El amor duele.

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Atención.
Si no haz leído últimamente los primeros capítulos te recomendaría hacerlo. He añadido personajes y trama nueva a la historia. No quiero que te pierdas a la continuación de esta.

(T/N) se encontraba en su escritorio atendiendo crímenes menores; robos menores, amenazas, etc. Frunce el ceño cada que siente palpitaciones dolorosas en su cerebro. Desde que su compañero Almond se declaró con licencia le han otorgado cargos menos pesado, al ser una novata no mantenía experiencia en el departamento.

(T/N) levantó su muñeca izquierda para mirar la hora, "8:28..." ya era su hora de irse a descansar, pero sin antes, visitar a su compañero. Tomó su abrigo con apuro y ordenó el papeleo que tenia juntado en el escritorio. Empujó su silla de escritorio y comenzó a caminar bajo un trote apurado.

–Oiga... detective, ¿A dónde va?– una voz lo detuvo detrás de la mujer. (T/N) se detiene abrupto y mira hacia atras.

–Oh, abogado...– (T/N) sonríe con gentileza. –No lo había visto hace días.

Cappuccino rascó su nuca con modestia en gestos lentos. Él ríe suavemente mirando a (T/N) con la cabizbaja de manera tímida.

–Lo sé. He estado ocupado atendiendo otros casos en la corte. No solo trabajo aquí, ¿Sabes?– Cappuccino le explicó.

–Entiendo.– (T/N) asentía ante sus palabras, pero algo inquieta.

Cappuccino notó su comportamiento raro, su sonrisa decayó y puso ambas manos en los bolsillos de su pantalón.

–¿Ocurre algo?– dijo algo preocupado.

(T/N) asiente de inmediato. –Tengo algo de apuro, tengo que visitar a un... amigo.–

–Oh, maldición...– Cappuccino golpea suavemente su frente, para (T/N) le extrañó. Notó un ligero sonrojo en sus mejillas morenas, contrastaban perfectamente con su tono de piel.
–No te preocupes, quería saber si ya te ibas...

–¿Irme?

–Digo... quería pedirte ayuda con el caso de Phantom Bleu. Ya que Almond no está aquí quizás me hubieras ayudado– levantó sus hombros escondiendo su rostro. Sabía que estaba sonrojado y no quería que ella lo notara. Muy tarde.
–Tal vez... mientras bebemos algo...– Cappuccino se hacía de películas.

La detective se sonrojó y rió suave, fue como una brisa fresca pasar por los oídos de Cappuccino.

–No tengo problemas. Puedo quedarme con usted a trabajar un par de horas más. Los ojos de Cappuccino brillaron de fascinación. Sonrió sin conciencia algúna y la llamó. –Solo espero que me pagues horas extras.–

 

...

Eran las 12 de la noche, ambos estaban concentrados discutiendo el caso de Roguefort, planeando cómo debería ser, reuniendo información, pruebas y testigos. (T/N) resopló en su silla, estirando sus brazos hacia arriba para estirar su adolorida y cansada espalda. Decidieron tomarse unos minutos de descanso, hablar de sus vidas privadas y quizás... conocerse mejor.

(T/N) cerró sus ojos solo unos segundos al sentirlos decaídos y ardientes. Esto no pasó desapercibido para Cappuccino, sus ojos brillaban pequeños destellos al ver esos pequeños detalles de ella, su vulnerabilidad.
Abrió la boca cuando sintió unas palabras subir por su garganta, pero se detuvo. Resopló en lugar de eso. Bajó la cabeza y fingió estar concentrado escribiendo.

–Oye, ¿No te cansas de trabajar tanto?– dijo (T/N). Apoyó su cabeza sobre su mano, mirando directamente a los ojos de Cappuccino.

Cappuccini sintió su mirada penetrante sobre él, por lo que su nerviosismo cosquilleo su estómago y las palabras se enredaban por su lengua.

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⏰ Última actualización: Nov 22, 2024 ⏰

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🌹; Acompañante policíaca  [Almond Cookie x lector]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora