Harry siempre había pensado que la suerte rara vez estaba de su lado.
A pesar de ser llamado "el niño que vivió" y "el elegido", nunca se sintió así. Su vida parecía estar escrita por otros, y no para él. ¿Cómo podría considerar que la suerte estaba de su lado si debía vivir bajo las expectativas de los demás? Sin embargo, había algo que Harry realmente deseaba más que nada: ser padre.
No era solo el hecho de ser huérfano ni la presión de las expectativas lo que lo impulsaba a querer una familia. Amaba a los niños, su inocencia y la manera en que encontraban alegría en las cosas más simples. Aunque ya tenía un ahijado, siempre había soñado con tener su propio pequeño ejército, al estilo de los Weasley.
Su deseo se reafirmó mientras observaba al pequeño Scorpius, sonriendo tímidamente en el regazo de su padre mientras este le explicaba con una sonrisa la belleza de su varita y cómo funcionaba para hacer un simple "Lumos".
—Papá dice que me enseñará a hacer un... un lumos —el niño se detuvo, visiblemente frustrado por no recordar el hechizo completo.
—Lumos Máxima, cariño —le recordó Malfoy, sin apartar la vista de sus documentos.
—¡Lumos Máxima! —repitió Scorpius con entusiasmo, como si acabara de descubrir algo asombroso—. ¿Usted sabe hacer un Lumos Máxima, señor Potter?
El niño se inclinó hacia Harry, susurrando como si compartiera un secreto. Harry pudo ver cómo Malfoy luchaba por contener una sonrisa mientras fingía estar concentrado en su trabajo. Con una sonrisa cómplice, Harry hizo un pequeño gesto al niño, invitándolo a acercarse.
—Sé hacer un Lumos Duo —le dijo Harry, lo que hizo que los ojos de Scorpius se agrandaran de asombro, antes de que una expresión de curiosidad se apoderara de su rostro.
—¿Qué es un Lumos Duo? —preguntó el niño, lleno de intriga.
Scorpius miró a su padre, lanzándole una mirada desafiante y haciendo un pequeño puchero. Resignado, Malfoy pasó una mano por su rostro, acomodando sus delicadas gafas, y observó a su hijo con una pequeña sonrisa.
—Scorp, ¿por qué no acompañas a la señorita Granger a comprar algunas golosinas? —Malfoy levantó al pequeño de su regazo con cuidado. Scorpius hizo una mueca, pero no protestó.
Granger, que había estado en silencio detrás del escritorio, pareció aliviada de tener una excusa para escapar de la tensión en la oficina. Weasley, por su parte, se había ido sin siquiera saludar a Malfoy.
Traidores, pensó Harry.
—Potter —llamó el platinado, aclarando su garganta antes de continuar—, me imagino que Kingsley te informó sobre uno de mis casos a mi cargo.
El moreno tragó en seco, negando después de segundos que se sintieron eternos. La mirada tan aburrida y neutral de Draco tenía un efecto en él como solo él podía hacerlo.
—Kingsley me informó que era un caso del departamento de inefables —respondió Harry, intentando mantener la calma—. Él quería que me reuniera contigo para discutirlo.
Observó cómo el rubio asentía lentamente, con un ceño fruncido que dejaba ver su disgusto. Harry creía que no podía leer como antes a este Malfoy. El chico suspiró y tomó entre sus manos los papeles que antes había observado, inclinándose hacia él para entregarle los documentos.
Harry maldijo en silencio mientras se acercaba, el aroma de Malfoy envolviéndolo y un escalofrío recorriéndole la espalda ante la cercanía inesperada. Malfoy, sin embargo, no pareció interesado en el efecto que causaba. Se recostó en su asiento después de que Harry tomó los documentos.
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Beyond Darkness
FanfictionHarry Potter, el salvador del mundo mágico, parece tenerlo todo al casarse con Ginny Weasley tras la guerra. Sin embargo, cinco años de matrimonio sin hijos llevan a Harry a cuestionar su felicidad. Todo cambia cuando encuentra a un niño en el Mini...