D I E Z

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Capítulo 10

El ambiente era algo eufórico y abrumador. Las lucecitas en formas circulares estaban esparcidas por todo el jardín, dando un ambiente encantador mezclado con el bullicio de la gente. Ava decidió hacer la fiesta de bienvenida a Jaden tras una semana entera. Su padre ya había regresado de Alemania, pero se encontraba fuera por algunos asuntos de la empresa.

Me había puesto un bikini negro, el cabello me lo había recogido resaltado mis facciones. Mis piernas se encontraban metidas en el agua, mientras observaba a la gente bailando y bebiendo como locos. Otros tenían los cuerpos enjabonados mientras se lanzaban a la piscina, chicos asando carne, parejas besando, gente fumando en las esquinas, otros ajenos a todo, limitándose a conversar.

Hice una mueca, apenas conocía a toda esta gente.

Hollie acababa de llegar a la fiesta. Jaden no tardó en hacerle un tour acompañado del peliazul.

De manera discreta observé todos sus movimientos. Me sobresalté cuando sentí algo frío estampar mi mejilla.

—Dios, Ava —sujeté mi pecho.

—No es para tanto —me tendió una coca-cola, el cual acepté con mucho gusto. Se sentó a mi lado e imitó mi acción —. Siempre tan solitaria.

—Y tú tan pesada.

Puso los ojos en blanco.

—Por una buena razón, no hay motivos de privarse de la vida. Solo diviértete, echa un polvo con el primero que se te cruce y olvídate de todo lo demás.

—No sé si no te acuerdas, pero a mí no me va ese rollo.

—Esto es grave —fingió estar indignada, se llevó una mano al pecho y suspiro exageradamente —. Tengo que hacer algo contigo.

—Suerte —puse los ojos en blanco.

—Creo que lo haré ahora —se levantó, la miré con el ceño fruncido.

—¿Qué haces?

—Lo acabo de decir —canturreó.

—No.

—Oh, sí —sonrió malvadamente y me jaló del brazo. No le importó cuanto me quejara, me arrastró hacia la masa y nos escabullimos entre la gente.

La música sonando y nuestros cuerpos en movimiento. Juntamos las palmas y nos pusimos a cantar a todo pulmón. Las risas invadiendo el lugar. Sentí la mirada de Jaden en mi nunca mientras bailaba y no pude evitar que se me acelerara el pulso.

Decidí tomarme un respiro. A una poca distancia estaban Jaden y sus amigos, fumando al igual que echándose un par de copas. Hollie a su lado ya estaba fuera de sí, estalló en risas por alguna razón extraña. Agudicé mis oídos y alcancé a escuchar lo que dijo ella en un tono borrachero.

—Je ne vous ai pas dit quand le petit jaden a fait face á sa première rechute d'alcool.

¿Pero qué...?

—Merci, mais je n'ai pas besoin que tu racontes ma vie. Hollie, combien de temps vas-tu continuer comme ça ? —masculló Jaden.

Giré un poco la cabeza y observé con más detalle el rostro de Jaden. Tenía los ojos entrecerrados que destellaban desaprobación, los labios tensos pero las mejillas relajadas. Tanto Hollie como él se miraban de una forma de la cual solo ellos sabían el motivo.

—Non, ne me regardes pas comme ça —los ojos de Hollie se llenaron de lágrimas.

—Eh... Creo que soy el único que sobra aquí —el peliazul se rascó la parte de atrás de la cabeza —. Iré a por más cerveza.

Mi tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora