Prólogo

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Un silencio sepulcral invadió el lugar porcompleto mientras el ataúd de oscura madera descendía al foso en el que pasaríael resto de la eternidad. Las nubes que habían cubierto el cielo la mayor partedel día comenzaron a descargar toda el agua que estas habían estado cargando duranteel pasar de las horas. El agua de lluvia se mezclaba con las lágrimas deaquellos que se encontraban allí, por lo que disimulaba con su presencia a lasmismas. No era un cualquiera. Centenares se habían congregado en el cementeriode la ciudad para darle un último adiós. Al frente, quienes, hasta ese momento,habían sido compañeros de oficio y una joven chica. Nadie de los que allí seencontraban podía creerlo, y menos, la chica que había sido su alumna duranteun tiempo. El héroe número uno había caído.

Vigilantes Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora