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Capítulo 19: Vínculos Ocultos

El sol apenas comenzaba a asomar sobre el horizonte cuando Midnight Addams salió de la habitación en la que se había encontrado con Merlina. La conversación que acababan de tener pesaba en su mente, y la imagen de la fotografía seguía grabada en su memoria. Sin embargo, había logrado mantener su compostura, evitando que Merlina obtuviera lo que realmente quería: una confesión.

Caminando por los pasillos oscuros de la Nevermore Academy, Midnight reflexionaba sobre la situación. Sabía que Merlina no se detendría hasta descubrir la verdad, y aunque había logrado mantener su secreto por ahora, la foto había complicado las cosas. El hecho de que la madre de Xavier y la madre de Tyler estuvieran en la misma imagen, sonrientes y cómplices, sugería una conexión que nadie más había sospechado.

Mientras recorría el edificio, decidió que necesitaba pensar en su próxima jugada. No podía dejar que Merlina se acercara más a la verdad, pero al mismo tiempo, no podía arriesgarse a perder la confianza de Xavier. Era un delicado equilibrio que debía mantener.

De repente, se dio cuenta de que sus pies la habían llevado automáticamente al invernadero. Era uno de los pocos lugares en la academia donde podía encontrar algo de paz. Al entrar, fue recibida por el aroma fresco de las plantas y el suave zumbido de los insectos. Se dirigió a una mesa en el rincón, donde solía pasar tiempo cuando necesitaba estar sola.

Sin embargo, al acercarse, se dio cuenta de que no estaba sola. Xavier estaba allí, inclinado sobre una de las mesas, concentrado en un dibujo. Parecía tan absorto en su trabajo que no la había notado entrar.

Midnight se detuvo en seco, observándolo desde la distancia. Había algo en la forma en que Xavier trabajaba que la desconcertaba, una mezcla de dedicación y desesperación que le hacía preguntarse hasta dónde estaba dispuesto a llegar para descubrir la verdad.

Finalmente, decidió acercarse. No podía evitar a Xavier para siempre, y si quería mantener su fachada, tendría que seguir actuando como si todo estuviera bajo control.

―¿Otra vez con los dibujos? —preguntó con una ligera sonrisa, intentando que su tono sonara casual.

Xavier levantó la vista, sorprendido de verla allí. ―Midnight... no te escuché entrar.

―Eso pensé —respondió ella, sentándose en una silla frente a él—. ¿Qué estás dibujando esta vez?

Xavier giró el cuaderno para mostrárselo. Era otro bosque, similar al que había visto antes, pero esta vez, la figura del Hyde era más clara, más definida. Sus ojos brillaban con una intensidad que hacía que la piel de Midnight se erizara.

―Es fascinante, ¿no? —comentó Xavier, su voz teñida de cansancio—. Es como si estuviera tratando de decirme algo.

Midnight asintió, aunque su mente estaba en otra parte. Xavier no sabía nada sobre la fotografía ni sobre su posible conexión con Tyler. Eso significaba que, al menos por ahora, ella tenía la ventaja. Podía usar esa información a su favor, si jugaba bien sus cartas.

―Quizá deberías tomar un descanso, Xavier —sugirió suavemente—. Te ves agotado.

Xavier suspiró, apoyando la cabeza en sus manos. ―Lo sé, pero no puedo parar. Siento que estoy tan cerca de descubrir algo importante, pero... todo sigue siendo tan confuso.

Midnight observó el dibujo, pensando en lo cerca que estaba Xavier de la verdad. Si seguía adelante, eventualmente podría conectar los puntos y descubrir la relación entre su madre y el de Tyler. Y si eso sucedía, todo se vendría abajo.

―¿Y si solo te estás presionando demasiado? —propuso Midnight, inclinándose hacia adelante—. A veces, cuando nos obsesionamos con algo, es difícil ver las cosas con claridad.

Xavier la miró, sus ojos oscuros llenos de incertidumbre. ―¿Crees que estoy siendo paranoico?

Midnight esbozó una sonrisa suave. ―Creo que estás demasiado involucrado en todo esto. Pero eso no significa que estés equivocado. Solo necesitas... perspectiva.

Xavier asintió lentamente, pareciendo considerar sus palabras. ―Quizá tengas razón. Pero aún así, no puedo sacudirme la sensación de que algo está mal, de que hay más en todo esto de lo que puedo ver.

Midnight no respondió de inmediato, sabiendo que cualquier cosa que dijera podría levantar sospechas. En su lugar, cambió de tema, intentando desviar la atención de las investigaciones de Xavier.

―¿Has pensado en tomarte un día libre? —sugirió—. Quizá podríamos salir, distraernos un poco.

Xavier levantó una ceja, sorprendido por la propuesta. ―¿Salir? ¿Tú y yo?

Midnight sonrió, encogiéndose de hombros. ―Solo como amigos. No todo tiene que girar en torno a misterios y dibujos, ¿sabes?

Xavier pareció considerar la idea por un momento, antes de asentir con una sonrisa cansada. ―Quizá tengas razón. Un descanso no me vendría mal.

―Entonces es un trato —dijo Midnight, levantándose—. Avísame cuando estés listo, y podemos ir a algún lugar tranquilo. Lejos de todos estos... enigmas.

Xavier asintió de nuevo, y Midnight se sintió aliviada de haber logrado desviar su atención, al menos por ahora. Sabía que no podía mantenerlo distraído para siempre, pero cualquier respiro que pudiera conseguir le daría más tiempo para planear su siguiente movimiento.

Mientras se alejaba del invernadero, Midnight pensó en la fotografía que Merlina le había mostrado. Sabía que no podía ignorar esa pista, pero al mismo tiempo, no podía permitir que Merlina o Xavier descubrieran la verdad. Era un equilibrio peligroso, y cualquier error podría ser su perdición.

Pero Midnight Addams no era del tipo que cometiera errores. No, ella estaba decidida a ganar este juego, a toda costa. Y si eso significaba manipular a aquellos que confiaban en ella, entonces que así fuera.

Porque en el fondo, Midnight sabía que la oscuridad siempre estaba dispuesta a consumir a aquellos que se aventuraban demasiado cerca. Y ella estaba más que dispuesta a dejarse consumir si eso significaba proteger su secreto.

Midnight | Xavier Thorpe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora