C26: Vulnerabilidad.

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—¡Dímelo una vez más! —pide Minju llevando sus manos a su estomago sin parar de reír.

—¡Déjame en paz!—le grito lanzándole una mirada fulminante.

—Vamos, Yebin...—suplica tratando de parar su ataque de risa.

—¡Que Sunhee sólo estaba fingiendo! Ese pequeño demonio castaño que es malditamente adorable también es una manipuladora de lo peor. Fingió estar enferma sólo para que Sunghoon me llevara a su casa—me quejo y Minju vuelve a reír.

—¡Tiene seis años!

—¡Siete!—corrijo de inmediato y mi mejor amiga vuelve a reír.

—Sí, una nena de siete años es tu enemigo potencial—se burla.—No seas ridícula, Yebin. Lo que realmente me sorprende es el alcance que esa niña tiene y lo inteligente que es, un par de películas y se armó un plan que de no haber sido por la madre de Jake hubiese salido a la perfección.—suspira—en un futuro podría ser una buena delincuente juvenil, sólo tiene que pulir ciertos detalles y podría ser una mejor estafadora que los mismísimos jinetes de esa película donde sale el cuerazo de Radcliffe—niego.

—¡Enfócate!—le lanzo una almohada.

—Cierto—ríe.—Además es obvio que si Sunghoon te besó es porque deseaba ese beso.—hace una pausa—y tú lo respondiste, así que es más que obvio que también lo deseabas—explica en medio de un suspiro tomando entre sus manos la almohada que le acabo de lanzar.

—¿Cómo van las cosas con Jake?—pregunto y sus ojos se instalan en los míos.

—Bien, supongo. No somos novios pero supongo que en eso estamos—responde encogiéndose de hombros.—La verdad es que no veo la hora de que venga a pedírmelo, le diría que sí a la primera palabra que salga de sus labios—me rio divertida y niego un poco.—¿Ya les dijiste a tus padres sobre Nueva York?—cuestiona en voz baja para cambiar de tema.

—Sí. Mamá lloró cuatro horas y papá fingió ahogarse con la limonada cuando se los dije pero finalmente lo hice—suspiro—Jungwon se mantuvo en silencio toda la cena y apenas terminó de cenar se fue a su habitación y no salió hasta el día siguiente—explico negando un poco.

—¿Piensas seguirle aplicando la ley del hielo por el resto de la vida?—pregunta con una sonrisa divertida.

—No. Sólo hasta que se case.—hago una pausa—el día de su boda estaré obligada a ir, así que ese día podré retirarle la ley del hielo. Además cuándo tenga hijos quiero poder malcriarlos libremente—Minju me lanza el cojín que se estampa de lleno en mi cara y me río bobamente.

—¡Estúpida!—se queja—Yebin...sé que esto es algo por lo que has luchado muchísimo, de verdad...he sido testigo de eso...pero la verdad es que cuando te vayas te voy a extrañar muchísimo—nuestros ojos se encuentran un segundo y le ofrezco una pequeña sonrisa.

—Oye, sólo es un año. Además podemos hablar por teléfono, video chat, mensajes de texto...emojis—ella ríe un poco y luego niega.

—¿Emojis?—cuestiona divertida.

—Sí. Emojis. Bastará un emoji para que yo sepa qué es lo que te pasa y entonces te llamaré—explico y ambas reímos.

—De verdad que voy a extrañar las estupideces que dices—se burla.

—¿Tengo que ofenderme o halagarme?—cuestiono en voz baja.

—Descúbrelo tú misma...

(...)

Una semana después...

Me siento derecha en mi butaca y compruebo la hora en la pantalla de mi teléfono mientras la voz del vocalista principal de The Rose estalla en mis oídos. Suelto un largo suspiro y me concentro en el pizarrón blanco que tengo frente a mi dándome cuenta que es bastante temprano aún.

TEN REASONS FOR NOT LOVING YOU || PARK SUNGHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora