, esperando que la sensación de vacío que había sentido antes me envolviera de nuevo. Pero esta vez, no fue así. Algo dentro de mí se rompió, como si el sonido de ese disparo hubiera alcanzado algo profundo en mi interior. Sentí una ola de dolor y desesperación, algo que no había sentido antes, ni siquiera cuando vi cómo mataban a ese hombre.*
Me pregunté por qué. ¿Por qué estas mujeres me afectaban tanto? Y entonces lo comprendí. Vi en ellas lo que yo misma podría ser. No solo prisioneras, sino mujeres atrapadas, destruidas por alguien que creía que nuestras vidas no valían nada. Era como mirarme en un espejo oscuro y roto. Y fue en ese momento cuando lo supe con certeza: odio a los hombres. Los odio por lo que me han hecho, por lo que les han hecho a ellas. Y si alguna vez salgo de aquí, haré que lo paguen.
El segundo disparo no se hizo esperar. Esta vez, fue seguido por un grito ahogado y luego... silencio. Ni un solo ruido salió del contenedor. Incluso el sonido del mar parecía distante. Quería moverme, correr hacia el contenedor y abrirlo, pero sabía que eso sería mi final.
Finalmente, escuché pasos alejándose, acompañados por el chasquido de un encendedor y el suave exhalar de humo. El sr Jeon estaba satisfecho, seguro de su victoria. No me moví hasta que el sonido de sus pasos se desvaneció por completo en la distancia. Solo entonces, con las piernas temblando, me deslicé lejos del contenedor. No necesitaba ver el interior para saber lo que había dejado atrás. Y me juré a mí misma que nunca, nunca más, trataria de confiar en ese hombre.
Pov narrador:
—No quiero volver ahí. No voy a volver a esa jaula de cuatro paredes. Necesito pedir ayuda. - se decía a sí misma entre llantos y sollozos. -
Era tarde en la noche y se encontraba caminando sola sin rumbo alguno.
Pero a la distancia vió a unas personas sentadas en el banco de un parque mientras fumaban.
Rápidamente se acercó y de inmediato exaltó — Señores ayúdenme por favor, necesito ayuda. -
Al ver la cara de confusión de la pareja ella recordó un detalle importante. Era una extranjera que no sabía ni lo más básico en hangul. Lo que si notaron era la desesperación de ella. Tratando de hacer señas ella dijo — U-un hombre me secuestró y necesito ayuda para volver a casa. -
De repente el sonido del motor de un auto a alta velocidad comenzó a sonar. Rápido iba a comenzar a correr pero antes de lo que puso reaccionar ya estaba siendo sometida por Jungkook. El la agarró del cuello y delante de ella mató a las dos personas con una bala en la cabeza.
— Te dije que no intentaras hacer algo estúpido. Cada persona a la que te acerques terminará muriendo. Pero si te conviertes en una molestia no dudaré en meterte plomo en la cabeza. - el amenazó de manera muy fría apuntandole con el arma.
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Secuestrada. -Jk-
FanfictionTN es secuestrada por Jk, uno de los más despiadados mafiosos. Al principio querrá hacer lo imposible para escapar de él, pero... ¿Seguirá siendo así cuando descubra la verdad?