𝐒𝐏𝐈𝐃𝐄𝐑𝐁𝐎𝐘, newtmas

05. I have powers!?

DOLOR, eso es lo que sentía Thomas acompañado de un intenso mareo, se sentó en el asiento del fondo sosteniéndose a si mismo. Desde que salieron de la Industria se sentía un poco mareado, quizás fue el viaje, algo que comió, o algo que lo mordió.

El rubio lo miraba atento, notaba su piel pálida y las venas resaltando de sus manos, algo que ciertamente encontró atractivo pero no era el momento, Thomas no se veía bien.

—Thomas.—le llamo, camino y se sentó a su lado bajo la atenta mirada de Teresa, Winston y Sarten e incluso Minho.

El nombrado levantó su vista enfocando al rubio, quizás era producto de su imaginación o del mareo pero parecía un radiante ángel.

—¿Ya llegué al cielo?

Algunos rieron, Teresa rió avergonzada por lo dicho, no sabía que tan impulsivo podía ser Thomas con sus palabras.

Newt sintió un poco de calor en sus mejillas pero intento mantenerse relajado.

—No te sientes bien.—afirmo con seguridad, miro a sus amigos.—¿Está pálido, verdad?

Entonces todos lo miraron, Newt apoyo su mano en la frente de Thomas para calcular su temperatura.

—Y está ardiendo en fiebre.

Teresa se acercó preocupada.

—¿Por qué no nos avisaste antes?—le regaño la joven de orbes celestes.—Tenemos que llevarte al hospital.

Thomas ante la mención de hospital se alarmó, odiaba los hospitales, en especial las agujas.

—No, no.—comenzo a negar.—Estoy bien, mira.

Se levantó de su asiento dando unos pasos para asegurar su completo bienestar pero un mareo intenso hizo que todo el lugar se moviera repentinamente, Minho logro atrapar su brazo antes de que cayera al suelo.

—¿Está todo bien por allí?

La profesora miro al grupo desde la parte delantera del autobús. Thomas la miro y levanto el dedo pulgar como afirmación.

—Que necio, deberíamos llevarlo a un hospital.—intervino el rubio viendo el estado de Thomas.—No es una pregunta Thomas, no luces bien.

—No por favor.—le pidió.—No me gustan los hospitales, tomare una siesta cuando llegue a casa y me despertare bien.

Que testarudo.

Newt miro a los amigos de Thomas esperando que aportarán su opinión, era muy obvio que Thomas debía ir a un médico.

—Lo llevaremos a su casa, le diremos a sus padres de su estado y si no mejora lo llevarán a un hospital.—sentencio la peli-negra.—Si lo llevamos ahora él nos odiara, menos a ti Newt, pero a nosotros si.

El rubio suspiro, miro al chico de lunares dudando si debía hacerle caso a los amigos de Thomas, finalmente optó por no contrarear la desición de la mejor amiga de Thomas.

Se encargaron de sentar nuevamente a Thomas en el asiento y cuando el bus arranco todos se separaron nuevamente para tomar sus propios asientos.

Thomas sentía su piel picar, calor y mareos, pero prefería aguantarse aquello que el piquete de las agujas en su cuerpo.
De niño aguanto muchos piquetes de agujas debido a sus problemas de salud que tuvo de pequeño y no pensaba volver a dejar que atravesaran su piel con aquella cosa nuevamente.

Newt volvió a su lugar junto con Minho, aún manteniendo su rostro preocupado, pues lo estaba, quien sabe lo que le ocurrió a Thomas y aún creía firmemente que debía ver un médico. Su amigo asiático lo miro con una sonrisa burlona.