Perspectiva de bill
---Bill flotaba en la dimensión entre mundos, donde el tiempo y el espacio se entrelazaban como una danza caótica. Este era su dominio, un lugar donde las reglas eran suyas para dictar, donde el caos y el orden eran solo conceptos flexibles que podía manipular a su antojo. Aquí no había distracciones, solo el infinito potencial del universo y su propia mente afilada como una cuchilla.
Sin embargo, incluso en medio de esta vasta nada, sus pensamientos siempre volvían a lo mismo: Stanford Pines.
Ford, con su resistencia obstinada, con su miedo y deseo mezclados en una contradicción que Bill encontraba fascinante. Para un ser como Bill, que había visto y experimentado más de lo que cualquier mortal podría comprender, la complejidad de las emociones humanas solía ser predecible, aburrida incluso. Pero Ford... Ford era diferente. Ford era un rompecabezas, uno que Bill no podía dejar de armar, aunque sabía que la imagen final podría no ser lo que esperaba.
Flotando en el vacío, Bill dejó que su forma humana se materializara. Sentir la piel, el cabello, las emociones humanas... era un recordatorio de su poder, de su habilidad para cambiar, adaptarse, seducir. Y no podía evitar sonreír al recordar la mirada en el rostro de Ford cuando lo había dejado en el laboratorio.
Ford estaba al borde, Bill lo sabía. Cada encuentro los acercaba más, cada palabra pronunciada y cada toque compartido debilitaba las defensas del científico. Pero no era solo la rendición de Ford lo que Bill deseaba. No, lo que realmente anhelaba era ver a Ford aceptar la verdad, abrazar el caos que él traía, y en el proceso, liberarse de las cadenas autoimpuestas que lo mantenían cautivo.
"¿Por qué siempre se resisten los mejores?" reflexionó Bill en voz alta, su tono más divertido que frustrado. "Supongo que no tendría gracia si simplemente se rindieran."
Recordó la última vez que había sentido algo parecido. Era raro para él encontrar a alguien que valiera la pena este tipo de esfuerzo, alguien que pudiera ser un desafío verdadero. La mayoría de los mortales eran demasiado fáciles de quebrar, demasiado simples en sus deseos y temores. Pero Ford, con su inteligencia afilada y su corazón complicado, era diferente.
"Si tan solo supieras, Sixer, lo cerca que estás de aceptar lo inevitable," murmuró Bill, su mirada perdida en el abismo infinito que lo rodeaba.
Había algo casi poético en la resistencia de Ford, algo que Bill encontraba inusualmente cautivador. Quizás era la combinación de la mente brillante de Ford y su corazón conflictivo lo que hacía que este juego valiera la pena. Era un equilibrio perfecto entre caos y control, y Bill no podía esperar a ver cómo se desarrollaría la historia.
"Y cuando finalmente lo aceptes," pensó Bill, su sonrisa ensanchándose, "será glorioso."
Pero había más en juego que simplemente la rendición de Ford. Bill lo sabía. Este juego era un camino de doble sentido, uno que también afectaba a Bill de maneras que no había anticipado. Sentía algo diferente, algo... más, cada vez que estaba cerca de Ford. Algo que lo impulsaba a seguir, a empujar más allá de los límites, no solo para vencer, sino para entender.
"¿Qué haces conmigo, Sixer?" se preguntó en un susurro, casi inaudible en el vasto vacío.
El demonio cerró los ojos, permitiéndose sentir el eco de las emociones que Ford había despertado en él. Era un caos diferente al que estaba acostumbrado, una tormenta interna que no podía controlar del todo. Y aunque esto podría haberlo frustrado en otro momento, ahora lo encontraba intrigante, emocionante incluso.
"Quizás estoy buscando algo más que simplemente ganar," admitió para sí mismo, sus palabras resonando en la nada.
La idea de que pudiera querer algo más, algo más profundo, lo desconcertó, pero también lo emocionó. La idea de encontrar un equilibrio entre el caos y el orden, entre lo que era y lo que podría ser... Era una perspectiva tentadora.
"Ah, Ford," susurró Bill, permitiendo que una risa suave escapara de sus labios. "No tienes idea de lo que has desatado en mí."
Con esa realización, Bill tomó una decisión. No se trataba solo de romper a Ford, de verlo caer en el abismo. Se trataba de explorar lo que podría ser, lo que ambos podrían ser si Ford se entregaba completamente al caos, si Bill encontraba un nuevo tipo de orden en el desorden.
Decidido, Bill dejó la dimensión entre mundos, su forma humana volviéndose tangible nuevamente mientras se dirigía de regreso a la cabaña de los Misterios. Había una nueva resolución en él, un deseo renovado de ver hasta dónde podría llevar este juego, de ver qué más podría encontrar en Ford... y en sí mismo.
"Es hora de volver al campo de batalla," murmuró con una sonrisa, su mirada fija en el horizonte mientras avanzaba hacia su destino.
Y mientras cruzaba el umbral hacia el mundo mortal, una única certeza llenaba su mente: este juego, esta batalla con Ford, sería una que cambiaría todo, tanto para él como para el científico.
ESTÁS LEYENDO
fuego en la mente (Billford)
Romance⚠️advertencia de cringe escenas algo explícitas y algo alejado del canon⚠️ -créditos de la portada a @spoonyspinee en Twitter Después de los eventos en Gravity Falls, Ford Pines intenta reconstruir su vida mientras enfrenta los restos de su conexió...