Secuestrada. -Jk-

Llamar su atención

Cuatro semanas después de haber estado encerrada en aquella casa. El tiempo sola se había vuelto más que una costumbre.

Pero una duda rondaba en su mente— ¿Cómo hago para manipular a un manipulador?- y siguió — Si lo desafío muero, pero si me hago más cercana a él y quizás me vuelvo empalagoza pretendiendo ser débil entonces... Si. Puedo hacer que funcione. -

Dispuesta a llamar la atención de Jk ella comenzó a moverse por toda la casa, tirando cosas y haciendo desorden. Aún pasaban las horas y sus acciones no causaban reacciones. Así que decidió ir un paso más allá.

Fue hasta el baño y se desnudó hasta quedar en bragas, para salir de este se puso una bata y luego de dar un suspiro se puso enfrente de la cámara de la habitación.

Simulando una expresión pícara comenzó a quitar su lenceria sensualmente aún con su bata puesta y al quitar los lazos que sostenían la tela que llevaba puesta dejó caer la misma, causando que su cuerpo quedara al desnudo.

Pov Jk:

Luego de pasar por el portón noté a los guardaespaldas bastante concentrados viendo algo en sus teléfonos. Les había dado la orden de monitorear a Tn en todo momento así que supuso que estarían viendo alguna de sus tonterías, justo hace unos minutos vi como ponia las casas patas arriba.

Al acercarme y ver está escena de ella bajando sus bragas les quité los teléfonos y pregunté — Desde cuándo ella hace estás cosas?

—S-señor Jeon.

— Está es la primera vez señor. -

— Aishhh bastardos- les amagué y dió una orden. — No se atrevan a curoseear nuevamente por las camaras. Imbeciles. -

Rápidamente entré y subí las escaleras hasta el dormitorio mirándola con detenimiento.

— ¡Oye acaso estás loca!?-

—De hecho si. - me acerqué a ella y la tomé del cuello-

— No trates de hacer que te mate. -dije enojado.

— Lo siento Sr Jeon. Pero no puedo soportarlo mas. Necesito tenerlo dentro de mí. -

— Qué es lo que dices?- si hace poco me rogaba para que me detuviese.

Ella se sentó sobre la cama y teniendo me enfrente trató de enloquecer me.

//

El silencio en la habitación era denso, cargado de una tensión palpable. Ella estaba sentada en el borde de la cama, las manos temblorosas en su regazo, fingiendo vulnerabilidad.

Jungkook, de pie frente a ella, la observaba con una mezcla de cautela y poder. Había una chispa en sus ojos, una mezcla de deseo y control que ella percibió al instante.

—¿Qué estás pensando? preguntó él, su voz suavemente gruesa, pero llena de peligro.

Ella levantó la mirada, y una lágrima falsa rodó por su mejilla. —Estoy pensando… en cómo salir de aquí,dijo en un susurro, dejando que su voz quebrara en el momento justo.

Él sonrió, confiado, creyendo que tenía el control. —No hay escapatoria, y lo sabes. Pero podrías hacer que tu estancia sea más... placentera.

Ella dejó que su respiración se acelerara levemente, lo suficiente para que él lo notara. —¿Placentera?- repitió, dejando que la palabra se colgara en el aire entre ellos. Lentamente, como si fuera algo casi involuntario, su mano se deslizó hacia él, rozando la tela de sus pantalones, hasta llegar a la cremallera.

Él no la detuvo, sus ojos fijos en los de ella, evaluando sus intenciones. —No juegues conmigo. - advirtió, pero su voz traicionaba un atisbo de anticipación.

Ella sonrió débilmente, pero en sus ojos había una frialdad calculada que él no alcanzaba a ver. —No estoy jugando.- dijo, con su voz ahora más firme, sus dedos trabajando despacio en la cremallera. El sonido metálico del deslizador resonó en la habitación.

Él contuvo el aliento, su cuerpo reaccionando de manera automática a su toque. Ella lo sabía, lo había previsto. Cada gesto, cada mirada, estaba cuidadosamente calculado. Se inclinó hacia él, sus labios apenas rozando los de él, lo suficiente para encender el deseo. —Déjame mostrarte- murmuró contra su boca, —que puedo hacer que te sientas bien.-

Mientras hablaba, sus manos se movieron más abajo, tocándolo de una manera que él no esperaba, con una mezcla de firmeza y delicadeza que lo hizo exhalar de sorpresa. Su reacción fue todo lo que ella necesitaba. Mientras él estaba perdido en la sensación, ella estudió su rostro, buscando el momento exacto en que él se desconectara de la realidad, dejándose llevar por sus instintos.

El sacó sus manos de allí y le dijo — Tn, cierra tus ojos. Yo te enseñaré como se siente una verdadera follada. -

En ese momento tn se percató con desdén de que la oportunidad de tomar el control, la había perdido.