capitulo 5

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El grupo avanzaba con cautela por los lúgubres pasillos de la prisión. La oscuridad se cerraba alrededor de ellos, haciendo que cada sonido resonara como un eco aterrador. La humedad se colaba por las grietas de las paredes, llenando el aire de un olor rancio y penetrante. Rick iba al frente, con Daryl cubriendo su espalda y Shane flanqueando al resto. Avery se encontraba entre ellos, sus ojos analizando cada rincón en busca de peligro.

Glenn y Maggie estaban más atrás, intentando mantenerse cerca sin hacer demasiado ruido. Hershel, con pasos algo vacilantes, intentaba no quedarse atrás. Sabía que debía ser fuerte por su hija, pero su edad y la fatiga no ayudaban.

De repente, un gruñido resonó en el pasillo. Un grupo de caminantes apareció desde la oscuridad, tambaleándose hacia ellos. La confusión estalló, y todos se dividieron en diferentes direcciones.

—¡Maggie! —gritó Hershel, su voz cargada de preocupación. Avanzó hacia la dirección en la que había visto a su hija desaparecer con Glenn.

Pero antes de que pudiera alcanzarla, sintió un dolor agudo en su pierna. Uno de los caminantes había emergido de las sombras y lo había mordido. El grito de dolor de Hershel resonó en el pasillo, alertando a los demás.

—¡Papá! —Maggie apareció, corriendo hacia él, pero Glenn la detuvo. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras veía a su padre desplomarse.

—¡Aquí! —gritó Rick, indicándoles que entraran en una habitación cercana. Mientras Glenn y T-Dog lo arrastraban hacia adentro, Rick sacó su machete. El sudor perlaba su frente, pero sabía que no había tiempo que perder.

Con un solo golpe, Rick cortó la pierna de Hershel. La sangre salpicó el suelo, y los gritos de Hershel se ahogaron en la oscuridad. Glenn y T-Dog improvisaron una camilla y lo llevaron al bloque de celdas donde Lori y Carol ya estaban preparando el espacio para tratar de salvarle la vida.

Una vez que dejaron a Hershel a salvo, Rick, Daryl, Shane, Glenn, y Avery volvieron al pasillo principal. Sus respiraciones eran pesadas, y la tensión entre ellos era palpable. La prisión no solo era un refugio, sino también una trampa mortal.

Cuando llegaron al comedor, encontraron a varios hombres tras una reja. Eran prisioneros, sucios y malolientes, con la desesperación reflejada en sus ojos. Uno de ellos, un tipo corpulento con una barba rala, tenía un arma en la mano, pero los demás estaban desarmados y evidentemente aterrorizados.

—¡No queremos problemas! —gritó el líder de los prisioneros—. Solo queremos salir de aquí.

Rick los observó con cautela, su mano descansando en la culata de su revólver.

—Si quieren salir, tendrán que ganárselo —respondió Rick con frialdad.

Mientras hablaban, uno de los prisioneros, un hombre con una sonrisa desagradable, clavó sus ojos en Avery. Su mirada era lasciva, y no hizo ningún intento por disimularlo.

—Vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? —dijo, su voz impregnada de insinuaciones—. Tal vez podrías quedarte con nosotros, nena. Estoy seguro de que podríamos hacerte sentir... bienvenida.

Avery sintió un escalofrío recorrer su espalda. Estaba a punto de responder cuando Daryl se interpuso entre ellos, su expresión endurecida.

—Si le vuelves a hablar así, te rompo el cuello —gruñó Daryl, apuntándolo con su ballesta.

El prisionero retrocedió, levantando las manos en señal de rendición, pero no pudo evitar lanzar una sonrisa socarrona.

—Solo estaba bromeando —dijo, pero su tono sugería lo contrario.

Rick ignoró el intercambio y se centró en la situación. Los prisioneros querían regresar a sus celdas originales, pero Rick sabía que eso no era posible. Con la voz firme, les ofreció un trato.

—Les daremos otro bloque de celdas —dijo Rick—. A cambio, compartirán la comida y no habrá problemas. Si no les gusta, son libres de probar suerte en la carretera.

El líder de los prisioneros asintió, aceptando a regañadientes. Rick les asignó un bloque diferente y les ordenó que comenzaran a despejarlo. La tensión seguía palpable mientras se dirigían a limpiar el área.

Mientras despejaban, Rick le indicó al prisionero con el arma que abriera solo una puerta para controlar la cantidad de caminantes que entraban. Sin embargo, el hombre abrió ambas puertas de golpe, dejando que una horda se abalanzara sobre ellos.

El caos estalló. Rick luchaba por su vida cuando vio que el prisionero le lanzaba un caminante, intentando aprovechar la distracción. Afortunadamente, Daryl apareció y lo salvó en el último momento. Rick no dudó; con un solo movimiento, clavó su hacha en la cabeza del traidor.

El prisionero cayó al suelo, muerto al instante. Los otros prisioneros observaron, aterrorizados.

—Fue un accidente —balbuceó uno de ellos.

—No es un accidente cuando intentas matar a alguien —respondió Rick, su voz fría y decidida.

El otro prisionero, un hombre alto y moreno, levantó la barbilla con orgullo.

—Nunca he rogado por mi vida, y no voy a empezar ahora —dijo.

Rick respetó su valentía, pero aún así lo mantuvo vigilado. Mientras tanto, el prisionero que había intentado huir se encontró atrapado en el patio exterior, rodeado de caminantes. Rick lo dejó allí, sin asegurarse de su destino.

De vuelta en el bloque de celdas, Rick les dijo a los dos prisioneros restantes que sacaran los cuerpos de los caminantes y los quemaran.

—Si no lo hacen, esto va a oler peor que el infierno —advirtió Rick antes de irse.

Mientras el grupo se retiraba, Daryl y Avery se quedaron atrás. La tensión entre ellos se había intensificado desde su última confrontación con los prisioneros. Daryl le lanzó una mirada a Avery, una mezcla de preocupación y algo más oscuro.

—Cuidado con los prisioneros —murmuró Daryl—. No me gusta cómo te miran.

—Puedo cuidarme sola, Daryl —respondió Avery, aunque en su interior sintió un calor diferente al hablar con él.

—No es cuestión de si puedes o no —dijo Daryl, acercándose un poco más—. Es cuestión de que no quiero que te pase nada.

La intensidad en su voz hizo que Avery se quedara sin palabras por un momento. El aire entre ellos se cargó de una electricidad que casi podía sentirse. Antes de que pudiera responder, Daryl se inclinó un poco más cerca, sus ojos fijados en los de ella.

El pasillo estaba oscuro, y por un instante, pareció que el mundo exterior se desvanecía, dejándolos solos en ese momento. El roce de su mano en el brazo de Avery fue suficiente para enviar un escalofrío por su columna.

—Vamos —dijo finalmente Daryl, rompiendo el silencio—. Es hora de irnos.

Pero el momento quedó suspendido, una promesa de algo más que ambos sabían que no podría ignorarse por mucho tiempo.







Que les pareció el capítulo? Trato de hacerlo lo mas parecido a la serie pero tendrá algunos cambios, ¿quieren que la historia se desarrolle con daryl o con rick? Muchas gracias por leer, por favor voten y comenten , besos 💋💋

EL LEGADO DE LOS MUERTOS [TWD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora