Reiji acarició sutilmente mis manos en busca de calmar mi ira y mis celos, los cuales habían salido sin yo poder controlarlos y que incluso me habían sorprendido por completo. Nunca creí que llegaría a ese punto, hasta me avergüenza, aunque creo que tiene que ver con que esa mujer es quién provocó esto.
Agh, cómo la detesto.
— No te preocupes, Nerea. Debo declinar tal oferta que me ofrece, Cordelia. Es imposible que sienta algo por una mujer tan indecente, irrespetuosa e inmoral, además, mi muerto corazón es capaz de revivir en momentos por otra persona que no es usted — Se volteó en dirección a Cordelia y Richter, mientras ella se sobaba el cuello con la mano de su amante en su espalda, Reiji se acercó al suelo y agarró nuestras gafas, poniéndose las suyas y después me puso las mías, sonrojada le di las gracias.
— Es increíble la falta de respeto propio que se tiene, ya tiene una pareja y busca estar con otro hombre — La miré recelosa recibiendo su mirada enojada.
— Oh vamos, dejen de pelear, somos familia. Aunque... esperaba ser la persona por la que demostraras tus celos, mi feroz tigresa, debo decir que me resulta excitante siquiera verte en tal plan — Volteé hacia el origen de aquella voz, reconociendo a Laito, quién no despegaba su mirada de mí.
— Laito — Murmuramos a la par aquella mujer y yo.
— Pensé que la próxima vez que te vería sería en el infierno... Madre — Su sonrisa se volvía más ácida, más enojada, se notaba que estaba conteniendo tantos años de repudio hacia ella.
— Lamento tanto no cumplir con tus expectativas, cielo — Cordelia se apoyó en el barandal, recostando el mentón en la mano izquierda de mi hermana.
— No te preocupes, es mejor de lo que esperábamos, ¿Cierto, Kanato-kun? — Kanato hizo presencia a paso lento, sosteniendo al oso de peluche con fuerza.
— Oh~ mi dulce canario, entretenme como la hacías antes con tu exquisita voz — Kanato la observaba con furia, sin responder a su "sutil" orden.
— Lárguense de aquí, ustedes dos no pertenecen a este lugar — Poco a poco cada hermano hacía acto de presencia, Subaru apareció entre las sombras, buscando defender su hogar con garras y dientes.
— Sirves para hablar pero no para defender a tu madre, ¿No Subaru? — Observé a Richter incrédula, mi mirada se dirigió rápidamente al chico de pelo blanco. Con una velocidad impresionante, apareció detrás de Richter, antes de atinarle un golpe, el peliverde agarró su puño y lo volteó, pero Subaru dio un salto y con una patada voladora lo mandó hasta el barandal, estampando su cuerpo contra el suelo.
Sin embargo, había notado algo curioso en los ojos de Subaru, habían brillado momentáneamente de un color azul cristalino como las aguas más prístinas que podían existir.
— Y así decías que nadie podía ser tu rival, mi hermano pequeño te dio un golpe y ya estás en el suelo — Shuu estaba recostado en el sofá y sin poder evitarlo, la emoción recorría por todo mi ser.
¿Por qué?
— ¿Qué quieres decir con eso? — Bufé divertida, consiguiendo las miradas de todos, incluida la de Shuu que me observó con diversión por igual.
— ¿Se lo decimos? — Alcé los hombros con una sonrisa, él me dio una entrada, que yo acepté gustosa.
— Si Subaru, al ser el menor de todos y supuestamente el más débil y te pegó un golpe y estás hasta con una herida — Miré al rubio para que me completara, él se paró y observó con sorna a su tío paterno.
— Eso significa que no le llegas ni a los talones como rival a Karl-Heinz, la cabeza de la familia — Todos los hermanos se posicionaron enfrente de la pareja, faltando solo Ayato. Sentí como una mano me jalaba hacia su lado, era Subaru. Yo sólo la apreté levemente y acaricié para calmarlo, él aceptó mi gesto.
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Guerrera | Diabolik Lovers
Vampiro"Nerea, solo Nerea" eso decía ella cada que preguntaban por su nombre completo. Nerea siempre fue alguien cordial, amable, hasta cierto punto, con un corazón dulce como la miel. E incluso siendo así, siempre fue vista con malos ojos en la iglesia d...