capitulo 8

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El sol brillaba suavemente sobre el patio de la prisión, un raro momento de calma en medio del caos que se había vuelto su día a día. Carol estaba en el patio hablando tranquilamente con Axel, el único prisionero que quedaba con ellos. A pesar de las circunstancias, la conversación era ligera, casi normal, como si por un momento pudieran olvidar el mundo que los rodea.

-- nunca pensé que terminaría cuidando a un grupo como este-- comentó carol, con una leve sonrisa mientras observaba a Beth jugando con judith, la bebé cuyo nombre había escogido su hermano mayor.

--Y yo nunca pensé que encontrarían paz en un lugar como este--respondió Axel, asiendo un tono nostálgico, pero también lleno de una gratitud silenciosa.

Justo cuando carol estaba a punto de responder, un estruendo sordo resonó en el aire. Un disparo, Axel se desplomó había adelante, con un agujero en su ojo izquierdo, la sangre brotando de la herida. Carol gritó, retrocedió en shock mientras el caos estallaba a su alrededor.

Desde las torres de vigilancia, los gritoss de aleta comenzaron a resonar. Los disparos empezaron a llover sobre la prisión mientras que los "soldados" de woodbury, liderados por el gobernador, atacaban con todo su arsenal, en un abrir y cerrar de ojos, la paz se tranformó en un infierno.

Rick apareció corriendo desde el interior de la prisión, seguido de cerca por Avery, quien ya tenía su arco en mano, con una mirada decidida.

--¡Cubranse!-- gritó Rick, mientras  una lluvia de balas y gritos llenaba el aire.

El gobernador, con una sonrisa siniestra, observaba los destrozos a distancia. Con un gesto, ordenó desplegarse sobre una de las mayas de la prisión, separando el patio en dos. Un camión avanzó lentamente, deteniéndose justo en el patio. La puerta trasera se abrió  y, uno a uno, los caminantes comenzaban a caer al suelo tambaleándose hacia los sobrevivientes.

--¡Avery, la malla!-- gritó Rick, mientras intentaba contener la marca de caminantes que se aproximaba.

Avery, con una velocidad sorprendente, comenzó a disparar flechas precisas, cada una encontrando su objetivo en la cabeza de un Caminante. Su concentración era absoluta, sus movimientos fluidos, como si el arco fuera una extensión de su cuerpo. Los Caminantes caían uno tras otros bajo su letal precisión, los hombres de woodbury se habían marchado poco después de dejar los  Caminantes en el patio.

Michonne apareció de la nada, su katana deslizándose a través de los caminantes con una precisión mortal, mientras Daryl y Merle llegaban desde la entrada principal, disparando su ballesta y su escopeta contra el ejército de muertos vivientes, Merle, con una sonrisa torcida, parecía disfrutar del caos mientras que Daryl mantenía su atención fija en proteger a su gente.

--¡No podemos dejar que nos superen! ¡Manténganse firmes! --gritó Rick, luchando por mantener la moral alta mientras la batalla alcanzaba su punto álgido.

Avery disparó una flecha tras otra, eliminando a los caminantes que se acercaban a la prisión. Su respiración era rápida, pero controlada, cada flecha que lanzaba era una promesa de supervivencia para los que estaban detrás de ella.

Cuando finalmente el último caminante cayó al suelo, la prisión quedó en un silencio perturbador, roto solo por los jadeo de los supervivientes, habían terminado con los caminantes.
Avery, aún con la adrenalina corriendo por sus venas, buscó a Daryl entre los sobrevivientes. Cuando sus ojos se encontraron, ella soltó el arco y corrió hacia él, su corazón latiendo con fuerza. Daryl apenas tuvo tiempo de reaccionar antes de que avery los abrazara con fuerza, enterrando su rostro en su pecho.

Pero tan pronto como lo abrazó, lo apartó con una mano y, si previo aviso, le dio una cachetada que resonó en el aire.

--¡no vuelvas a irte así! --dijo con una mezcla de rabia y alivio en su voz. Daryl, sorprendido pero sin perder si carácter, la miró con una sonrisa torcida, entendiendo lo que realmente significaba ese gesto.

--Lo siento, no fue mi intención... --comenzó a decir, pero Avery lo interrumpió.

--No quiero excusas, solo quedate aquí, con nosotros --dijo, bajando la voz al final, como si el temor a perderlo de nuevo fuera demasiado para expresar.

Daryl asintió lentamente, su mirada fija en los ojos de Avery, dejando que el momento hablara por si mismo.



La noche cayó sobre la prisión, y aunque la batalla había terminado, las cicatrices que dejó seguían ardiendo en el ambiente. Pero en medio de la oscuridad, había algo más que supervivencia: La promesa de volver a separarse.

Este capítulo fue intenso y lleno de acción. ¡Espero que hayan disfrutado del reencuentro de Avery y Daryl! No olviden dejar sus comentarios y votaciones para seguir mejorando. ¡hasta la próxima! Besos 💋

EL LEGADO DE LOS MUERTOS [TWD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora