Cap 1. 1

54 8 4
                                    

     Agosto era un mes extraño; frío para los solitarios, cálido para los acompañados y aclimatado para los indolentes. Ya sea de forma negativa o positiva, siempre generaba algo. No era solo un mes, tenía muchos matices complicados de resolver.
     Con esa idea en mente, Taehyung no sabía en qué grupo de personas se encontraba. Actualmente, su vida seguía siendo la misma desde que sus padres se separaron hace algunos meses.
     Ese mes era como ser consciente de que un nuevo año se iba y seguía estando ahí, mirando el techo de su habitación y preguntándose de qué forma podría mejorar en el siguiente que estaba por entrar.

     Nuevamente, ninguna idea se colaba en su cabeza.

     —¡Taehyung, ayúdame a abrir, por favor! —El nombrado escuchó a su madre desde lejos, sin rechistar se colocó de pie y bajó a la primera planta de un inmueble de tres pisos.

     Constaba de una florería en la primera planta y en las dos últimas, estaba su vivienda. Al llegar a la mencionada, se topó con la mujer, saludó y empezó a hacer lo pedido. La Florería tenía alrededor de dos meses en esa nueva ciudad; su madre iba por el tercer negocio “exitoso” de ese año.

     Admiraba que nunca se rendía. Pero le preocupaba que sus bienes matrimoniales se acabaran por su enorme deseo de emprender y validar su persona como ser independiente.

     —¿Te gusta?, ¿te gusta? —Preguntaba la mujer, que respondía al nombre de Leah, haciendo referencia al nuevo letrero que mandó a hacer.

     Era bonito, tenía tonos entre morados y verdes.

     —Me gusta —afirmó Taehyung y mostró una sonrisa comprensiva hacia su madre.

     —Si se conecta, tiene luces led. Soy una genio. Este será mi negocio de vida, estoy segura —decía con suma confianza. Era la tercera vez que Taehyung escuchaba esas palabras en el año. Por esa razón, suspiró entre risas y asintió. Solo iba a dejarla ser. Separarse no era algo sencillo y menos, para alguien que siempre le vendió al menor la idea de que el amor era algo mágico y valioso—. Por cierto, ¿qué hoy no inician tus clases?

     —A las 10 —avisó el menor y miró el reloj. Faltaban, todavía, alrededor de dos horas para ingresar. Por eso, se lo estaba tomando con calma.

     —Ah, perfecto. Entonces, termina de ayudarme y te dejo libre —le avisó la mujer y éste asintió.

     —Por cierto, ¿en dónde está Rowon? —Preguntó Taehyung y notó cómo la cara de la mujer pasaba a ser un poco más neutra.

     —Se fue a clases —respondió con simpleza, dándole menos importancia que la que demostraba su rostro.

     —Te discutió nuevamente —aseguró Taehyung, aun sin escuchar nada de la otra persona—. ¿Debería hablar con él?

     —No —se negó inmediatamente Leah—. Entiéndelo, apenas tiene quince años y no comprende muchas cosas.

     Taehyung no dijo nada más y solo se dignó a ayudar a su madre. Y sí, comprendía a su hermano menor, pero le daba mucha rabia ver cómo era grosero con Leah y la forma explosiva que tenía de responderle; él era más apegado a su padre.

     Le cansaba escucharlos discutir.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
TAUTON's SON [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora