EL LEGADO DE LOS MUERTOS [TWD]

capitulo 3

La idea de la prisión como refugio empezó a tomar forma rápidamente, y con ella, la urgencia de asegurarla. Sabía que el grupo se movía rápido, pero no esperaba que en cuestión de horas ya estuviéramos planeando una incursión.

El sol comenzaba a ponerse, pintando el cielo de tonos rojizos, cuando Rick reunió a todos. Estábamos sentados en círculo alrededor de un fuego improvisado, y la tensión en el aire era palpable. Rick miró a cada uno, como si evaluara nuestras fuerzas y debilidades.

—*Escuchen,* —comenzó, su voz grave—, *la prisión es nuestra mejor opción. Puede darnos un refugio seguro, pero no va a ser fácil. Necesitamos entrar y despejar al menos el patio antes de que la noche caiga por completo.*

Daryl, quien había estado limpiando su ballesta a un lado, levantó la vista y asintió. Su aprobación parecía ser la última pieza que Rick necesitaba para continuar.

—*Tendremos que movernos rápido y en silencio,* —intervino Glenn, siempre el estratega—, *y asegurarnos de que no nos quedemos atrapados adentro. No sabemos cuántos caminantes hay, pero deben ser muchos.*

—*Lo primero es llegar al patio,* —agregó T-Dog, su voz firme—, *y asegurarnos de que está despejado antes de pensar en entrar más adentro.*

Hershel, con su habitual sabiduría calmada, asintió en acuerdo. *—Debemos ser cuidadosos. No podemos arriesgar a nadie más.*

—*No podemos ir todos,* —Rick continuó—, *algunos deben quedarse atrás para cuidar el campamento.*

—*Carl y yo nos quedaremos,* —dijo Lori, su tono firme pero con una sombra de amargura al ver a Rick evitar mirarla directamente.

Maggie miró a Glenn, sus ojos llenos de preocupación, pero también de determinación. Sabía que Glenn no se quedaría atrás, y lo aceptaba, aunque no fuera fácil.

—*Beth y yo también nos quedaremos,* —agregó Carol, dándole a Rick un asentimiento de aprobación.

—*Bien,* —Rick volvió a tomar el control—, *Daryl, Glenn, T-Dog, Shane y yo entraremos al patio. Avery, quiero que nos acompañes.*

Sentí cómo todos los ojos se posaban en mí, algunos con curiosidad, otros con desconfianza. Rick había tomado la decisión de incluirme en la misión, lo cual significaba mucho más que simplemente confiar en mí. Estaba poniéndome en una posición de responsabilidad.

—*Entendido,* —respondí con firmeza, sin apartar la mirada.

Nos pusimos en marcha rápidamente. El camino hacia la prisión fue silencioso, con cada uno de nosotros perdido en sus pensamientos. Mientras caminábamos, noté que Daryl se mantenía cerca de mí. No estaba seguro de si era una coincidencia o si lo hacía deliberadamente, pero su presencia, aunque silenciosa, era reconfortante.

Cuando llegamos a la prisión, la vista era imponente. Los muros altos y el alambre de púas oxidado daban una sensación de seguridad, pero al mismo tiempo, era imposible ignorar los gruñidos que venían del interior.

—*Manténganse juntos,* —dijo Rick en voz baja, mientras nos acercábamos a la entrada del patio.

El portón chirrió cuando Daryl y Shane lo empujaron, revelando un patio vacío, excepto por un par de caminantes que vagaban sin rumbo. Nos movimos rápido y con precisión, derribando a los muertos antes de que pudieran alertar a otros. La adrenalina corría por mis venas mientras avanzábamos, cada movimiento cuidadosamente sincronizado.

—*Eso debería ser todo aquí,* —dijo Shane, limpiando su cuchillo después de eliminar al último caminante.

—*Bien hecho,* —dijo Rick, pero su mirada ya estaba fija en las puertas que llevaban al interior de la prisión. —*Vamos a asegurarnos de que este lugar sea seguro antes de decidir cómo proceder.*

Me acerqué a Daryl, quien estaba observando el perímetro con su habitual mirada severa.

—*Parece que tenemos un buen punto de partida,* —dije, intentando iniciar una conversación.

