Este capítulo no es oficial pues tendrá cambios a futuro.
★~~★★~~~~★★~~★★~~~~★★~~★
Duele decir que mi cuerpo estaba reaccionando de mala manera a lo que estaba pasando, cada que recordaba aquel lametón y sus manos en mi cuello apretándome con fuerza mi ropa interior se humedecía y por eso comencé a odiarme a mi misma, No conte nada de lo de hace 3 noches a la chicas, se enfadarían y irían en busca de Nicolás para partirle las bolas, Irina continúa distante, Olivia esta en República Dominicana resolviendo unos asuntos familiares, Isabel se la pasaba metida en una tienda que sus padres tienen y Mariel la mayor parte del tiempo con Joas (Su novio).
Llore por tres noches seguidas culpándome una y otra vez por no tener autocontrol sobre mí misma.
Una notificación suena en mi celular y lo levanto para ver quién es... Maldición, Nicolás otra maldita vez. Abro su chat y veo el mensaje.
Necesito que vengas, hablaremos de lo que pasó, me siento muy mal por no pensar antes de actuar.
Dude bastante sobre si era buena idea ir o no ir a casa de la persona que estaba poniendo mi mundo de cabeza, pero lo conocía y sabía con certeza que se disculparía y arreglaría todo este mal entendido.
Respondí que si, Baje las escaleras y salí, camine hasta su casa y una empleada me recibió.
—El Joven está en su habitación, dijo que suba en cuanto llegue.
No me da buena espina y un agujero se comienza a formar en mi estómago, subo lentamente las escaleras, camino por los pasillos tratando de descifrar cual es la habitación, Dudo un momento pero luego doy tres leves golpes en la puerta, abre y me invita a pasar, tiene el cabello mojado y una toalla envuelta en la cintura, Nunca me paso por la cabeza que tenía tatuajes y me mira con el mismo semblante frío de siempre.
—¿Querías decirme algo? ¿No?
—Sí, Eso quería minutos antes, Nena, Pero con esa falda no creo que pueda concentrarme bien, antes de que pueda reaccionar me empuja a la cama y me sujeta los brazos mientras intento escapar, después me toma de las muñecas y las esposa una a cada lado de la cabecera.
Joder esto no es 365 días y mucho menos Las 50 sombras de Grey, ¡Esto está mal! Carajo. Pero lo estaba deseando y por eso me culpaba.
—Más vale que me sueltes Nicolás, no estoy para juegos de mierda, No hace caso.
En cambio acerca su rostro a mi cuello y da lametones, pequeñas mordidas y chupetones, haciendo que me humedezca más levanta mi falda. Quiero morirme en este mismo instante, ¿En qué momento mi mejor amigo se convirtió en un violador? ¿Y que mierda me estaba pasando? Me estaba ecxitando por esto.
—No estás en condición de hacer amenazas, muñeca.
—No, no me hagas esto, por favor, mi voz sale llena de urgencia y desesperación.
Mis ojos comienzan a humedecerse debido a la punzada de dolor, decepción y traición que atraviesa mi pecho. Lucho con todas mis fuerzas por soltarme y pataleo como puedo pero todo es en vano, cuando se quita la toalla que tenía al rededor de la cintura mi miedo crece cada vez más, me abre las piernas pone mis panties a un lado, posiciona su erección en mi entrada y las lágrimas se me salen.
Y estoy echa un río, otra vez mi cuerpo reacciona como se le viene en gana.
—¡Nicolás, por favor! No. Grito mientras mi rostro se empapa cada vez más, cuando intenta darme la primera embestida la puerta se abre de golpe.
—¿¡Enzo!? ¡Maldita sea!, ¿¡Que coño está pasando aquí!?
No se asusta, en cambio sonríe maliciosamente se levanta, me cubre con una sábana para que la persona que llegue no me vea en esta situación, vuelve y se coloca la toalla, se voltea y logró ver a... ¿Nicolás?
Dos Nicolás, ¿Qué mierda?
Nicolás cierra la puerta llevándose al otro Nicolás, la empleada entra un momento después con la llave de las esposas, me suelta y se va, me pongo de pie poniéndome la ropa interior otra vez y agarrando mis cosas para irme.
Salgo de la habitación en shock y uno de los Nicolás me toma del brazo con delicadeza.
—Espérate no te vayas. Por favor, te lo voy a explicar, Además tenemos que ir por Irina, corre peligro con Salvatore, la están vigilando de cerca.
No quiero que me toque y me suelta de inmediato al ver mi expresión.
—Yo soy Nicolás, ese era mi hermano gemelo Enzo, discúlpame por no decirte desde el principio, siento todo lo que haz tenido que pasar por su culpa.
Nicolás y yo salimos de la casa y nos subimos a su Bugatti, vamos en busca de las chicas y de Irina al lugar donde avisaron que estarían por si me animaba a ir, cuando finalmente llegamos solo están Mariel y Isabel lamentándose por no detenerlos antes de que se la llevarán.
Si logra llevarse a Irina fuera del país no podremos hacer nada, y eso me esta matando.
Enzo y Nicolás Di Angelo
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
