Capítulo 11: Mariposas

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Capítulo 11: Mariposas.

Elizabeth:

Me encuentro sentada en una pequeña silla en un rincón de la azotea de la escuela.

Hay un completo silencio, únicamente interrumpido por el sonido que hacen mis tacones cuando le doy leves golpecitos al suelo.

Nunca antes había venido a este lugar, es una pérdida de tiempo para mi debido a que soy la capitana del equipo de animadoras.

Siempre estoy rodeada de gente, este lugar es tan solitario, pero lo encuentro extrañamente tan relajante.

No estoy aquí por casualidad, estoy aquí por Adam.

El lugar al que él acostumbra a pasar el tiempo, es la azotea.

Observo a la nada, completamente perdida en mis pensamientos.

Hoy, impulsada por un nuevo propósito, subí las escaleras con determinación.

Es cansado subir tres pisos por las escaleras, y más pesado aún es hacerlo con tacones.

Ni siquiera haciendo volteretas me han dolido tanto los pies como ahora.

Todo para encontrar este lugar vacío.

Un viento suave acarició mi rostro, y el sol brillaba tenuemente sobre la azotea desierta.

Pensaba en Adam. Desde que Leila me contó sobre él, algo dentro de mi se había encendido.

Siento una mezcla de ansiedad y excitación que no es normal en mi.

De repente, una sombra cubrió mi vista, y alcé la mirada, con el corazón latiendo más rápido de lo que hubiera podido imaginar.

Delante de mi, como salido de un sueño, estaba Adam.

Era aún más impresionante de lo que recordaba: tan alto como Jason, con facciones marcadas, su piel morena brillando bajo la luz del sol, y esos rizos desordenados que parecían encajar perfectamente con su porte despreocupado.

Bajé la mirada siguiendo su cuerpo, deleitandome con un torso para nada exagerado como el de los deportistas, con músculos suaves que le dan un toque muy sensual. Brazos igual de sencillos y piernas largas.

Tal como me gustan.

Lo escuché carraspear y nuevamente subí la vista hacia su cara.

Sus labios gruesos esbozaban una mueca, y sus hermosos ojos marrones me observaban con una mezcla de curiosidad y molestia.

No recordaba que este chico fuera tan hermoso. Probablemente porque antes solo tenía ojos para Jason.

Me he perdido de cada delicioso bombón por estar detrás del idiota de Jason.

Ni siquiera me había fijado en el bombón de chocolate que tengo adelante ¿Qué había estado haciendo hasta ahora?

Te entiendo T/N, yo también me enamoraría tan rápido de este chico.

- ¿Ya terminaste de devorarme con la mirada?- Preguntó Adam, cruzando los brazos sobre su pecho. Su tono era serio, casi cortante.

Sentía cómo el calor subía a mis mejillas y puedo visualizarme tan roja como un tomate, avergonzada de haber sido atrapada mirándolo tan descaradamente.

¿Qué me pasa? No era la primera vez que lo veía, pero nunca antes lo había observado tan de cerca. Hasta ahora, Jason había sido el único en mi radar, pero este chico... es diferente.

Me levante lentamente, tratando de recuperar la compostura, aunque mi corazón sigue desbocado.

Adam estaba tan cerca que apenas tenía que alzar un poco la vista para mirarlo a los ojos.

Aunque él era alto, más o menos de la misma estatura que Jason, por lo que con mis tacones estoy casi a su altura.

A pesar de eso, me siento tan diminuta bajo su intensa mirada.

- ¿Qué haces aquí? - Preguntó con una mezcla de curiosidad y desdén- No es normal que alguien tan ocupada como la capitana de las animadoras pierda el tiempo en un lugar así.

Adam esta a la defensiva, no es tonto y eso me gusta.

Sonreí, una sonrisa dulce pero con un toque seductor, y mantuve la mirada fija en él.

Hay algo en Adam que me gusta, algo que me hacía querer conocer más. Ese algo que no se puede explicar, digamos que es instinto.

Quizás son sus ojos, que parecen desafiarme, o tal vez era el simple hecho de que él parecía no impresionarse con mi usual encanto.

El que no me observé de la misma forma en que lo hacen todos los hombres dentro y fuera de esta escuela, como si fuera una muñeca rubia sin cerebro y con grandes tetas.

- Tenía curiosidad- Respondí finalmente, dejando que las palabras flotaran en el aire. Mi voz era suave, pero cargada de intención.

Adam frunció el ceño, impaciente.

- Si no tienes nada que hacer aquí, mejor vete. No me gustan las interrupciones.

-¿Me estás echando de aquí?- Pregunté

-Sí, lo que oíste ¿O estas sorda?

Auch, que directo, una nalgada dolía menos.

Mantuve la sonrisa dulce, sintiendo que el desafío me hacía querer quedarme más tiempo solo por molestarlo.

Pero en lugar de insistir, me acerque un poco más a él, lo suficiente para sentir la tensión en el aire y respirar su colonia, luego me di la vuelta.

- Está bien- Dije mientras comenzaba a caminar hacia la puerta-. Nos vemos mañana.

Adam me observó, sin responder.

Probablemente pensando que me volví loca.

Por mi parte, baje las escaleras con una sensación nueva revoloteando en mi cuerpo.

Esas mariposas que creía haber dejado atrás con Jason.

Más que mariposas en el pecho, siento mariposas en la vagina.

Mis pensamientos no son normales, creo que estoy ovulando.

Necesito hablar con mis amigas. Adam es un nuevo enigma, uno que con gusto voy a descifrar.

Ya había entendido el encanto de ese lugar; la azotea de Main High Scool, que para mi siempre había sido un espacio inútil, alejado del bullicio y la atención que tanto me gusta.

Este es perfecto para cuando quieres estar sola y que no te interrumpan.

Un lugar perfecto para estar con Adam.

Volvería muy pronto.


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Hola vvs hermosas.

Elizabeth se le quería ir encima a Adam JAJAJJAJAJJA.

Adam en multimedia.

Escojan cual les gusta más porque yo no pude escoger entre uno JAJAJJAJAJJA.

Es que a mi se me hace guapo un cepillo de dientes, UN CEPILLO DE DIENTES.

El papá de Bambi 🫦🫦🫦.

Creo que tengo que ir al psicólogo JAJAJJAJAJJAJKAJHAJA.

La típica villana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora