Secuestrada. -Jk-

¿Quien es la visita?

TN despertó con un sobresalto, sus ojos estaban recorriendo el nuevo entorno.

La cama en la que se encontraba era enorme, con sábanas de seda que apenas sentía en la piel. A su alrededor, todo era lujo: cortinas gruesas, muebles antiguos, y una ventana abierta que dejaba entrar la luz del sol.

Nada en esa mansión se parecía al lugar donde había estado antes. Y por su puesto no era solo el espacio físico el que había cambiado. Ella también lo había hecho.

Se levantó con cuidado, notando una ligera molestia en su herida, pero la ignoró. Caminó por los pasillos amplios, admirando el arte en las paredes y el silencio que envolvía la casa. TN no era la misma mujer temerosa de antes; algo en ella había cambiado, una fuerza nueva surgía en su interior, dándole un aura de seguridad.

Al girar una esquina, se topó de frente con Jungkook. Su mirada intensa la abrazó, y al instante notó que algo era diferente.

—¿Qué haces vagando por mi casa? —preguntó, su tono frío pero curioso.

TN lo enfrentó, con una mirada igual de firme.

—No necesito tu permiso para caminar —respondió, con una voz que destilaba una confianza que jamás había mostrado antes.

Jungkook entrecerró los ojos, dando un paso hacia ella. La tensión entre ellos era palpable, el cambio en TN lo desconcertaba, y eso lo irritaba.

—Te has vuelto muy valiente de repente —soltó con ironía.

—Ya sabes que los papeles han cambiado.  —contestó ella, dando un paso hacia él, negándose a retroceder.

La sutil discusión fue escalando, sus palabras afiladas eran como dagas. TN no cedía terreno, cada respuesta de ella era más firme que la anterior.

Ella comenzó a caminar intentando alejarse de él y este la perseguía.

Sus pasos los llevaron inconscientemente hasta la alberca. Allí, sobre una silla abierta, Jajeong, la hermana de Jungkook, estaba tomando el sol, con un bikini bastante elegante. Levantó la cabeza al escuchar las voces y les dedicó una sonrisa neutral, como si nada.

TN la miró brevemente, recordando las  ultimas palabras de Jajeong en secreto— Empodérate, deja de ser su prisionera. Conviértete en su igual, en su mujer.- Y aunque en ese momento esas palabras le parecieron absurdas, ahora resonaban dentro de ella con una nueva claridad.

—¿Quién es la visita? —preguntó Jajeong, su voz gélida, como si estuviera hablando de un extraño.

Ella  fingió desinterés, bajándose las gafas de sol para mirar a su hermano.

—Nadie que te interese, hermana. —respondió Jungkook con una sonrisa burlona.

Pero en el aire quedaba una sensación de tensión no resuelta.

—Jajeong, ¿Por qué estás aquí?-

— Me peleé con Yoongi así que estaré unos días. Uh, tu visita es una chica muy linda. Occidental eh?  Tienes gustos muy buenos. -

— Desde ahora te digo que no te entró metas en mis asuntos.

— No te preocupes, no me interesa. Ya tengo suficientementes problemas en casa. -

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