—*No es un mal lugar,* —respondió Daryl, sus ojos sin apartarse del horizonte. Luego me miró de reojo, y por un momento, vi algo en su mirada, algo que me hizo sentir expuesta de una manera que no había esperado.

—*¿Qué piensas de Rick?* —preguntó, su voz baja.

—*Creo que es un buen líder,* —dije, escogiendo mis palabras con cuidado. —*Pero también tiene mucho peso sobre sus hombros.*

Daryl asintió, su mirada volviendo a la distancia. —*No dejes que te manipule. Es fácil perderse en este mundo si no tienes cuidado.*

No supe cómo responder a eso, pero la forma en que lo dijo, tan directo y sin rodeos, me dejó una impresión. Daryl no era alguien que hablaba por hablar, y sus palabras llevaban más peso del que probablemente él mismo se daba cuenta.

Antes de que pudiera decir algo más, escuchamos un grito. Todos giramos hacia el origen del sonido, pero rápidamente nos dimos cuenta de que era solo Beth, quien había subido a una de las torres de vigilancia. Estaba segura, pero su grito había atraído la atención de más caminantes.

—*Tenemos que despejar el área antes de que caiga la noche,* —dijo Rick, tomando la decisión sin dudar.

Nos movimos rápidamente, eliminando a los caminantes que se acercaban al patio. Era un trabajo sucio, pero necesario. Al final, el lugar quedó silencioso, excepto por el crujido ocasional del metal oxidado y el susurro del viento a través de los muros.

Cuando la noche cayó por completo, encendimos una fogata en el centro del patio. Nos sentamos alrededor, agotados pero con una sensación de logro.

Beth, a quien no había conocido mucho antes de esa noche, comenzó a cantar suavemente. Su voz, aunque temblorosa al principio, se fue fortaleciendo, llenando el aire con una calma que necesitábamos desesperadamente.

Mientras la escuchaba, me di cuenta de lo importante que era mantener algo de humanidad en medio de todo esto. Las pequeñas cosas, como una canción al final del día, eran lo que nos mantenía unidos.

Daryl estaba sentado cerca de mí, su cuerpo relajado pero sus ojos siempre en alerta. Sentí un impulso de acercarme más, de sentir el calor de su presencia. La tensión entre nosotros era palpable, y no solo por la situación en la que nos encontrábamos. Había algo más, algo que me atraía hacia él de una manera que no podía explicar.

—*Eres buena en esto,* —dijo de repente, rompiendo el silencio entre nosotros. —*No todos podrían mantener la calma en una situación así.*

—*He tenido práctica,* —respondí, mi voz más suave de lo que esperaba.

Nuestros ojos se encontraron por un momento, y sentí un calor que no provenía del fuego. Daryl era un hombre de pocas palabras, pero cada una de ellas parecía tener un peso especial.

Antes de que la situación pudiera volverse más intensa, Rick se acercó, interrumpiendo lo que fuera que estaba pasando entre Daryl y yo.

—*Mañana, al amanecer, entraremos a la prisión,* —anunció, su tono serio—. *Nos prepararemos lo mejor que podamos esta noche.*

Asentí, sintiendo el peso de lo que estaba por venir. Sabía que la prisión representaba más que solo un refugio; era una nueva oportunidad, pero también un nuevo peligro. Y mientras me preparaba mentalmente para lo que vendría, no pude evitar sentir que esta noche había marcado un cambio. No solo en nuestras circunstancias, sino también en la dinámica del grupo... y en mis relaciones dentro de él.

La noche continuó, con Beth cantando suavemente y el fuego crepitando, mientras todos intentábamos encontrar un poco de paz antes de enfrentar lo que el amanecer traería. Pero la tensión entre Daryl y yo permaneció, un recordatorio de que en este mundo, las cosas nunca son tan simples como parecen.

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**¡Gracias por seguir leyendo! ¿Qué les pareció el acercamiento entre Avery y Daryl? ¿Será algo pasajero, o hay algo más profundo allí? Y con la misión de entrar a la prisión a la vuelta de la esquina, ¿qué creen que sucederá? ¡No olviden comentar y votar! Nos vemos en el próximo capítulo. Besos 💋💋**

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