Dramione One Shots

Dichosos los ojos.

-Dichosos los ojos que te ven, Granger -dice el rubio en cuanto Hermione Granger entra en su oficina.

Y en verdad son dichosos, piensa para sí mismo al observarla de pies a cabeza. Le gusta el vestido que eligió ese día, sencillo pero ajustado a su cuerpo. Debajo de la rodilla y con muy poco escote. Lleva en sus manos una carpeta y el gesto en su cara no es muy amigable, pero Draco no quita el gesto burlón de su propio rostro.

-Como si no me vieras todos los malditos días. Trabajamos juntos, ¿recuerdas?

-Así que estamos de mal humor hoy... No es propio de ti decir malas palabras tan temprano.

-No es propio de mí tener que venir a encargarme de algo que supuestamente estaba hecho ayer.

-Ah, eso. Anoche revisamos una vez más el control de gastos y tuvimos que hacer un pequeño recorte.

-¿Pequeño? Me dejaste sin presupuesto, Malfoy.

-Es lo mejor para el departamento.

Hermione se acerca al escritorio de Draco, le avienta la carpeta con desdén y apoya lentamente ambas manos.

-¿Lo mejor? Me pregunto si trabajamos para el mismo jefe.

Draco deja inmediatamente de hacer cualquier mínima cosa que estaba haciendo y pone toda su atención en la mujer que tiene enfrente.

-Trabajamos para el mismo jefe, Granger. De hecho, él me pidió que se hiciera ese ajuste.

-¿En serio? Abre la carpeta, Malfoy.

La castaña le sostiene la mirada. Lo hará tanto cómo él pueda aguantar, y los dos lo saben. Una comisura del labio de la castaña comienza a elevarse, siempre ha ganado la guerra de miradas. Esta vez no será la excepción. Ella respira lenta y profundamente, sin perder la postura, sin verse mínimamente afectada por esos ojos grises que buscan hacerle perder la cordura dentro y fuera de su lugar de trabajo.

Entonces el momento se rompe cuando alguien entra a la oficina haciendo un escándalo.

-...tan tarde. No era mi intención, de verdad. Lo que pasa es que terminé a cinco chimeneas del ministerio y...

El chico se interrumpe abruptamente cuando ve la escena que tiene enfrente. Hermione no ha cambiado de postura, pero sí lo está viendo de reojo. Draco resopla y ella se da cuenta que perdió el contacto visual. Finalmente se endereza y se cruza de brazos.

-¿Quién eres?

Draco se levanta tomando la carpeta en sus manos.

-Nuevo asistente -dice antes de leer el documento dentro de la carpeta.

La castaña se toma su tiempo para ver al nuevo recluta de Draco Malfoy. Se ve joven, quizá recién graduado de Hogwarts. Piensa que debe ser bueno si él lo contrato, pero no dice nada de esto.

-La puntualidad es importante. Procura no llegar tarde en el futuro, si llegas tarde, podrías terminar como tu jefe, totalmente impactado al saber que ahora tendrá que aumentar al doble mi presupuesto original.

-¿Qué hiciste para que Kingsley accediera? -pregunta Draco en tono serio.

-Pensar en el futuro, lo que se ve que tú no hiciste.

Él niega con la cabeza, pero una pequeña sonrisa se asoma a sus labios.

-Le dijiste que tendrías los resultados antes, ¿no?

-Los hubiera tenido para la semana pasada si no estuvieras en mi camino.

-O quizá no.

-Lo haré. Ahora, si me haces favor de firmar, el tiempo corre.