Una gran escena

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Una vez Tn, pudo estar lo suficientemente estable Jk se marchó después de recibir una llamada. Pero antes le dejó saber a la chica que este volvería pronto. Cosa a la que ella le prestó atención omisa, pues desde hace tiempo no respondía a lo que él decía.

Viendo cómo era ignorado se dió media vuelta y se fue de allí sin más.

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Muy tarde, aquella misma noche en medio de la penumbra, TN yacía en la cama, sintiendo el dolor punzante en su abdomen, por la herida de bala que aún no terminaba de doler.

Sus ojos pesados y su mente nublada por el malestar físico no le permitían concentrarse del todo, pero el ruido que provenía de las afueras de la casa la mantenía alerta, aunque con pocas fuerzas para reaccionar.

De repente, el estruendo de una puerta siendo derribada retumbó por toda la casa. Un grupo de hombres irrumpió, armados, buscando a TN, sabiendo que ella era la clave para poder deshacerse de ella. Pero TN apenas podía moverse, luchando por incorporarse cuando uno de ellos llegó a la habitación, el arma en mano y una mirada fría en los ojos.

-Aquí estás, princesa -dijo el hombre con una sonrisa torcida.

Justo en ese momento, Jungkook irrumpió en la habitación, disparando sin dudar para eliminar a los intrusos. En cuestión de segundos, el hombre que estaba frente a TN cayó al suelo, y su captor se acercó rápidamente, sus manos firmes, pero con una preocupación oscura en los ojos.

-¿Estás bien? -preguntó, como si de verdad le importara.

TN, aún jadeante y aturdida, lo miró con una furia contenida. El dolor de la herida era insignificante comparado con lo que sentía por dentro. Sabía por qué la había mantenido con vida, no por preocupación, sino porque ella era su moneda de cambio.

Cada vez que la miraba, solo veía en ella un objeto, un señuelo para atraer a sus enemigos.

-Aléjate de mí -murmuró, con la voz rota, mientras intentaba apartarse de él.

-Estás herida. Déjame ayudarte -insistió él, acercándose más, pero ella lo rechazó con más fuerza, su respiración acelerándose.

-¿Ayudarme? -TN dejó escapar una risa amarga, llena de ironía-. —Todo lo que has hecho es usarme, ¿y ahora vienes a rescatarme como si te importara? ¡No soy un juguete que puedas desechar cuando te convenga!-

Él la observó, sorprendido por su resistencia, pero no hizo ningún movimiento para detenerla. TN, a pesar de su debilidad, se levantó como pudo, sujetándose el abdomen.

-Tú no me vas a salvar. Eres mi perdición. -dijo, con su voz cargada de rabia y dolor-. Prefiero morir antes que permitir que me deseches cuando te dé la gana.

El ataque continuaba fuera de la habitación, pero en ese momento, entre los dos, el verdadero enfrentamiento ya había comenzado.

El silencio entre ellos era tenso, cargado de todo lo que tn había guardado dentro durante mucho tiempo.

Él la miraba intentando procesar sus palabras mientras los ruidos de los disparos y los gritos se intensificaron en la distancia.

Tn tambaleada sintiendo que sus piernas apenas  la sostenían, pero su voluntad de no ceder era más fuerte que el dolor.

—no tienes elección.- le espetó él con la voz en un tono bajo pero firme. Claramente bajo presión
—tienes que venir conmigo.

Tn Lo miró con desprecio respirando con dificultad su herida no mejoraba y sabía que no podía hacer mucho por sí sola, pero la idea de escapar con él y correr el riesgo de algún día llegar a ser basura humana la repugnaba

—¿por qué?-  exigió su voz cargada de amargura
— ¡No importa, no me importan tus problemas, no soy tu escudo!

Él se acercó rápidamente con una mezcla de furia y desesperación en su rostro.  La situación estaba empeorando, pues podía escuchar los pasos acercándose. Ya no quedaban de sus hombres vivos, solo él y los hombres que venían a matarlos.

— ¡No tienes idea de lo que está pasando!- le gritó tomando sus hombros con firmeza tratando de mantener la calma aunque su Temple comenzaba a resquebrajarse. — si nos quedamos aquí te matarán, entiendes? y no pienso dejar que eso pase.-

Tn lo empujó con la poca fuerza que le quedaba. Sus ojos ardiendo con la ira eran de alguien que ya no tenía nada más que perder.

—No voy a dejar que eso pase, y no finjas que te importa. -  su voz era cortante, las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos . —prefiero morir aquí que seguir siendo tu presa, tu maldita herramienta que al final vas a matar como a un animal sin valor. -

El sonido de una puerta siendo forzada causó que él apretara la mandíbula sabiendo que el tiempo se agotaba.

Sin pensarlo dos veces la levantó del suelo con un movimiento rápido. Causando que tn gritara de dolor por la herida en el abdomen.

—déjame. -gritó forcejeando con sus brazos, pero él no cedió.

—Cállate. Eres tan molesta, no puedo quedarme aquí a discutir contigo nos van a matar.

los pasos se acercaban más. El eco de botas pesadas resonando en el pasillo. Su sudor caía por la frente de Jk mientras la sujetaba con fuerza y comenzaba a moverse hacia la salida secreta que había en el vestidor de la chica. 

Siguió cargándola a pesar de sus protestas, temiendo que no pudieran llegar a tiempo.

Tn agotada y enojada finalmente dejó de luchar, pues su cuerpo estaba cediendo al dolor y a la frustración.

Pero sus palabras seguían siendo veneno. — si salimos de esta quiero que sepas algo.-
dijo su voz más suave pero llena de determinación— No seré más alguien desechable. -

él no respondió pero la expresión en su rostro cambió. Estaba atrapado entre la urgencia de sobrevivir y la certeza de que tn nunca volvería a ser la misma.

Justo cuando llegaron al otro lado un grupo de hombres desde atrás aparecieron al principio del pasillo abriendo fuego sin dudar con un gruñido él terminó de esquivar los disparos y llegó hasta su auto los disparos resonaban a su alrededor, Pero lo único que tn podía sentir era el peso de lo que acababa de definir la ruptura definitiva entre su tortuosa relación.

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Secuestrada. -Jk-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora