TAUTON's SON [KOOKV]

Cap 1. 3

     Después de esa situación extraña que el omega vivió en la florería, decidió no hacerle caso y tratar de enfocarse en sus cosas. Sin embargo, habían pasado tres semanas desde eso y, en esa semana, habían cuatro horas del curso de Operaciones. En todo ese tiempo, Taehyung no vio a Jeon Jungkook en clase. Sí, no era su problema, pero debía ser muy doloroso perder a un ser querido y más, en esas circunstancias.

     Hizo una mueca ante lo que pensaba y continúo prestando atención a la clase.

     —Taehyung —murmuró Jimin, quien recientemente, se había convertido en un buen amigo—, después del club, ¿qué harás?

     —Ayudar a mi madre en la florería —le respondió con el mismo tono y Jimin rodó sus ojos—. ¿A qué hora cierran?

     —Como a las diez de la noche.

     —Va, cuando cierren, te vienes al karaoke, ¿sí? Te paso la dirección o voy por ti junto a otros amigos. Debes conocer a más gente y a la ciudad —le informó y a Taehyung sí que le gustó la propuesta, por lo que aceptó—. Genial. Será divertido, vas a ver.

     —Por cierto, Jimin —hablo Taehyung esta vez.

     —¿Sí?

     —¿Qué... has sabido de, ya sabes... Jeon Jungkook? —Al hacer la pregunta, Jimin lo miró y soltó un suspiro pesado.

     —Lo mismo que tú: nada. Ni siquiera he visto a su amigo y eso que nunca deja de acosarme —le informó.

     Taehyung hizo una mueca y no preguntó más. No sabía si su interés iba porque sí, o porque la situación de esa señora, la corona y lo que decía, seguían en su cabeza.

     —Va, Jimin. Gracias —murmuró al contrario y al final se enfocó, esta vez, de verdad, en la clase.

     Se pasaban las diez de la noche, Taehyung en ese momento se encontraba cerrando muy apurado, puesto que después de ahí, iba a encontrarse con Jimin. Su mamá también había salido con su hermano menor, así que pudo ser más "puntual" a la hora de cierre. 

     Salió del local e iba a pasar la llave para ya irse, pero se asustó al escuchar un fuerte estruendo casi a su lado. El sonido lo hizo mirar hacia un poste y notó una motocicleta hecha añicos y a una persona extendida en el suelo y boca abajo.

     Mierda, mierda, ¡mierda!

     Pensaba, casi que en un estado de shock, miró alrededor y no había una sola alma, así que se acercó por su cuenta, sin saber qué podía encontrarse al hacerlo.

     —O-Oye, ¿respiras? —Se sentía tonto, porque no sabía qué hacer, así que tomó su celular e iba a llamar a urgencias, pero fue arrebato por el moribundo y estrellado fuertemente al piso—. ¡¿Pero qué te pasa?! ¡¿Para dañar las cosas de la gente sí tienes fuerzas?!