Cap 2. 2

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     Taehyung se encontraba en silencio, sentado en un sofá y mirando alrededor. Jeon Jungkook le pidió que esperara afuera, mientras hablaba con el hombre aterrador en lo que, al parecer, era una oficina. Cuando entró a ese lugar, se sorprendió mucho al saber que, tal espacio, parecía más un casino; entre colores rojos, dorados y muchas luces. Alcanzó a ver una que otra figura política y de pasó, omegas que daban a entender que eran de compañía.

     No sabía cómo sentirse.

     Se colocó de pie y se acercó hasta un balcón que daba vista hacia la primera planta; contemplaba la vida viciosa de cerca y no sabía quién era más miserable, si él o ellos.

     Soltó una pequeña risa al pensarlo y negó con su cabeza.

     En eso, se escuchó la puerta de la oficina ser abierta y miró en esa dirección. De ahí, salió el otro hombre que aún no sabía su nombre y decidió bajar las escaleras hasta la primera planta. En ningún momento lo miró.

     —Taehyung —Se asustó al escuchar su nombre y volvió a mirar hacia la puerta, percatándose de que era Jeon Jungkook quien lo estaba llamando—, pasa, por favor —le pidió. Éste respiró profundamente e hizo lo pedido. No pudo evitar mirar con cuidado el espacio. Sí, era una oficina, pero la decoración era un poco... diferente. No combinada, para nada, con él—. ¿A qué viniste? —Preguntó— No te lo he dicho yo, pero es claro que este lugar no es un parque de diversiones, como para que se te ocurra pasear por aquí.

     El omega comprendía lo que decía y solo se limitó a asentir.

     —Necesitaba verte lo antes posible. Más bien, quería hablar contigo, pero no tenía forma de comunicarme —empezó a explicar.

     —Se claro. Necesito que te marches lo antes posible —pidió.

     Taehyung soltó un suspiro cansado al ver esa actitud pedante que siempre le exponía.

     —Hoy llegó una mujer a la florería de mi madre y... bueno, honestamente no sé ni cómo decirlo; te conoce, de alguna forma —le informó y miró sus manos, a la misma vez que jugaba con ellas. La mirada de Jungkook era demasiado seria e intensa.

     Iba a continuar hablando, pero miró en dirección a un perchero. Ahí, había una camisa de botones y lo que llamó su atención, fueron las mangas cubiertas de una tinta roja. Era la camisa que llevaba puesta cuando se encontraron afuera, lo supo porque la que traía ahora, era de otro color.

     Frunció su ceño, mientras seguía pensando.

     ¿Tinta roja?

     ¿O qué era eso?

     —Taehyung —habló, nuevamente, Jungkook—, continúa.

     El nombrado volvió a mirarlo, relamió sus labios e hizo lo pedido.

     —La mujer pidió una corona fúnebre, con tu nombre —soltó sin más y notó en Jungkook una mirada de sorpresa.

     —¿Corona fúnebre? ¿Para qué? —Insistió para que siguiera hablando.

     —El caso aquí, es que no es la primera vez que me pide una —le aclaró, mordió muy fuerte su labio inferior y al final dijo—: también pidió una con-

     —"Jeon Junhoo, descansa en paz, amor mío" —lo interrumpió y miró en dirección a Taehyung; este tenía un semblante tenso y sus manos temblaban mientras las mantenía juntas.

     Jungkook soltó un suspiro cansado y recostó su espalda en la silla.

     —Sí, eso... decía —afirmó.

TAUTON's SON [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora