Advertencias

327 11 3
                                    

Pov narrador:

Sus ojos se abrían lentamente mientras trataban de adaptarse a la  luz que estaba sobre su cabeza. 

La poca claridad que había en aquella habitación la asustaba un poco, pues le causaba ansiedad la oscuridad.

Rápidamente recordó que alguien la había atrapado antes. Al hacer esto se paró casi de golpe, puso sus manos sobre su cabeza y sacó un leve gemido de dolor cuando sintió que esta iba a explotar causándole un poco de mareo, por lo que tuvo que sentarse para calmarse un poco.

En sus ojos se podía ver claramente que estaba aterrada, solo de pensar lo que podría pasarle le aterraba. Comenzó a temblar mientras un nudo se formaba en su garganta, no quería estar allí, quería estar tranquilamente en casa, su zona de confort.

De manera rápida ignoró el dolor que sentía y puso prioridad a salir de aquel lugar en el que estaba. Todo era obscuro así que no podía  ver mucho. Antes de que pudiera pasar cualquier cosa la puerta se abrió y las luces se encendieron revelando la entrada de alguien a la habitación.

Su corazón se aceleró tanto  que pensó que en cualquier momento se saldría de su pecho. 

Lo único que pudo hacer fue ponerse de pie como pudo, pues sus piernas temblaban al igual que sus manos, a pesar de que hizo esto no era capaz de mirar a quien ya estaba frente a ella, a solo unos dos metros y medio de distancia. 

Sus ojos siempre se mantuvieron cabizbajos ante su presencia.

Jk: —(Entonces este es el paquete)- Susurraba el mayor con una sonrisa victoriosa en su cara. Este comenzó ha acercarse  a la chica, sus pasos eran un poco lentos pero a pesar de ello eran pesados y daba esa sensación de seguridad y firmeza. El veía la manera en la que la chica se encontraba. Asustada, tan indefensa y vulnerable; el hecho de que temblará como un pollito mojado era algo que  le hacía sentir extremadamente excitado al verla de tal forma.  

Ya estando más o menos cerca se sentó en un sillón que había frente a ella.

Las piernas de la pobre chica no se mantenían tranquilas, tanto que sentía que en cualquier momento iba a desplomarse. Allí solo se hizo presente un breve silencio hasta que...

Jeon: —Siéntate.- *Mandó con un gesto sombrío.*

De manera inmediata esta acató la orden del mayor y se sentó nuevamente en la cama.

Jeon:— Mi nombre es Jeon Jungkook y desde ahora vivirás en mi mansión. Seré breve diciendo todo lo que debes saber. Eres lo suficientemente mayor como para entender y ser obediente.
En primer lugar no tendrás contacto alguno con tu familia.

 A menos que yo piense lo contrario tu opinión es irrelevante ante mis acciones. 

Harás todo lo que te ordene.

 Si te niegas a hacer lo que te pida serás severamente castigada.

No tienes permitido estar con otros hombres a menos que te lo permita.

 No puedes salir de casa sin mi consentimiento.

 A partir de ahora soy quien queda a cargo de ti así que yo decido totalmente que hacer contigo en cualquier circunstancia. 

Mientras yo respire serás de mi propiedad y solo mía. 

Y por último...-

Jungkook se inclinó hacia la chica, sus ojos brillando con una mezcla de frialdad y diversión. Con una voz suave pero cargada de amenaza, le susurra:

Puedes intentar escapar si quieres, pero cada vez que lo hagas, yo te encontraré y haré de tu vids un calvario. No te olvides de que siempre estoy un paso adelante, y en mi juego, solo yo dicto las reglas.

 No te olvides de que siempre estoy un paso adelante, y en mi juego, solo yo dicto las reglas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(

Secuestrada. -Jk-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora