Cap 2. 4

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     Leah se encontraba sentada en el banquillo de recepción de la florería, su mirada perdida y cansada, solo avisaba que había pasado las noches en vela; pensaba en dónde podía estar su hijo, si algo le había pasado, si esta era una vil broma de la vida.
     La mujer registró su habitación, sus cosas, hasta el último mugre de su espacio, pero no hubo indicios de nada. Desde el primer momento, fue a la policía y le dijeron que debía esperar setenta y dos horas para reportar su desaparición. Lo esperó, sí. Colocó la denuncia y por alguna extraña razón, no ha visto movimientos de las autoridades al respecto.

     ¿Por qué?

     ¿Qué estaba pasando?

     Bajó su cabeza y mordió muy fuerte su labio inferior.

     En eso, la puerta cerrada del negocio se escuchó ser tocada. La mujer miró en dirección a ella e iba a ignorarla, pero empezaron a tocar mucho más fuerte. Y por tal motivo, se colocó de pie y se acercó para abrir.

     —Lo siento, pero no estamos atendiendo —informó e iba a cerrar, pero la persona metió su mano.

     —¡Disculpe! Hola, soy Jimin, amigo de Taehyung. ¿Él… se encuentra enfermo o algo? Es que no me contesta y ya van dos días que no asiste a clases —iba a continuar hablando, pero notó cómo en la mujer sus ojos se llenaban de lágrimas, lo cual, hizo que se alarmara—. ¿Pasó… algo? —Preguntó, con mucho miedo ante la respuesta.

     —E-Es lo que no sé —respondió y colocó sus manos en su rostro, en un intento de cubrir su desespero—. Supe de él hace dos días, lo regañaba porque estaba en Wolf Street, pasadas las diez de la noche, eso es otro distrito y yo-

     —Espere, ¿Wolf Street? —Preguntó para asegurarse y la mujer asintió.

     En el omega, se desplegaron la cantidad de recuerdos de un Taehyung preguntando por esos delincuentes, por sus vidas, por la Casa de Apuestas, esa que sí, estaba en ese distrito.

     Y si…

     —Yo-yo hasta denuncié, pequeño, pero-pero no entiendo porqué no pasa nada —seguía hablando la mujer, ahogada en su propio llanto—. Fui hasta Wolf Street pero no supe por dónde empezar a buscar. No sé, siquiera, si es una broma de mal gusto por su parte. No-no lo regañé tan fuerte.

     —Señora —habló esta vez Jimin.

     —¿Hmm? —Lo miró con atención, mientras trataba de limpiar sus ojos.

     —Creo que sé por dónde empezar a buscar.

     Un “tic-tac” se escuchaba en medio de una enorme sala de estar, Jungkook se encontraba en silencio, a la misma vez que esperaba sentado en un sofá de cuero negro

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     Un “tic-tac” se escuchaba en medio de una enorme sala de estar, Jungkook se encontraba en silencio, a la misma vez que esperaba sentado en un sofá de cuero negro. Estaba metido en la boca del lobo. Sin embargo, no se sentía asustado.

     —Qué sorpresa —decía una mujer, mientras ingresaba y lo miraba con desdén—. Pensaba que no te importaba lo que hiciese con ese niño.

     —Supongo que no tengo corazón para dejar a un alma que no tiene la culpa, en medio de esto —mencionó y miró seriamente a la mujer.

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⏰ Última actualización: Oct 15 ⏰

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