C01: El número veintitrés.

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Yebin:

La Royal University of Excellence and Wisdom de Seúl es una de las universidades más prestigiosas del país, y no porque lo diga yo, en realidad eso es lo que dicen ellos en un enorme mural con letras doradas justo debajo de las cuatro siglas que nos representan: RUEW. Lo que ellos en realidad no dicen es que en ella hay un montón de chicas descerebradas que babean sobre si mismas cada vez que el equipo de fútbol americano repleto de chicos sudorosos pasa frente a ellas, enfundados en los pantaloncillos blancos que suelen usar para los partidos, ni que suelen soltar suspiros de enamoradas cuando se da el milagro de que el capitán de dicho equipo les lance una mirada.

De pie en un rincón me quedo observando como el comportamiento de la población femenina de la escuela se pone en trance apenas detectan que los futbolistas están desfilando en grupos frente a ellas, en su mayoría ignorándolas -como siempre- porque en "RUEW" existen los clichés, y ellos no se relacionan con otras chicas que no sean miembros del cuadro de animación, por lo tanto, para ellas el hecho de que alguno algún día se fije en ellas representa algo así como un sueño inalcanzable.

Todos son iguales. O por lo menos casi todos.

Park Sunghoon, no. Y es que el capitán del equipo se mantiene solo incluso cuándo muchas chicas se lanzan a sus brazos y suelen hacerla de alfombra humana para que él pase sobre ellas. Y siempre obtienen la misma respuesta. Él simplemente las ignora, lo que por consecuencia trae mucho más enamoramiento por parte de ellas.

¡Patéticas, si me lo preguntan!

—¡Yebin! —me giro sobre mis talones para encontrarme con la mirada genuina de Minju que llega hasta mí sosteniendo una bolsa de papel y un par de vasos térmicos. Los ojos de mi amiga se desvían de mí y se posan en las figuras uniformadas que siguen avanzando como en una especie de cámara lenta por el largo pasillo, acaparando miradas y robando suspiros mientras avanzan en dirección a la cancha de fútbol americano porque hoy hay un partido importante. — Uhm, qué mala suerte, me los perdí. — protesta pesarosa.

—Estoy muy bien, gracias por preguntar—me burlo tomando uno de los vasos—En realidad no te perdiste nada nuevo, ellos siguen siendo los mismos brutos de siempre...—Minju ríe y luego niega un poco.

—No sé cómo hacen para ser tan guapos, debería ser un crimen o algo así—dice en medio de un suspiro—Vamos, Yebin. No puedes negar que son guapos—replica observándome con sus ojos dorados.

—No exageres, tampoco es como que tengan el físico de Jackson Wang o algo parecido—comienzo a caminar en dirección a la cancha de fútbol americano donde las personas ya están reunidas y Minju me sigue.

—Pensé que no irías al partido—comenta dudosa.

—Y no iba a hacerlo, pero, ¿Recuerdas que tuvimos la excelente idea de saltarnos la clase de lectura y redacción del señor Lee toda la semana?, bueno, pues no se si es obra del jodido destino o de verdad tengo muy mala suerte, pero como castigo ahora tengo que hacer una reseña sobre el estúpido partido de los futbolistas tontos de hoy—me quejo poniendo mis ojos en blanco con fastidio.—Además, el muy idiota quiere que después de eso hable con ellos para que me den sus puntos de vista sobre el partido y los añada a mi escrito, me dio un gafete del periódico escolar para que pueda acceder a los vestidores después de que termine el encuentro — Minju ríe.

—Bueno, míralo por el lado bueno, capaz que vas a poder ver a los futbolistas sin camisa...o sin pantalones—mi piel se estremece, frunzo el ceño y le ofrezco una mueca de horror a mi mejor amiga que de inmediato se carcajea.

—¡Qué asco!

—Para ti, pero te aseguro que muchas chicas quisieran estar en tu lugar. ¡Eres tan afortunada Yebin! —dice en medio de un suspiro soñador.

TEN REASONS FOR NOT LOVING YOU || PARK SUNGHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora