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Los días en la pequeña ciudad transcurrían con calma para Noeul y Seojun. Habían construido una rutina estable y tranquila. Las mañanas comenzaban con risas, preparando el desayuno juntos, y las tardes terminaban con historias antes de dormir. Seojun ya no era el pequeño niño de antes; había crecido mucho en estos últimos años y, con cada día que pasaba, Noeul se sentía más agradecido de ver a su hijo feliz.Era un lunes común. Noeul dejó a Seojun en la escuela y luego fue a trabajar. Al terminar la jornada, se reunió con algunos amigos para un café. Hablaban sobre lo felices que se sentían en su nuevo hogar, y Noeul sentía que finalmente había dejado atrás su pasado. La paz que había encontrado era algo que jamás pensó posible después de todo lo que había vivido.Por la noche, Seojun y Noeul se sentaron a cenar. Durante la comida, Seojun mencionó algo que dejó a Noeul pensando.

Seojun: "Papá, ¿crees que algún día volvamos a ver a alguien que conocimos antes?"

Noeul: -sorprendido- "¿Por qué lo preguntas, Seojun?"

Seojun: "No sé... a veces me pregunto si la gente que dejamos atrás también piensa en nosotros."

Noeul se quedó en silencio un momento, tratando de encontrar las palabras correctas.

Noeul: "Lo importante es que estamos aquí ahora y somos felices. Lo que dejamos atrás es mejor mantenerlo en el pasado."

Seojun: "Tienes razón, papá. Estoy feliz aquí contigo."

Esas palabras aliviaron a Noeul. Cada día se esforzaba por mantener la estabilidad y la felicidad que habían conseguido, alejado de los fantasmas de su pasado. Sin embargo, una pequeña inquietud se formó en su mente. Había algo en la forma en que Seojun había planteado la pregunta que no podía ignorar.Los días siguientes siguieron su curso habitual, con Noeul y Seojun disfrutando de su tiempo juntos. Sin embargo, en la mente de Noeul, una duda comenzó a crecer. Algo le decía que la tranquilidad que tanto habían disfrutado podría no durar para siempre.

...

días despues---

Los días continuaron tranquilos, pero la inquietud en el corazón de Noeul crecía. Aunque trataba de enfocarse en su vida diaria, las palabras de Seojun seguían resonando en su mente. Había algo en ellas que le recordaba que el pasado no siempre se queda donde debería.Una tarde, mientras Noeul estaba en la tienda comprando algunas cosas para la casa, su teléfono sonó. Era un número desconocido. Dudó un momento antes de responder, y al otro lado de la línea escuchó una voz que no había oído en años.

"Noeul... soy yo, Khao."

El corazón de Noeul se detuvo por un instante. Khao había sido una de las pocas personas en las que había confiado en su vida anterior, pero escuchar su voz después de tanto tiempo lo llenó de una mezcla de emociones.

Noeul: "Khao... ¿qué haces llamándome después de todo este tiempo?"

Khao: "Noeul, lo siento mucho. Sé que te prometí que no te molestaría, pero hay algo que debes saber."

El tono de Khao era serio, y Noeul sintió un nudo formarse en su estómago.

Khao: "Boss...''

Emergencia Emocional 2: Cicatrices Del Pasado y ¿Perdón?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora