~In Trouble~ ® (+18)

•~Cap 1: Un pequeño accidente~•

~Donde todo empezó~

★~~Elena~~★

-A Elena no le gusta nadie. -Irina hace una pequeña pausa y me mira. —Ya no se le ve hablar de chicos, o cosas así, pareciera como si no le importará nada de eso.

-No, no es eso, pienso que los chicos son... Mmm un tanto estúpidos... solo piensan con el p-

-¡No!, no termines esa frase. —me frena Irina.
-Es verdad que aveces se pasan, pero no la termines, no vale la pena...

Mis ojos se abren como platos y por poco se me cae la mandíbula, del susto que me pegó esa loca, me recompongo y salgo del café, las dejo hablando entre ellas y a medida que me alejo no escucho su conversación.

Me dirijo a una librería cercana que conozco y compro tres libros, camino de regreso, llevo los airpods a todo volumen escuchando Expresso de Sabrina Carpenter, en el camino choco con un chico y el impacto es tan fuerte que caigo en el piso y los libros vuelan por todos lados, ni siquiera se molesta en ayudarme y en cambio me regaña molesto por el choque.

—¡Maldita sea! Fíjate por dónde caminas, rarita. -me ruge, se voltea y se va, logro verle bien el rostro pero ni siquiera presto atención en este momento.

-¡Y tú aprende a tener modales, imbécil!

No hace ni el mínimo caso y sigue caminando como el animal que es, recojo los libros, me levanto sacudiendo mis jeans y la camisa y continúo caminando, llego al café y siguen hablando de lo mismo.

Isabel: -No todos, Scott no es así...

-Si ustedes lo dicen. -Mariel se encoge de hombros y continua hablando. -Saben que mi hermana Elena ha pasado por varias cosas que le dan derecho a no querer estar cerca de los hombres. -¿O me van a decir que no recuerdan lo que hizo Noah?.

-Bueno sí, eso es cierto, cada corazón necesita un buen tiempo para sanar, pero es mejor no hablar de eso. -dice Olivia con los ojos clavados en el teléfono, podría apostar a que está viendo que K-dramas.

-Sí chicas, es mejor no hablar de eso, vinimos aquí a reunirnos y hacer planes para el fin de semana, no hablar de pende- digo chicos...

-¿¡Y qué te pasó?... Pareciera como si te hubieran revolcado. -Irina me mira como si me hubieran crecido tres cabezas en el momento en que llegue.

Todas ponen gesto de preocupación al ver el raspón que tengo en la rodilla debido a que el jeans también se raspó.

-Cuando salí de la librería me topé con un chico extraño, que nunca hubiese visto por aquí, pero se portó como un patán, tropezamos y debido a su altura y cuerpo caí por el suelo y los libros casi llegan a china, ni siquiera me ayudó. digo en un tono airoso pero calmado. -Me dijo que me fijara por dónde caminaba...

Todas se enojan gradualmente y comienzan a preguntarme por dónde se fue.

Mariel: -Si te lo vuelves a topar me dices quién es el idiota y le pateo las bolas...

Isabel me toma de un brazo levantándose -Ven vamos a decirle sus cuatro verdades en su cara ese hijo de perr... Persona. Corrige cuando todas la miramos

Oliva: -Jesús bendito, cálmense, ya pasó, -Si lo vemos merodeando por aquí ya sabemos que hacer.

Irina: -Señores paz, paz, mucha paz. -trata de calmar a las demás. -Mejor hablemos de la familia nueva que se mudó, escuché que tienen hijos de nuestra edad más o menos.

Si soy chismosa pero no me interesa, tengo cosas más importantes que hacer, pienso pero no lo digo solo me mantengo en silencio...

Todas dirigen su atención a ella y guardan silencio.

-Uno de ellos se llama Nicolás, según lo que escuche son una de las familias más adineradas y poderosas de Italia. -hace una pausa y continua. -No estudia ni nada por el estilo, es un joven empresario...

-¡Empre ¿Qué!? ¿No dijiste que tenían aproximadamente nuestra edad? -Mariel la interrumpe.

-No estoy segura de su edad, no soy tan chismosa.

-No, no eres para nada chismosa. -digo en un tono sarcástico...

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Después de un rato volví a salir del café, encontrándome con el mismo muchacho, lo extraño es que se hizo el desentendido, no lo enfrente pero me pidió direcciones muy amablemente.

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De regreso al café

No les dije nada a las chicas, ellas no tienen tanta paciencia.

Continuamos hablando, pedimos pastel de chocolate y algunas de vainilla, Hasta que pagamos la cuenta y salimos del café.