EL LEGADO DE LOS MUERTOS [TWD]

cap 28: buena o mala suerte

Aaron no esperaba ver a nadie cuando entró a la casa de Rick. Había ido a hablar con Daryl sobre una patrulla para el día siguiente, pero lo que encontró lo dejó momentáneamente sin palabras. En la sala, Daryl y Avery estaban muy cerca, besándose con una pasión que lo sorprendió.

—Oh, por Dios…— murmuró sin querer, la voz saliendo antes de poder detenerse.

Avery y Daryl se separaron abruptamente, girando hacia la puerta con los ojos muy abiertos. Los tres se miraron incómodamente, atrapados en el momento.

—Aaron— dijo Daryl, su voz baja y tensa.

Aaron levantó las manos en un gesto de disculpa. —No, no quise… solo… quería… hablo luego— balbuceó, sintiéndose torpe. Se dio la vuelta rápidamente y salió de la casa, dándoles espacio.

Avery lo siguió casi de inmediato, tropezando ligeramente con la puerta en su prisa. —¡Aaron! Espera— lo llamó.

Él se detuvo, girándose con una pequeña sonrisa que intentaba calmar la situación. —No tienes que explicarme nada, Avery. No es mi asunto— dijo con suavidad.

Avery se detuvo frente a él, su respiración todavía acelerada y las mejillas encendidas. —Lo siento, solo… no quiero que pienses… no quiero que se vuelva incómodo— dijo rápidamente, tratando de encontrar las palabras correctas.

Aaron negó con la cabeza. —Hey, no tienes que disculparte. A decir verdad, me alegra ver algo de… normalidad por aquí. Un momento de conexión— comentó, sus ojos brillando con comprensión.

Ella lo miró, sorprendida por la falta de juicio en su voz. —¿No te parece… raro?— preguntó, titubeante.

Aaron dejó escapar una pequeña risa. —¿Raro? Avery, estamos en un mundo donde los muertos caminan. Esto es lo menos raro que he visto en mucho tiempo— bromeó, relajando un poco la tensión.

Avery soltó una risa suave, sintiéndose más aliviada. —Supongo que tienes razón. Solo que no quiero que Daryl tenga problemas, o que la gente empiece a hablar… ya sabes, Erick…—

Aaron levantó una ceja. —¿Erick? ¿Él sabe algo?—

Avery negó rápidamente. —No, no sabe nada, y… no quiero que se entere así— dijo, sintiendo un nudo de preocupación en el estómago.

Aaron la observó por un momento y luego asintió con seriedad. —Entendido. Tu secreto está a salvo conmigo. Pero…— la miró con un toque de curiosidad —¿tú sabes lo que quieres?—

Avery desvió la mirada hacia el suelo. —No lo sé. Todo ha pasado tan rápido. Daryl y yo hemos compartido mucho, pero… no sé qué significa para nosotros— admitió, sintiéndose expuesta.

Aaron colocó una mano en su hombro con suavidad. —Sea lo que sea, tómate tu tiempo para descubrirlo. No dejes que nadie te presione, ni siquiera tú misma— le aconsejó, su voz calmada y sincera.

Avery lo miró y sonrió. —Gracias, Aaron. Realmente me alegra tenerte aquí— dijo con sinceridad.

Aaron le devolvió la sonrisa, dándole un ligero apretón en el hombro antes de dejarla ir. —Siempre. Y recuerda, si necesitas hablar, aquí estaré— dijo antes de girarse y alejarse, dejándola con un poco más de claridad en su mente.

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Después de dejar a Tommy con Denise para que revisara la fiebre del niño, Avery caminaba por Alexandria, perdida en sus pensamientos. La comunidad se veía tan pacífica bajo la luz del día, y por un momento se permitió soñar con un futuro aquí, donde la gente vivía en paz y las preocupaciones del exterior no existían. Pero pronto, sus pensamientos volvieron a Daryl y Rick. ¿Qué hago con ellos?