Estuve investigando está semana algunos datos sobre la mujer de Salvatore Lombardi, se llama Sabrina Visconti de Lombardi, tiene 18 años y se casaron cuando ella tenía 15, un matrimonio arreglado por ambas familias, y nada fue en contra de su voluntad, Según seguí investigando tenía a Irina en la mira. Dejo la computadora de lado y tomo mi celular, tengo una llamada perdida y varios mensajes de Nicolás
Ven a mi casa, Hay algo que quiero que veas...
Me parece extraño porque nunca he ido a su casa, pero aún así me levanto de la cama y bajo a la sala de estar
-Mamá, ¿Me das permiso de ir a casa de mi mejor amigo? Volveré pronto, Si quieres puedes llamarme. Le digo a mi abuela en cuanto la veo.
-Sí Cariño, es un chico muy agradable y respetuoso, Pero llévate a Mariel para que no vengas sola, ¿Si?
-No, no hace falta mamá.
-Esta bien, Cuídate y responde ese celular cuando te llame...
Pido la ubicación, me alisto, meto algo en mi bolso y salgo, todo el camino voy pensando en como se debe sentir la abuela cuando Mariel y yo salimos de casa, Debe ser Angustiante para ella, Mi abuela vio a mis padres morir a manos de delincuentes y sabía que a nosotras podía pasarnos lo mismo, Ella luchaba día y noche por ser la mejor y lo era.
Un mal presentimiento me está rondando en el pecho desde que desperté esta mañana, Como si algo malo fuera a pasar y tiene que ver con nosotras 5...
No les conté a las chicas que vendría a casa de Nicolás porque no me dió tiempo, Me recibe y entramos, Es la primera vez que vengo y wow me imaginaba algo mas sencillo, Me hace señas para que tome asiento y lo hago.
-Amm perdón por la pregunta, pero ¿Y tus papás?
-Mis papás están en Italia, por ahora solo estamos mi estúpido hermano y yo.
-¿Hermano?
-Sí
Sabía que Nicolás tenía hermanos pero nunca los había visto, Ni siquiera una sola vez, por alguna extraña razón el no hablaba de eso.
-Bueno, con respecto a lo que tenía que decirte... -Es sobre Salvatore... Continua con su expresión relajada. Sigue buscando maneras para acercarse a Irina, Y si sé atreve a hacerle algo, juro que lo mataré...
Sé que Nicolás desde el primer momento en el que vio a Irina se enamoró pero le era difícil demostrárselo de alguna manera por su semblante frío y el secreto que guardaba.
Nicolás a pesar de tener 23 años pertenece a una familia de mafiosos bastante poderosa en Italia, les era facil mantenerse bajo perfil y seguir con sus negocios sucios, lo sé porque me convertí en su mejor amiga...
-Cálmate, No le pasará nada, para eso estamos nosotras.
-¿Crees que puedes resolver esto jugando a las muñecas con tu grupo de amigas?
-No te pases Nicolás, Te puedo sorprender, Todavía no me conoces lo suficiente para dudar así de nosotras.
Vaya que si lo podemos sorprender aún no sabe de lo que somos capaces si de cuidarnos se trata, pobre iluso.
-Ya, no vamos a discutir, voy a subir a mi habitación, a buscar unas fotos y tú ve al sótano y tráeme una caja que dice Nico ¿Si?.
-De acuerdo. Veo como Nicolás se levanta y sube las escaleras dirigiéndose a su habitación, me levanto unos momentos después y voy en busca del sótano, unos minutos después lo encuentro y bajo las escaleras está oscuro y casi no se puede ver nada prendo la linterna de mi teléfono buscando los clips de las lámparas y los encuentro, el sótano se llena de iluminación en cuanto prendo las luces.
Busco entre las cajas y al fin encuentro la que dice Nico, estoy tan concentrada en la caja que no me percato de la persona que está parada enfrente de mí
-¿Nicolás?
Permanece en silencio y no dice nada observándome como si no me conociera, Hay algo en él que no es igual, su mirada ahora es más fría y penetrante, Y puedo sentir como hace un escalofrío me invade la espalda.
Se acerca dando pasos firmes que resuenan en la madera del sótano y es la primera vez que siento miedo al estar cerca de Nicolás.
-¿Cómo te llamas? Pregunta con una voz grave y ronca.
-¿Cómo que cómo me llamo? Pregunto confundida sin saber por qué está actuando así. -Soy Elena, Tu mejor amiga, ¿Tan rápido se te olvidó?
-¿Qué haces aquí?
-Me pediste que buscará esto por ti. Le muestro la caja.
Se me acerca peligrosamente se inclina un poco a mi altura pone su rostro cerca de mi cuello como si de un vampiro se tratase, puedo sentir como inhala mi aroma, Continuo mirándolo con el ceño fruncido. -Nicolás, ¿Qué coño estás haciendo?
Se aparta de mí y se va, sube las escaleras y quedó en estado de Shock
Isabel
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