Capitulo 11

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Queridos habitantes de Londres:
Las noticias sobre matrimonios no paran de sorprender a esta ciudad, comenzando con Daphne Bridgerton, proximamente duquesa de Hastigs, a esta autora le enorgullese anunciar que no solo Daphne Bridgerton pertenecera al ducado, sino que los Bridgerton se presentaron el dia de ayer en la mañana en la mansion Haant a pedir la mano de la futura duquesa Emily Haant, la cual fue concedida por el actual duque de York, Stefan Haant. 
Se rumorea que esta boda no sera tan apresurada como la de los futuros duques de Hastigs, sino que se celebrara el proximo mes. 
Todos creiamos que cierto Bridgerton estaba tras la duquesa, pero nunca creimos que fuera el hermano quien se quedaria con la chica. Lamento decirles que para los que apostaban por Anthony Bidgerton, que la duquesa de York, ya tiene a su duque...
Y es Benedict Bridgerton.

-Lady Whistledown-

La boda de Emily y Benedict seria el proximo mes, eso habia sido lo acordado entre Benedict y el duque. Ya habian pedido la licencia a la iglesia, y ciertos preparativos ya habian comenzado, aun asi la concentracion maxima estaba en la boda de Daphne y Simon, que debia ser cuanto antes.

—No nos fue concedida la licencia especial—Fue lo primero que escucho Emily llegando junto con Benedict a donde estaban Daphne, Simon, Anthony, Lady Dambury, y Violet. Ambos frenaron con el grupo, Benedict solto la mano de su prometida para apoyarla en la espalda de esta mientras escuchaban.

—¿Que?—Preguntó Emily

—El arzobispo no lo cree necesario—Explico Simon, mientras Emily negaba con la cabeza

—No ha sido el arzobispo—Dijo Emily mirando a Lady Dambury, quien asintio

—Fue la reina. Tal vez se ha tomado mal el rechazo a su sobrino...

—O tal vez, solo esta aburrida— Completo Emily, cruzandose de brazos 

—Como sea, no es un buen augurio para el futuro social de su hija y ninguno de los Bridgerton tampoco. Salvo Benedict...—Dijo girandose hacia el mencionado—el esta a salvo por su compromiso con su excelencia

—Seguro habra algo que se pueda hacer—Menciono Benedict tomando la cintura de su futura esposa, quien respondio rapidamente

—Denle lo que quiere, atención. Pesentense ustedes ante ella, y haganle una peticion personal

—Pero ella no responde a las suplicas—Continua Lady Dambury—Y puede olfatear el mas ligero toque de insinceridad, asi que no intenten adularla... Diganle que estan enamorados. Sencillo, y simple, y cierto.

Emily apoyo su cabeza en el pecho de su amado, quien la rodeo con sus brazos, brindandole calidez mientras el solo aspiraba el aroma de su amada. 

—Si pueden hacer eso, ¿No es cierto?

Aquella noche, luego de cenar, Benedict escolto a su amada hacia su casa, y sin que su padre lo supiera, Emily metio a Benedict a su habitación, la muchacha habia prometido llevarlo a un lugar y cumpliria su promesa. Queria que Benedict conociera la galeria a la que ella iba todas las semanas.

—¿Y porque la capa y la mascara?—Pregunto Benedict mientras se colocaba la mascara que su futura esposa le habia dado, el se habia cambiado de ropa, ahora vestia todo de negro junto con una mascara a conjunto, en cambio Emily tenia un vestido negro, una capa negra y su mascara.

—Veras querido...—Dijo la chica abriendo su ventana—Los duques de York no se ven bien asistiendo a estos lugares, son simples apariencias que hay que mantener. Ahora... Bajaremos.

Emily tenia todo preparado, ella siempre salia por la ventana y solia entrar por esta misma, ya que no siempre tenia la suerte de que la puerta trasera este abierta.
Rapidamente Emily bajo, cayendo sobre su caballo y miro hacia arriba, donde estaba la cabeza de Benedict asomada, detras de ella habia otro caballo, para el Bridgerton.

—Baja—Dudando un poco Benedict copio los movimientos de Emily, cayendo sobre el caballo.—Ahora si, ¡Vamos Haank!

Ambos comenzaron a cabalgar hasta llegar a un lugar especial donde la muchacha siempre dejaba su caballo para que no lo vieran ni reconocieran. Al haber mucha lluvia, cuando bajaron de los caballos, Benedict tomo la capucha de la capa de Emily para cubrirla y que no se mojara mas. Mientras la muchacha tocaba la puerta del lugar.

—Señorita Anaht. Es todo un placer volver a verla, veo que vino acompañada.

—Asi es—Menciono Emily, con una voz ciertamente mas grave

—Por favor, pasen

Al entrar Benedict observaba todo con fasinacion, como si no lo creyera del todo. Emily a su vez lo llevaba de la mano, enseñandole todo lo que habia en aquel lugar.

—¿Impresionado?—Le susurro a Benedict quien asintio—Como se que te gusta que arte, necesitaba que conozcas este lugar

—Lo comprendo—Menciono Benedict, viendo a las personas dibujar y pintar.

Al seguir caminando vieron en la zona de las escaleras gente besandose sin pudor, haciendo que raramente Emily sienta la necesidad de besar a su prometido.

—Lo bueno de esto...—Comenzo a explicar Emily llevando a su prometido a las escaleras—Es que aqui solo soy una escritora, no la duquesa de York.

—Pero hay algo que sigue siendo, su excelencia—Dijo Benedict, apoyando a Emily contra la pared de la escalera—Usted sigue siendo mia.

Y con eso basto para que ambos se sumergieran en un fogoso beso, donde no les importaba nada, alli no habia apariencias, ni mucho menos reputación, alli estaban solo ellos devorandose el uno al otro con necesidad.

Las manos de Emily paseaban sin algun tipo de delicadeza por el cuerpo de su amado, necesitaba sentir su tacto, su calor, que no le importaba lo delicada que debia ser una dama en cuanto al sexo. Benedict se dejo llevar totalmente por los labios de su futura esposa, incluso llegando a dejar caer la capucha de la capa, despeinando todo el cabello de Emily.

Pero realmente no importaba, eran ellos mismos, demostrando que en su relacion no solo habia amor, sino anhelo y necesidad carnal el uno del otro, entre topezones llegaron a una habitacion, pero al abrirla estaba ocupada, por dos hombres, haciendo que al final terminen sobre un sillon, devorandose entre si. 
Acariciando una y otra vez cada fina parte del cuerpo del otro.
Benedict estaba sorprendido de si mismo, nunca habia sentido aquello, la necesidad por aquella mujer lo volvia loco, cualquier contacto era el interruptor de anhelo por el cuerpo de su futura mujer. Era sorprendente como una persona podia llenarlo de todas las formas posibles, no solo siendo el amor de su vida, sino que tambien su alma gemela, su complemento, la unica mujer, la unica persona que necesita en su vida.

End gameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora