TAUTON's SON [KOOKV]

Cap 4. 4

     Rowon se encontraba en silencio y sentado en su cama; abrazaba sus piernas mientras pensaba en todo lo que había sucedido desde que había salido de su casa.

     ¿En qué estaba pensando cuando creyó que podía hacerse cargo de él mismo?

     Hizo un puchero y abrazó más fuerte sus piernas.

     Quería a su mamá.

     —Mañana nos iremos con el Sr. Bromo —decía otra persona, mientras ingresaba a la habitación compartida.

     —¿A dónde? —Preguntó Rowon al chico que lo había ingresado en esa vida.

     —Aún no lo sé —le respondió—. Tengo entendido que atraparon al infiltrado en esa casa y lo dejaron como a un colador.

     El menor se quedó sorprendido y en completo silencio.

     —¿A… Carlie? —Preguntó—. ¿La persona que conocí hace dos días?

     —Ese mismo —respondió con una cínica tranquilidad, mientras se sentaba en su cama y sacaba sus zapatos—. Aunque se sabía que no iba a durar nada. Al Sr. Bromo ya no le servía, así que lo mandó a la boca del lobo.

     Después de decir eso, un silencio incómodo se adueñó del ambiente de ese cuarto pequeño. El mayor lo observó por un rato y después se rió.

     —Cálmate, niño. No vas a morir —le aseguró y palmeó su hombro con una de sus manos—. No me ha dicho la razón, pero, al parecer, le eres muy útil. Incluso, estando metido en este hueco sin hacer una mierda.

     Rowon frunció su ceño al no entender sus palabras y escondió su rostro entre sus piernas.

     —¿Quién era esa persona? —preguntó muy nervioso—. La que arrastramos a la Casa de Apuestas —especificó.

     —Ah, la madre del jefe —respondió y Rowon al escucharlo, levantó su cabeza en un movimiento rápido y se quedó completamente en shock.

     —¿De-de qué hablas?

     —No preguntes mucho o no te darás cuenta cuando entres por completo en este hueco. Aunque, bueno, arrastrar el cuerpo sin vida de un familiar de los jefes finales, ya es una buena forma de untarte con la mierda —se burló—. No entiendo cómo el Sr. Bromo sabe tantas cosas de esas personas, pero siempre estamos un paso adelante.

     Rowon no dijo más, puesto que sintió cómo su estómago se revolvió y su garganta se cerró. Dejándolo sin aire y con una preocupación que no sabía cómo gestionar.

     ¿En qué carajos estaba pensando?

     Se había arruinado la vida por no saber los límites de su rebeldía.

     —No hablo con asesinos. Vete —exigió el castaño, mientras se encontraba sentado en una esquina de la oscura habitación y con sus ojos muy irritados, dando indicios de que había durado un buen rato llorando.