O N C E

18 3 0
                                    

Capítulo 11

Bella

Salí a correr temprano. Me puse un atuendo deportivo y recogí mi cabello en una coleta algo desordenada, será verdad que ya me estaba pareciendo cada vez a mamá. Puse una mueca tan solo de pensarlo.

Y lo peor de todo fué llevarme a Ava conmigo, la conté el chisme con lo de Jaden sin querer y desde hace una semana ha estado sin poder creérselo. No la culpo, creo que también estaría igual después de todo siempre me rehusé a tener un acercamiento con él.

Hablando del imbécil hace una semana que no sé nada de él. Después de la fiesta prácticamente desapareció del mapa.

—¡OH MY GOD! —chilló tanto que tuve que colocar los auriculares a mis oídos a toda prisa.

—Es la quinta vez que lo dices ésta mañana —suspiré con pesadez, poniendo los ojos en blanco.

—Hay que celebrarlo —se detuvo en seco con una sonrisa que hizo que mis vellos se pusieran de punta —. Tendremos que invitar a todo el insti o algo así ¿cierto? nah ¿tal vez..?

Empezó a parlotear que no entendí ni la mitad de lo que estaba diciendo.

—Ava.

—Nah, eso sería muy repetitivo.

—¡Ava!

—¿Qué? —se giró de golpe hacia mí.

—Me aterras y más cuando te pones así. Siempre que tratamos ese asunto te vuelves algo...

—¿Controladora?

—Eso.

Se encogió de hombros y se relajó un poco.

—Lo siento, es que me entusiasma la idea de saber que ese idiota por fin haya decidido sentar cabeza.

—No es mi novio —me apresuré a decir —. Fueron... unos rollitos de nada —enrosqué mi dedo distraídamente con un mechón de mi pelo que se había escapado de la coleta.

—Pero sería genial que fuéramos cuñadas y eso...

Se detuvo abruptamente tras la mirada mordaz que le eché. Fingió que se atragantaba con su propia saliva y carraspeó.

—Mhm... ¿en qué estábamos...?

—Estábamos en qué tendríamos que mover esas preciosas piernas y rebajar un poco la grasa muscular.

—Eso, eso —chasqueó los dedos y puso las piernas en movimiento, la imité y seguimos con nuestro maratón.

Más bien tuve que echarle miradas asesinas para que no me acabara arruinando la mañana. Incluso nos topamos con Hollie en el parque, tenía unas ojeras horribles que de seguro habría intentado arreglar con el corrector. Me limité a sonreírle con boca cerrada, hizo un gesto de mandarle un beso a Ava y de paso decirle algo en francés. Detestaba que la gente me excluyera hablando idiomas que apenas entendía.

Se me olvidaba decir que la madre de Ava era francesa, así que supongo que heredó ese buen acento pronunciado de ella, al igual que Jaden. Prácticamente pasó toda su adolescencia e infancia allá, así que es razonable. Su padre al contrario era de los Ángeles.

Mi tentación Donde viven las historias. Descúbrelo ahora