El ambiente de la habitación que nos rodea de tristeza y enojo se comienza a desvanecer en la habitación atrayendo una paz en la habitación y tranquilidad que no se sentía ase tiempo.
Nos quedamos un tiempo a más están listos para enfrentar lo que viene y saber el paradero de su hermano.
—¿Qué les parece, mis dos niñas? Mañana buscamos telas para sus vestidos y adornos para los trajes especiales de sus hermanos. —dije con entusiasmo.
—¡Sí! —respondieron al unísono.
Después de separarnos del abrazo, me paro sosteniendo la mano de Eli.
— Si necesitas quedarte tu habitación está como la dejaste.
Asiente con la cabeza. -mientras ella retiraba su mano.
—¿Qué tal si pasamos al comedor? —propuse.
Una vez que todos estuvimos en el comedor, comenzaron a platicar sobre lo que habían hecho durante estos años. Una vez que terminamos, les dije que los esperaba para la cena. Me fui al estudio que ambos compartíamos, al entrar, la nostalgia me envolvió como una manta húmeda. Me acerqué al escritorio, seguí caminando hasta que mis dedos acariciando el marco de la pintura de él. Sus ojos rogos como rubís, siempre llenos de picardía, me miraban desde el papel. Su sonrisa, tan contagiosa, me hacía sentir un nudo en la garganta.
Suspiré, dejando caer mi mano sobre el escritorio. ¿Cuánto tiempo había pasado? desde que... No, no podía pensar en eso ahora. Me obligué a recordar los buenos momentos. Las tardes de campo, el aroma del pasto fresco, el sonido de sus risas mientras corríamos por la pradera. Lo veía cabalgando a caballo, su pelo al viento, su rostro iluminado por la alegría. Y luego, sus regalos: joyas, unas telas, un simple ramo de flores. Cada uno de ellos, un recordatorio de su amor, de su presencia cuanto me hacía falta.
Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. No podía contenerlas. Lo extrañaba con una intensidad que me hacía sentir que mi corazón se rompía en mil pedazos.
Flashback:
"Mamá, papá, ¡ya llegó!" La voz de Evan resonó en mi mente, tan viva como si lo estuviera escuchando en ese momento.
"Sí, mi amor, vamos a ver cómo le fue en su viaje." -con la, voz llena de cariño.
"Evan, no corras con Eli, con cuidado." La imagen de mis hijos corriendo hacia mí, con Eli a su lado, me llenó de una mezcla de alegría.
Fin del flashback.
Evan
La puerta del estudio se cerró con un golpe seco. Me quede un momento en el umbral, observando la penumbra que lo envolvía. El olor a pintura vieja y a polvo le picaba la nariz. La luz de la luna que se filtraba por la ventana proyectaba sombras largas sobre el

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LA DUQUESA
LosoweLa pluma de la escritora se deslizaba sobre el papel, dejando atrás un rastro de tinta que revelaba los secretos y rumores de la corte. La duquesa, conocida por su belleza y elegancia, había sufrido otro episodio de su misteriosa enfermedad. Los sir...