Cap 3. 3

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     —Entonces, ¿dices que llegó con sus hombres, tuvo la capacidad de vencer a los nuestros y llevarse a ese omega, sin recibir algún daño grave? —Preguntaba de forma retórica, una persona que se encontraba sentada detrás de un gran escritorio.

     Frente a él, estaba de pie la mujer causante de todo el lío anterior; su cabeza gacha y su cuerpo tembloroso, demostraban lo muy asustada que se encontraba.

     —Ya… sabemos que tiene un punto débil, señor —le dijo Eve, tratando de salvar la situación.

     El hombre soltó una risa tranquila, sacó de sus labios un cigarrillo y asintió con su cabeza.

     —¿Está a la vista? —Preguntó de forma directa y, el silencio de Eve, le dio una clara respuesta— ¡A mí de qué me sirve saber su punto débil si no sé dónde carajos está! —Vociferó, dio un manotazo en el escritorio y con el mismo impulso, se colocó de pie— ¡¡Tanto dinero invertimos para esta mierda y solo hallo pérdidas!!

     —Yo-yo le dije que debíamos matarlo en el momento que tuvimos contacto, señor, pero usted-

     —¡¡PIENSA CON ESA JODIDA CABEZA!! —Le gritó aún más fuerte y la mujer, al sentirse asustada, dio pasos hacia atrás— ¡¿PARA QUÉ VOY A MATAR A ESA ESCORIA SI ESA GRABACIÓN PASARÁ A MANOS DE OTRO LÍDER NACIENTE?! ¡NO ES MUY DIFÍCIL TENER SENTIDO COMÚN, MALDICIÓN!

     —No se sabe nada de ellos, porque están debilitados, señor. —Entró a la discusión un tercero y se colocó en medio de Eve y él, puesto que la mujer estaba a nada de desplomarse por la cantidad de feromonas amenazantes del contrario. —Solo debemos ser pacientes.

     —¿Pacientes? Esperar a que esas ratas tomen fuerza otra vez, ¿es lo que tratas de decirme? —Preguntó y soltó una risa irónica.

     —Sí, exactamente, a eso me refiero —aseguró el más joven y no dudó en acercarse al escritorio y plantarse cara a cara con el alfa mayor—. Jeon Jungkook sigue siendo un niño, apenas está agarrando lo que es la verdadera “calle”. No dude en que volverá a equivocarse y nos dejará un espacio para pisarle la cola otra vez.

     —De nada sirve que nos muestre la cola, si nadie tiene los huevos de pisarla con precisión —le aclaró el hombre y, el más joven, sonrió ante lo dicho.

     —Yo me estoy encargando de eso —aseguró.

     —Sorpréndeme, entonces.

     —Tendrá la capacidad de escoger por dónde pegarle más fuerte, se lo aseguro. —No dijo más, tomó del brazo a Eve y con una simple reverencia, salió junto a la mujer.

     El alfa mayor soltó un suspiro pesado, volvió a sentarse y miró en dirección a una TV encendida. En ella, se ilustraba lo que era un debate entre candidatos presidenciales. Las elecciones estaban a la vuelta de la esquina.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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