LXIV

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El ambiente en la cafetería se llenó de un silencio incómodo tras la conversación. Los últimos clientes del día se habían ido, dejando tras de sí el aroma persistente de café y pastel recién hecho. TN se quedó en la cocina, limpiando en silencio mientras sus pensamientos la abrumaban.


La conversación con sus amigos seguía resonando en su cabeza. "Quizás solo necesita tiempo", había dicho su amiga con esa calma característica. Y aunque sus palabras tenían sentido, no lograban consolar la inquietud en el corazón de TN. Se sentía como si estuviera atascada en un ciclo interminable, sin poder avanzar, atrapada entre el pasado y un futuro incierto.


Sabía que Bakugo manejaba el estrés de una manera diferente, siempre lo había hecho. Era el tipo de persona que guardaba sus sentimientos para sí mismo, que prefería cargar con el peso de sus problemas en silencio antes que compartirlos. Pero eso no hacía que la ausencia de su amigo doliera menos.


Mientras TN recogía las tazas vacías, sus manos temblaban ligeramente. Habían pasado años desde aquella última conversación bajo la lluvia, y sin embargo, seguía recordándola como si hubiera ocurrido ayer. Cada palabra, cada mirada, cada silencio. Se repetía en su cabeza una y otra vez, como un eco persistente que no podía ignorar.


"¿Por qué no vino a verme?"La pregunta surgió de nuevo, acompañada de una punzada de dolor en el pecho. Se había hecho esa pregunta tantas veces que había perdido la cuenta. En los primeros meses después de haber dejado la U.A., se había convencido de que Bakugo estaba demasiado ocupado, que su vida como héroe simplemente no dejaba espacio para nada más. Pero con el tiempo, esa explicación se volvió menos convincente. ¿Cómo era posible que alguien con quien había compartido tanto simplemente la olvidara?


"Quizás me odia", pensó, sintiendo el nudo familiar formarse en su garganta. Quizás Bakugo la culpaba por cómo terminaron las cosas, por haberlo dejado todo atrás y haberse marchado. Y si era así, ¿realmente podía culparlo? Había sido ella quien tomó la decisión de irse, de alejarse de ese mundo que una vez fue tan importante para ambos. Pero había tomado esa decisión porque sentía que no tenía otra opción. La presión, las expectativas, el miedo... todo se había vuelto demasiado. Pero eso no significaba que no se sintiera culpable.


"Tal vez es hora de pasar página," pensó TN, aunque la idea se le hacía amarga. No quería admitirlo, pero quizás era el momento de dejar atrás ese capítulo de su vida. No podía seguir aferrándose a algo que claramente ya no existía, a una persona que ni siquiera se había molestado en ver cómo estaba después de todos estos años. Se sentía estúpida por haber esperado tanto, por haber seguido apoyándolo en secreto, por seguir sintiendo algo por él después de tanto tiempo.


Mientras terminaba de limpiar, el sonido de la campanilla de la puerta anunció la entrada de una figura familiar. Era su "padre", el detective que la había cuidado y guiado durante todos estos años. Él le sonrió con cansancio mientras se acercaba al mostrador.


"¿Día difícil?" preguntó él, notando la expresión de TN.


Ella asintió ligeramente, forzando una sonrisa. "Solo un poco cansada, eso es todo."


El detective la observó por un momento, con esa mirada que siempre parecía ver más de lo que ella quería mostrar. "¿Cómo estuvo el día? ¿Vinieron tus amigos?"

¿ eres boba o qué? * bakugo x tnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora