El silencio que siguió fue casi insoportable, una tensión densa que se cernía entre nosotros mientras las palabras de Daryl seguían resonando en mi mente. No estaba segura de cómo responder, pero antes de que pudiera decir algo más, Daryl se enderezó y empezó a caminar de regreso.
-Voy a volver -dijo sin girarse para mirarme-.
Me quedé quieta, observándolo mientras se alejaba. Había tantas cosas que quería decirle, pero las palabras no parecían estar listas para salir. Quizás tenía razón. Quizás necesitaba tiempo para entender lo que realmente quería, lo que realmente sentía. Pero eso no hacía que todo fuera menos doloroso.
Finalmente me levanté de la roca, sintiendo que ya no podía quedarme quieta allí por más tiempo. Necesitaba moverme, pensar, pero sobre todo, necesitaba espacio. Decidí no volver directamente a la casa de Aaron, ni tampoco a la de Rick. No estaba lista para enfrentar a ninguno de ellos todavía. En lugar de eso, empecé a caminar hacia los límites de Alexandria, hacia el muro.
El muro siempre me había dado una sensación extraña. Sabía que estaba allí para protegernos, pero también me hacía sentir atrapada. Me acerqué a una de las torres de vigilancia y subí las escaleras lentamente, queriendo estar sola por un momento.
Desde lo alto, pude ver a la gente abajo. Cada uno de ellos con sus propias preocupaciones, sus propios miedos. Era fácil olvidarlo a veces, con tanto caos a nuestro alrededor, pero todos estábamos lidiando con algo. Me apoyé contra la barandilla, dejando que el aire fresco me despejara la mente.
De pronto, el sonido de pasos suaves subiendo por las escaleras me sacó de mis pensamientos. Me giré y vi a Aaron, que se detuvo al verme.
-Te estaba buscando -dijo, con una pequeña sonrisa comprensiva en el rostro-. Parecías... algo perdida.
-Lo estoy -admití, sin tratar de ocultarlo. Aaron siempre había sido alguien con quien me sentía cómoda. Sabía escuchar sin juzgar, algo que necesitaba en ese momento.
Se acercó y se sentó a mi lado, mirando al horizonte en silencio antes de hablar de nuevo.
-Daryl vino a verme -comentó-. No dijo mucho, pero sé que algo pasó entre ustedes. Y también sé que Rick está... complicado.
Solté un suspiro, cruzándome de brazos mientras intentaba ordenar mis pensamientos.
-Es una locura, Aaron -confesé-. No sé qué hacer. No quiero herir a nadie, pero parece que eso es exactamente lo que voy a terminar haciendo.
Aaron asintió, tomándose su tiempo antes de responder.
-Es normal sentirse así. Nadie puede esperar que tengas todas las respuestas de inmediato. Pero lo importante es que te tomes el tiempo para decidir lo que realmente quieres, no lo que los demás esperan de ti.
Lo miré, agradecida por sus palabras. Sabía que tenía razón, pero seguía siendo difícil. Rick, Daryl... ambos significaban tanto para mí, de maneras diferentes. ¿Cómo iba a poder elegir sin lastimar a uno de ellos?
-Lo que sea que decidas -continuó Aaron, dándome una palmada suave en el hombro-, todos lo entenderán. Solo asegúrate de que sea lo que tú realmente quieres.
Me quedé en silencio, observando el cielo mientras el sol empezaba a bajar en el horizonte. Las palabras de Daryl, las de Rick, y ahora las de Aaron, todas giraban en mi mente, pero una cosa era clara: no podía seguir huyendo de esta situación. Tendría que enfrentarla, tarde o temprano.
Aaron se levantó, dándome una última mirada antes de empezar a bajar las escaleras.
-Nos vemos luego, Avery. Estoy aquí si necesitas hablar.
Asentí, observándolo mientras desaparecía por la torre. Finalmente, me quedé sola, el viento fresco acariciando mi rostro. Tal vez era hora de dejar de correr y empezar a tomar decisiones.
Con un último suspiro, bajé las escaleras lentamente, preparándome mentalmente para lo que vendría. Lo que sea que decidiera, sabía que cambiaría todo.
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El sol ya se había levantado y el sonido suave de las hojas moviéndose con la brisa llenaba el aire en Alexandria. Avery estaba sentada en el porche de su casa, observando cómo Erick jugaba con Tommy en sus brazos. El bebé reía, agarrando con sus pequeñas manos el collar de su tío, pero algo en la expresión de Erick la inquietaba. Parecía distraído, como si su mente estuviera en otro lugar.
Avery cruzó los brazos y lo observó detenidamente.
-Estás raro últimamente, Erick -dijo ella finalmente, rompiendo el silencio-. No has querido salir de aquí en días, y parece que cada vez que te veo estás nervioso.
Erick forzó una sonrisa, pero no llegó a sus ojos.
-No es nada, solo... ya sabes, la situación con los caminantes y todo lo que ha pasado... -murmuró, ajustando a Tommy en sus brazos, como si eso pudiera distraerlo de la conversación.
Avery no estaba convencida. Sabía leer a su hermano mejor que nadie, y podía ver que algo lo estaba molestando más de lo que quería admitir.
-Erick, no me mientas. Te conozco. ¿Qué está pasando? ¿Por qué estás tan tenso? -preguntó, inclinándose hacia él, tratando de captar su mirada.
Él desvió los ojos, apretando los labios, claramente incómodo.
-No es nada, Avery. En serio -insistió, aunque el nerviosismo en su voz era evidente-. Solo estoy preocupado por el grupo, por ti... por todos.
Avery suspiró, sintiendo la frustración burbujear dentro de ella. Sabía que Erick estaba ocultando algo, pero antes de que pudiera presionarlo más, un grito fuerte resonó por toda la comunidad.
-¡Todos, vengan rápido a la casa de Deanna! ¡Reunión importante! -la voz de Rick retumbó a lo lejos con Morgan detras de él, y Avery se puso de pie de inmediato.
Erick pareció aliviado por la interrupción, y se apresuró a pasarle a Tommy.
-Será mejor que vayamos -dijo rápidamente, evitando la mirada inquisitiva de su hermana.
Avery frunció el ceño, pero tomó a su bebé en brazos sin decir nada más. Algo no andaba bien con Erick, y no iba a dejarlo pasar. Pero ahora no era el momento de insistir. La reunión parecía urgente, y Rick no solía hacer llamados como ese sin una buena razón.
-Esto no ha terminado, Erick -le advirtió en voz baja antes de dirigirse hacia la casa de Deanna.
El camino hacia la casa estaba lleno de residentes de Alexandria, todos murmurando entre ellos, claramente inquietos. Cuando llegaron, Rick ya estaba de pie en el centro de la sala, esperando a que todos se reunieran. Daryl y Michonne estaban a su lado, con expresiones sombrías.
-Tenemos un problema -empezó Rick, mirando a cada uno de los presentes-. Hay una horda de caminantes al borde de un acantilado, más grande de lo que hemos visto hasta ahora.
El murmullo en la sala se intensificó.
-Si esos caminantes caen o encuentran otra forma de cruzar, vendrán directamente hacia Alexandria -continuó Rick, su tono grave-. Tenemos que actuar ya.
Avery sintió un escalofrío recorrer su espalda. Habían enfrentado hordas antes, pero la forma en que Rick lo describía, esto era diferente. Sabía que los días tranquilos en Alexandria siempre estaban contados, pero la magnitud de esta amenaza parecía mucho mayor.
-Vamos a necesitar a todos los que puedan luchar -agregó Morgan, cruzando los brazos-. No podemos permitir que lleguen hasta aquí.
Avery observó a Erick, que permanecía cerca de la entrada, su rostro aún más pálido que antes. Definitivamente algo más lo estaba atormentando, pero ahora no había tiempo para resolverlo.
Adiós paz.
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Se que el nombre del hermano de Avery y el nombre de la pareja de Aaron es el mismo pero para diferenciar un poco:
Erick: hermano de Avery
Eric: novio de AaronEsperemos que una K haga la diferencia.
Besos 💋💋
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EL LEGADO DE LOS MUERTOS [TWD]
Hayran KurguEl Legado de los Muertos": En un mundo devastado por la muerte y la desesperación Avery Harper lucha por mantener la esperanza mientras enfrenta la brutal realidad de la supervivencia. Pero cuando su corazón se ve dividido entre dos hombres que han...