El aula estaba impregnada del bullicio cotidiano, un lugar donde la rutina de las clases se mezclaba con los murmullos de los estudiantes. Izuku intentaba concentrarse en la lección del día, pero su mente estaba en otra parte, envuelta en pensamientos que se entrelazaban con una ansiedad que sentía en cada despertar. El peso de la expectativa y la falta de un Quirk aplastaban su espíritu como una niebla espesa que se negaba a disiparse. En ese mismo instante, la luz del sol se filtraba a través de las ventanas, sus cálidos rayos se esparcían por la sala de clases, pero la calidez no alcanzaba su corazón.
A su alrededor, los compañeros reían y conversaban, envueltos en un mundo que Izuku observaba desde la distancia, como si fuera un mero espectador de la vida misma. A pesar de estar rodeado de personas, se sentía extrañamente solo, como si una barrera invisible lo separara del resto. En la superficie, intentaba mantenerse enfocado, escuchando las palabras del profesor, tomando notas con diligencia; pero su atención se desviaba continuamente hacia pensamientos más profundos, pensamientos que no podía compartir con nadie.
Su mente volvía, como un reflejo involuntario, a la noche anterior, cuando intercambiaba mensajes con BlastKing69. Las palabras de su amigo virtual, cargadas de gran determinación y confianza, resonaban en su cabeza, un eco distante que luchaba contra la realidad aplastante. Era extraño cómo alguien que nunca había visto en persona podía entenderlo mejor que cualquier otra persona en su vida, cómo esas conversaciones en el foro podían brindarle un alivio que el mundo real se negaba a ofrecer.
Justo cuando se encontraba inmerso en esos pensamientos, una voz familiar y amenazante lo arrancó de su ensueño.
—Deku.
El nombre resonó en sus oídos con una mezcla de desprecio y superioridad. Con burla cargada en cada letra. Katsuki Bakugo se cernía sobre él como una sombra amenazante, su presencia lo abrumaba como una tormenta inminente. Izuku levantó la mirada con cautela, encontrándose con los ojos de Bakugo, brillando con una intensidad carmesí que le hizo estremecerse.
—¿Cuánto tiempo más seguirás jugando a creerte un héroe?, Deku —escupió Bakugo, sus palabras impregnadas de veneno. La voz de Bakugo era baja, pero cada sílaba llevaba un filo cortante, como si buscara herirlo en lo más profundo. Izuku apenas alcanzó a desviar la mirada, notando que el profesor ya no estaba en el salón—. Eres un inútil, ni siquiera tienes un Quirk. ¿Por qué sigues insistiendo? Mejor salta de la azotea, quizá tengas suerte para nacer con un don en tu próxima vida.
El tiempo pareció detenerse en ese momento, las palabras de Bakugo colgaban en el aire como una daga suspendida sobre su cabeza. El mundo alrededor de Izuku se desvaneció, dejando solo el eco de esa frase, resonando en su mente con una fuerza implacable. El peso de esas palabras se apoderó de su pecho, como si le arrancaran el aliento y lo dejaran luchando por respirar. Su corazón latía con dolor, cada latido le recordaba su insignificancia, su desesperanza.
Sus manos temblaron mientras apretaba el lápiz con fuerza, sus ojos se nublaron con lágrimas que se negaban a caer. El aula, con su ruido constante, se desvaneció, reemplazada por el sonido ensordecedor de sus propios pensamientos. Era como si el suelo se abriera bajo sus pies, tragándolo en una espiral descendente de desesperación. Se esforzó por mantener la compostura, por no ceder a la oscuridad que amenazaba con consumirlo. Pero en ese momento, sintió que estaba al borde de romperse.
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On- Line || Bakudeku.
FanficIzuku Midoriya, un apasionado fan de All Might, encuentra una conexión inesperada en un foro en línea con "BlastKing69", un usuario anónimo que parece comprenderlo a la perfección. A medida que sus conversaciones nocturnas se vuelven más íntimas, Iz...