Quién las ofreció como nuestro sacrificio, fue esta Iglesia a la que tu hermana le tiene tanta ingenua devoción ¿Y gracias a qué orden de quién fue?
La mañana era cálida y fresca pero mi corazón estaba frío y pasmado. La idea de Seiji vendiendo mi vida y la de mi hermana no cabía en mi mente. Alguien que se mostró tan dulce y caritativo, con la mano suave para acariciar tus golpes y abrazos férreos que capaces de apaciguar cualquier temor, esa persona a quién le abrí mi corazón, le entregué mi cariño y mi afecto lo tiró al piso y lo masacró sin escrúpulos. Sin embargo, una pregunta mía no fue respondida.
¿Por qué?
Sentada a las afueras de la mansión, con mi hermana cortando rosas con la mirada perdida puesto que le había contado y ella se había sumido en un manto de desconsuelo y desasosiego.
- ¡No, papá no hizo esto, Nerea! Él es bueno, él no pudo hacernos esto - Gritaba Yui a tal punto de que me preocupaba que su garganta se raspara y su voz se perdiera. Las lágrimas salían de mis ojos al igual que de los suyos.
Y mis entrañas se estremecieron de la rabia que sentía porque alguien se atrevió a hacerle daño a mi hermana.
- Yo tampoco quiero creerlo Yui, me c-cuesta como no tienes idea pero es cierto - Yui me miró asombrada, jamás, ni siquiera al haber llegado a la Iglesia me vió así: afligida y destrozada, ella me abrazó en busca de un consuelo a tan desgarrador dolor que parecía no querer irse.
Salí de mis pensamientos cuando Yui me habló con una voz sombría:
- Ner, ¿Puedes buscar otras tijeras? Estas se dañaron - Asentí y me paré para darle un beso en la cabeza a mi hermana que me jaló para abrazarme fuerte pero brevemente. Me levanté y fui por lo encomendado.
Al salir del cobertizo, caminaba observado mi paisaje, un rosal extenso de color rojo pero en medio de tanto rojo hallé una flor blanca.-
Cultivo una rosa blanca
en junio y en enero
para aquel amigo sincero
que me da su mano franca
Y para el cruel que me arranca
el corazón conque vivo,
cardo ni ortiga cultivo
cultivo una rosa blanca
El poema del poeta cubano José Martí resonó en mi mente al ver a esa rosa blanca, tan única y diferente, quién entre tanto rojo fuerte como la sangre, resaltaba con su suave color blanco como la nieve.
- Dulce flor blanca, fría como la nieve, que lucha contra el calor que produce la incandescencia de las rosas rojas - Me agaché pronunciando aquellas palabras que nacían del fondo de mi ser.
Así me sentía en este lugar, nadando contra la corriente.
- Oye, ¿Qué carajos haces acá? ¿Acaso cortarás eso? - Me volteé y en el proceso terminé sentándome en el suelo por la abrupta voz que me habló.
Grave, gruesa pero agresiva voz
Era el menor de los hermanos, Subaru-san, con su pelo blanco como la nieve pero con detalles rojizos que daban la apariencia de tener rosas rojas y blancas en el pelo.
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Guerrera | Diabolik Lovers
Vampire"Nerea, solo Nerea" eso decía ella cada que preguntaban por su nombre completo. Nerea siempre fue alguien cordial, amable, hasta cierto punto, con un corazón dulce como la miel. E incluso siendo así, siempre fue vista con malos ojos en la iglesia d...