Camp For Lovers (Lovertation)

Capítulo 19

(Regina POV⸆⸉)

El plan que armamos no es la gran cosa.

Brenda y yo vamos a meter a Lana por la ventana al ser la más chiquita, mientras Nova vigila el perímetro y cuando Lana tenga el pastel en las manos, se lo dará a Sauer por la ventana trasera.

En medio de la noche.

—Vamos chicas —Brenda susurra— Nova quédate aquí para vigilar.

—Si jefa.

Siento un olor a cigarro, ¿Cómo? No dejan traer cigarros, ¿Será el director?

—Oigan ¿por qué huele a cigarro?

—¡Hola chicas! ¿Quieren uno?

¡Maddie por Dios! ¿Algún día dejaras de fumar?

Las chicas comparten una mirada preocupadas.

—No se preocupen, no diré nada de su atracó —Nos guiña el ojo como si nada.

—Continuemos.

Brenda nos guía hasta la venta que no tiene seguro.

—Bien Lana, súbete arriba de Regina.

—¿Qué?

—Si wey, te pones de mochila arriba de Regina y yo te empujó las patas.

Brenda me da la vuelta hacia la pared, siento sus brazos en mi cuello y sus piernas en mi cintura, huele a flores, ese es el olor de Lana.

—¡Wey pero suéltate de su cintura! ¿Cómo mierda te voy a empujar así?

Lana suelta su agarre de mi cintura y Brenda la empuja de los pies hasta que entra por la ventana.

Se escucha un golpe y un quejido ¿Qué le paso a esa niña?

—Estoy bien.

Pasan los segundos y se escuchan ruidos en la cocina.

—Vamos al otro lado.

Caminamos hasta tomarnos con Sauer de puntas intentando alcanzar el pastel que Lana le está intentando pasar.

Me coloco enfrente de Sauer y alcanzo el pastel con facilidad.

—Perfecto, ¡ahora regrésate Lana!

—No puedo.

Ay, no puede ser Lana.

—¿Cómo que no puedes tarada? —Veo el horror en la cara de Brenda.

—No se por donde salir, me duele el pie.

—Sal por las ventas de los costados.

—Tienen seguro de llave.

No puedo quedarme aquí mientras Lana y Brenda están hablando de como salir de ahí.

—Brenda ayúdame a subir por la ventana.

—¿Qué? ¿Vas a rescatar a Lana?

—Si.

Me subí en las palmas de Brenda para alcanzar la venta y caer de golpe en una mesa con cubiertos para al final dar con el suelo.

—¡Ahg que carajo!

—¡Regi! ¿Estás bien? ¿Te lastimaste? Yo también me caí sobre la mesa pero no me resbale de cara al suelo —Que rápido habla—, como tú.

—Estoy bien pero ¿cómo que no puedes salir de aquí?

—Alcanzar esa ventana no es muy difícil pero me duele el pie así que.

Ya entiendo todo.

—Bueno, no-