El sol ya comenzaba a declinar cuando Avery salió de los muros de Alexandrua por primera vez. A su lado, Aaron caminaba en silencio, con su rifle colgado del hombro. El aire fresco del exterior contrastaba con la seguridad que habían sentido dentro de los muros, y Avery no podía encontrar evitar sentir una punzada de inquietud en el estómago. Miró brevemente a lo lejos, donde las sombras de los árboles comenzaban a alargarse, y ajustó la correa de su mochila.
__¿Estás lista para esto? __ preguntó Aaron, rompiendo el silencio.
Avery asintió, aunque no estaba completamente segura. La verdad era que estar fuera de Alexandria la hacía sentir más alerta, como si estuviera volviendo a los viejos tiempos. Pero había algo más, una tensión palpable que no había sentido en mucho tiempo. --Lo estaré -- respondió, con una sonrisa breve pero decidida.
Caminaba en silencio, moviéndose con cautela entre los árboles y las casas abandonadas, buscando señales de vida o de peligro. De vez en cuando, Aaron le indicaba que se detuviera para observar algo, pero todo parecía tranquilo... hasta que no lo fue.
A lo lejos, entre los restos de una calle devastada, Avery divisó movimiento. Hizo una señal a Aaron para que se agachada, y ambos observaron en silencio desde una esquina. Tres figuras caminaban tambaleándose, dos hombres y una mujer, pero no aparecían caminantes. Eran humanos... aunque algo no estaba bien en su andar, en sus gestos. Aaron observó con el ceño fruncido y se dispuso a avanzar.
--No. Espera -- le susurró Avery, sujetando del brazo.
__Podríamos acercarnos y hablarles. Quizás necesiten ayuda __replicó Aaron.
__No estoy segura de que sea buena idea. Algo no me gusta __insistió Avery, fijando su atención en el grupo decidieron quedarse ocultos y seguir observando.
Los tres extraños caminaban erráticamente, casi como si estuvieran en trance. De repente, uno de los hombres se abalanzó sobre el otro, sujetándolo por el cuello y lanzándolo al suelo con fuerza. La mujer comenzó a reír de una manera escalofriante, mientras el otro hombre sacaba un cuchillo y lo clavaba en el pecho de su compañero sin titubear. La sangre manchó el pavimento roto, pero lo más perturbador fue la reacción de la mujer comenzó a aplaudir y a reír más fuerte, como si presenciaron un espectáculo cómico.
Avery sintió un nudo en el estómago. Era la primera vez que veía algo así y le recordaba lo frágil que se había vuelto la cordura en ese mundo. Aaron, a su lado, estaba pálido.
__Esos ya no son personas __ murmuró él, con la mandíbula tensa. __Vámonos.
Avery asintió en silencio, y ambos retrocedieron con cuidado, sin querer llamar la atención de los tres lunático. La realidad del apocalipsis siempre había sido dura, pero momentos como ese era una fría muestra de cómo ka humanidad podía descender en la locura cuando todo lo demás se había perdido. En ese mundo no estaba hecho para todos.
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De vuelta en Alexandria, Avery no podía quitarse la imagen de la cabeza. Mientras cruzaban el portón y se dirigían hacia sus respectivas casas, Aaron le dio una palmada en el hombro.
__Hiciste lo correcto allá afuera __ dijo, intentando animarla.
__No estoy tan segura__respondió Avery pensativa. __Pero agradezco que lo veas así.
Aaron asintió antes de despedirse, y Avery se dirigió hacia la casa de Rick, donde Tommy y Judith estaban bajo el cuidado de Carl. Al entrar, la escena que la recibió le hizo sentir un alivio inmediato: Carl estaba sentado en el suelo con los dos bebés, rodeado de juguetes improvisados. Tommy reía a carcajadas mientras Carl movía una pequeña marioneta de calcetín frente a él, y judith, sentada a su lado, aplaudía con entusiasmo.
Avery se acercó con una sonrisa cálida, arrodillándose juntos a ellos.
__¿ Y qué está pasando aquí? __preguntó en tono juguetón.
__Estamos teniendo una fiesta de marionetas__ respondió Carl, levantando la pequeña marioneta como si fuera el gran espectáculo. __Tommy es el más crítico, pero judith está encantada.
Avery rió, tomando a Tommy en sus brazos. El pequeño dejó de reír por un segundo para mirarla con esos grandes ojos curiosos que siempre la derretian.
__Bueno, no todos tienen tus habilidades para el entretenimiento, Carl __Bromeó, mientras acariciaba la cabecita de Tommy.
Pasaron unos minutos más jugando juntos, Carl haciendo reír a los bebés mientras Avery lo observaba, encantada con la dulzura del momento. Era tan raro encontrar instantes como ese en medio del caos, y por un momento, todo parecía normal, como si el mundo allá fuera no hubiera cambiado.
De repente, Avery levantó la mirada y vio a Rick apoyado en la puerta, observándolos en silencio. Había una expresión de ternura en su rostro, una mezcla de admiración y alivio.
Avery le sonrió desde el suelo, mientras Tommy balbuceaba felizmente en sus brazos.Rick devolvió la sonrisa, pero no dijo nada. Simplemente se quedó allí, contemplando la escena como si quisiera guardarla en su memoria, un pequeño recordatorio de que, a pesar de todo, aún podían encontrar paz en los momentos más inesperados.
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Avery adora a sus bebés.
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Besos💋💋
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EL LEGADO DE LOS MUERTOS [TWD]
FanfictionEl Legado de los Muertos": En un mundo devastado por la muerte y la desesperación Avery Harper lucha por mantener la esperanza mientras enfrenta la brutal realidad de la supervivencia. Pero cuando su corazón se ve dividido entre dos hombres que han...