Capítulo 30
La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo.
Platón
Recuerdo ver a mi abuela esperándome al otro lado de la puerta, con una sonrisa indescifrable y un maletín negro en sus manos. Al inicio no entendí que hacía a esas horas de la tarde en aquella posada, ni tampoco como había logrado encontrarme, pero era un alivio que fuera ella y no mi padre
—Saliste más problemático de lo que imaginé, pero no podía esperar menos de mí nieto —levantó su mano en mi dirección con la palma hacia arriba—. Ven conmigo, Káliz. Tus habilidades serán bien recompensadas en La Organización.
No lo pensé mucho, y tampoco me podía dar el lujo de hacerlo. Los Catrive querían mi cabeza en bandeja, y en algún momento me atraparían si seguía en Italia, por muy hábil que fuera para esconderme, seguía siendo un mocoso de quince años. Cuando llegué a Geralds Carrison, me sentía un maldito dios. Había logrado engañar a una de las familias más influyentes del momento en Europa, y del bajo mundo aunque nadie se lo imaginara, y además había salido completamente ileso ¿A qué adolescente impulsivo y hormonal eso no se le hubiera subido a la cabeza?
Decidí que explotaría con libertad el talento antes oculto por mis padres, y me dediqué a estafar a cada idiota arrogante que pareciera podrido en dinero que me encontrara en la calle. Claro que mi abuela no me permitió que jugara en su querido pueblo de cazadores, así que esperé a que me mandara a una misión lejos del pueblo para poder llevar a cabo mis estúpidos planes de convertirme en el próximo Robin Hood.
En las grandes ciudades todo era mucho más movido, y los rascacielos parecían amenazar con caerme encima si me quedaba demasiado tiempo mirándolos, pero no me era una sensación ajena. Los Catrive siempre han sido entusiastas de exhibirse en lugares abarrotados de población, con sus palabras planas y sus sonrisas hipócritas. Cada frase y gesto fríamente calculado para llegar de manera más directa al cerebro de las personas, y enroscarse en ellos hasta chupar cada neurona con una promesa vacía. Mejoras sociales, igualdad de género, donaciones para personas discapacitadas, hogar para los indigentes, "Confíennos sus deseos y haremos un mundo mejor".
Mamadas.
Si la gente supiera que conspiran para eliminar de raíz a la humanidad desde hace siglos.
Nunca comprendí cómo podían creer en las supuestas escrituras tan ciegamente. Ni siquiera dejaban que nadie se acercara a echarles un vistazo, simplemente hablaban y hablaban y pretendían que los aliados que elegían para el nuevo mundo creyeran en lo que decían, cosa que de una manera u otra siempre funcionaba. La magia del dinero, supongo. Tiene el poder de cambiar los corazones y doblegar los espíritus con facilidad, y se de lo que hablo. No creo que exista algo que el dinero hoy en día no pueda lograr, y si, incluso de una manera casi indirecta puedes salvarte de la muerte con él.
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Witchblood
Vampiro(Primer libro de la Saga Ojos Malditos) Dicen que todas las familias tienen una manera distinta de funcionar. Cada una tiene su propio mecanismo, sus propios hilos, su propia escencia. Cada familia tiene su propia estructura y su categoría. Ninguna...