AMELIE DE LUCA
La fábrica de Efre se ha incendiado, puedo ver el humo a lo lejos en su dirección.
El viejo barrio tan solitario como siempre. Al llegar a la casa en donde Efre se quedaba, la puerta estaba abierta y sobre mesa había una nota que decía —Ve a la vieja casa — cerré los ojos un momento y salí de ahí.
He llegado por fin a la vieja casa, donde crie a mis niños por varios años antes de ser encerrada, la fachada tan rustica como siempre, la puerta se encontraba abierta, cerré la puerta detrás de mí y caminé con el arma en mano.
Ahí estaba él, sentado entre escombros, con una cerveza en la mano, con demasiadas canas como para contarlas, no lo he visto hace años, es raro verlo frente mí.
—Así que al final has venido tu —alzó la mirada hacia mí.
—¿Esperabas a alguien más? —ironicé
—¿Fuiste tu... —hizo una pausa —La que incendio mi fabrica?
—¿Cómo podría? Estoy frente a ti
—¿Han sido tus hermanos?
—Digamos que fui yo la que tuvo la idea de incendiarla —me burle
—Eres tan altanera como tu madre — él sonrió
—¿Alguna vez llegaste a amarla?
—El amor jamás me ayudo en el pasado —su voz era como un susurro, perdiéndose en el silencio de la casa.
—A mí tampoco —me senté frente a él
—¿Entonces qué? ¿Has venido a charlar conmigo? —se burló —¿Cómo padre e hija?
—No lo sé, ¿Alguna vez lo hemos sido?
—Tienes razón, nunca lo fuimos
—¿Cómo era ella? —pregunté
—¿Quién?
—Mamá, ¿Cómo era?
—¿No lo recuerdas? Eres la mayor
—Si hablamos de recordar, si recuerdo algo —hice una pausa —Gritos y golpes
El me observó en silencio, sentí como repaso mi rostro lentamente.
—¿Tu madre? No lo sé, la vendieron a mí y a los meses naciste tú, lo único que recuerdo de ella es su gallardía para abrir la boca
—¿Y por qué no la dejaste ir si tanto la odiabas?
—Sin mí, ella no hubiera sobrevivido. No sabía Leer, ni escribir, era muy débil para trabajar y bastante inútil para pensar
—¿Ella era linda?
—Tan hermosa como tú
—¿Alguna vez significamos algo para ti?
—Amelie, no fuiste más que un objeto para mi ¿Aaron? Pagaron muy bien por una cogida con ese niñito, quise matar a León en cuanto nació, sin embargo, me surgió una oferta muy buena, "Cuatro niños por 20 mil dólares" pero había un problema, solo tenía tres niños, y al final nació Damián, y tu madre, no fue más que un juguete para mí, cuando obtuve lo que quise
—La mataste —interrumpí
—Mantuve la oferta hasta que Damián tuviera la edad suficiente y cuando la tuvo, los vendí
—¿Te arrepientes?
—¿De haberlos vendido? —Yo asentí mientras lo veía a la cara
—No me arrepiento, y aunque lo hiciera no me serviría de nada, por eso estas aquí —alzo la mirada y me vio a los ojos —Por venganza
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Vendetta
Action¿Cómo puedes ser tan idiota Damián? ¿Cómo puedes ser tan idiota Amelie? Os dejarán a la deriva si continúan así. ¿Es posible recuperar amores antigüos? La venganza es algo por lo que llevamos esperando toda nuestra vida, ¿Pudiste predecir tu muerte...