Cap 2. 5

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     —¡Que estoy seguro que él estuvo aquí! —Decía un pequeño omega, frente a la puerta principal de la Casa de Apuestas y discutiendo con algunos guardas.

     Habían llegado hace medía hora, más o menos. Tenían la idea de hablar con calma, pero la situación fue escalando hasta el punto de sentirse desesperados.

     Leah, a diferencia de Jimin, se encontraba en silencio y pensando muchas cosas.

     ¿Por qué su hijo estaba en ese lugar?

     ¿Qué estaba haciendo ahí?

     Respiró de forma profunda y tomó el hombro del omega menor, con la intención de calmarlo, puesto que era consciente de que no había forma de conseguir algo de esa manera. En eso, de adentro del lugar, se observó a un alfa acercarse a ellos dos; tenía un aura muy pesada y amenazante.

     —¿Esta es la situación que no pueden controlar? —Habló tal hombre y miró a uno de los guardas. Éste solo pudo bajar su cabeza al sentirse apenado.

     —¿Ah? O sea, ¿tú sí puedes? —Enfrentó Jimin y miró hacia arriba, justo a los ojos del alfa.

     —Niño —murmuró Leah—, debemos calmarnos.

     —No, estas escorias huelen el miedo. Y-y puedo estar muy asustado, pero no me voy a callar —le aseguró a la mujer y volvió a mirar al más alto.

     —Deberías escuchar a la señora, pequeño altanero —dijo sin más y eso ofendió a Jimin.

     —¿Qué? ¿Pequeño qué? ¡Aquí desapareció un omega hace dos días y estoy seguro de eso!

     Yoongi se mantuvo en silencio unos segundos, mientras notaba cómo las personas que ingresaban, miraban con demasiada atención lo que estaba sucediendo. No iba a permitir que empeorase más.

     —Llevenlos atrás hasta que se calmen —le pidió a los guardas e iba a ingresar nuevamente. Éstos iban a acercarse al omega “rebelde”, pero Leah se metió en medio.

     —E-esto no es necesario —aseguró—. Vamos a irnos. Disculpen los inconvenientes.

     En eso, un auto negro se detuvo frente al lugar y uno de los guardas se apresuró para abrir la puerta de él. Leah lo miró y se sorprendió al identificarlo; era el mismo del que vio salir a Taehyung hace un tiempo.

     Su corazón empezó a retumbar de forma desenfrenada.

     De tal auto, salió otro alfa, mucho más serio que el de la puerta; éste era más joven, pero con un aura mucho más pesada. Solo observaba cómo se mantenía en silencio y le entregaba las llaves a otra persona.

     —¡Jeon Jungkook! —Habló Jimin y trató de acercarse a él, pero otro se colocó en medio y empujó al menor, haciéndole entender que no debía dar un paso más.

     El nombrado, frunció su ceño al escuchar esa voz y se sorprendió al ver al compañero de Kim Taehyung, sentado en el piso por el contacto repentino con uno de sus guardas. Iba a hablarle, pero, tras él, vio a una señora con unos ojos repletos de desesperación.

     No supo de dónde asumió que era la madre de esa persona.

     Mierda, no se sentía en condiciones para mirarla. No en ese momento.

     Soltó un suspiro pesado y dejó caer su cabeza hacia atrás.

     —¡Jeon Jungkook! —Volvió a hablar Jimin, a la misma vez que trataba de limpiar su pantalón— ¡Sabes perfectamente porqué estamos aquí!

TAUTON's SON [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora