El tiempo que nos espera

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En algún momento de esta inesperada vida, tn se había resignado a aceptar a jk. Con el tiempo la resignación se volvió comprensión, esta comprensión se volvió amor y antes de que se diera cuenta habían pasado a ser amantes para toda la vida.

Ahora tn se encontraba sentada en el sofá de la amplia sala, observando a Jungkook desde la distancia. Él estaba de pie junto a la ventana, su mirada perdida en algún punto más allá del cristal, ajeno a su presencia.

Los años junto a él habían sido intensos, llenos de altibajos, y aunque habían sobrevivido a todo, algo en él había cambiado y esto se notó más recientemente. Se notaba en su mirada, en el modo en que evitaba contacto visual, en la manera en que sus manos, antes siempre enredadas en las de ella, ahora parecían ocupar otros espacios.

-¿Jungkook? -TN rompió el silencio, su voz era suave pero cargada de incertidumbre.

Jungkook tardó unos segundos en responder. Se giró lentamente, con una expresión sombría. Parecía cansado, como si estuviera librando una batalla interna que aún no había compartido.

-¿Qué pasa contigo? -preguntó ella-. Hace semanas que estás distante... ¿es algo que hice?-

Él suspiró y se frotó la nuca, claramente incómodo. Se acercó al sofá, pero se mantuvo de pie frente a ella, con los brazos cruzados.

-No es por ti, TN. No es nada que hayas hecho -dijo, con una seriedad que a ella le dolió-. Es solo que... vi a mi hermana y a sus hijos después de tanto tiempo. Fue más duro de lo que pensé. Me removió cosas que creía haber enterrado. Me di cuenta de lo lejos que estoy de ellos, de lo mucho que he perdido en todos estos años.

Ella lo miró fijamente, intentando procesar sus palabras. Siempre había sido consciente de las heridas de Jungkook, pero esta parecía ser una más profunda, una que ni siquiera ella había podido alcanzar en todos estos años.

-Pensé que estábamos bien, que habíamos superado todo juntos -murmuró TN, intentando ocultar la inseguridad en su voz.

Jungkook se arrodilló frente a ella, tomando sus manos con una suavidad que hacía mucho no mostraba.

-Lo estamos. Pero esta distancia... es algo que necesito superar por mí mismo. No tiene nada que ver con nosotros.

Ella sonrió levemente intentando no demostrar la tristeza que había en sus ojos.


///.




La noche era oscura y las luces de la ciudad pasaban como destellos borrosos mientras el auto avanzaba por las calles vacías.

TN miraba a Jungkook desde el asiento del copiloto, aún inmersa en la conversación que habían tenido horas antes. Sabía que algo en él había cambiado, pero al menos, después de tanto, lo había compartido.

-Deberíamos hablar más sobre lo que sientes -sugirió TN, rompiendo el silencio en el auto-.

-No quiero que esto te coma por dentro. Sé lo sensible que eres así que no quiero preocuparte sin verlo necesario.

- Sabes que te amo y quiero lo mejor para tí, ¡no sé porqué no puedes contarme tus cosas!-

Jungkook no respondió de inmediato, sus ojos permanecían fijos en el camino. Justo cuando iba a decir algo, el sonido de disparos estalló en el aire.

El auto se sacudió violentamente y Jungkook perdió el control por un segundo, mientras TN se aferraba al asiento, con el corazón latiendo ferozmente.

-¡Jungkook! -gritó TN.

Él reaccionó de inmediato, tratando de mantener el control del vehículo, pero el impacto de las balas lo sacó de la carretera. El auto giró antes de chocar contra un poste. Tn sintió el golpe, pero la adrenalina la mantuvo alerta. Miró a su lado y vio a Jungkook inclinado sobre el volante, con un hilo de sangre corriendo por su frente.

-¡No, no, no! -susurró, sus manos temblorosas buscando su pulso.

Jungkook abrió los ojos débilmente, intentando sonreír.

-Estoy bien... -murmuró antes de toser, escupiendo sangre-
- N-no estás bien. - ella desabrochó su cinturón y salió del auto por la puerta visiblemente rota. Al salir pudo confirmar que se encontraban solos en medio de la nada.

Rápido volvió en sí y rodeó el carro como pudo, pues un fuerte mareo azotó su cuerpo en cuanto se puso de pie. Al ver el asiento del conductor desde afuera se apresuró a intentar abrir la puerta, pues a pesar de varios intentos fallidos terminó logrando abrir la puerta. De inmediato ella tomó al hombre ayudándole a bajar del auto. - TN.. estás b..-

TN vio cómo la oscuridad los rodeaba, pero lo que realmente le afectó fue el hecho de que cerca del pecho había una herida abierta de un disparo. - Jk, te dispararon!- de manera incontrolable ella comenzó a llorar pues tenía miedo de que pasara lo peor.

Secuestrada. -Jk-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora