Emergencia Emocional 2: Cicatrices Del Pasado y ¿Perdón?

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La tensión en la habitación era palpable mientras Boss y Noeul se miraban en silencio. Boss, con la mandíbula apretada, caminaba lentamente hacia él, su mirada oscura.

-¿Cómo pudiste alejarme de Seojun? -dijo, su voz baja pero cargada de ira-. ¡Soy su padre, Noeul!

Noeul retrocedió, intentando mantener la calma. Sabía que esta confrontación llegaría.

-Lo hice por él, Boss. No estabas bien... no estabas en control.

Boss golpeó la pared con fuerza, el eco resonando en la habitación.

-¡No puedes tomar esas decisiones solo!

-¡Tú tampoco estabas pensando en nosotros! -replicó Noeul, con lágrimas en los ojos-. Te amo, pero ambos necesitamos sanar antes de volver a ser una familia.

Boss lo miró, su furia disminuyendo, reemplazada por una tristeza profunda.

-Solo quiero intentarlo de nuevo -dijo, con la voz rota-. No quiero perderte.

Noeul lo miró, también herido, pero dispuesto a intentarlo.

-Podemos hacerlo -susurró-, pero despacio... desde el principio.

Ambos se miraron en silencio, sabiendo que el camino sería largo, pero necesario.

Boss, embargado por la pasión y el deseo, se tomó el control del momento. Con una mano, tomó el cuello de Noeul y lo levantó, haciendo que este se pusiera de puntillas para enfrentarlo directamente. Con la otra mano, desabotonó y abrió la camisa de Noeul, exponiendo su pecho firme.

-No hables más, amor mío -susurró Boss contra los labios de Noeul-. Necesito sentirte.

Sin esperar respuesta, Boss capturó la boca de Noeul en un beso apasionado y hambriento, invadiendo su espacio con su lengua. Noeul gimió de placer ante la invasión, empujando su lengua contra la de Boss.
Mientras besaban con frenesí, Boss guió una mano por el abdomen plano de Noeul y bajó hasta el cinto. Con un rápido movimiento, deshizo la cremallera de los pantalones de Noeul y los bajó hasta los tobillos, revelando sus bragas rosadas.

Boss introdujo su mano en el interior de las bragas de Noeul y acarició su piel suave, saboreando el calor y la humedad que emanaba de su amigo. Noeul gimió de placer, preso del arrebato sexual. Sin pérdida de tiempo, Boss deslizó su mano aún más abajo, ubicando el orificio anal de Noeul. Con un susurro, introdujo un dedo en el hueco, encontrando la resistencia en la que se había enfrentado días atrás.

-Esto es solo el principio, amor- pensó Boss con una sonrisa malvada.

Boss movió lentamente su dedo en el interior del ano de Noeul, explorando y calentándolo. Noeul gimió rítmicamente, su cabeza caída en la espalda mientras se retorcía de placer bajo los toques de Boss. Después de varios minutos, Boss retiró su dedo y lo llevó a los labios de Noeul, donde lo besó suavemente antes de meterlo de nuevo en su boca. Noeul lo aceptó, rodeando con su lengua el dedo de Boss y lamiéndolo con avidez.

-Mmh, ¿quieres esto, amor? ¿Quieres que te tome aquí?- preguntó Boss en un susurro obsceno, mordiendo su propio labio inferior antes de retirar el dedo de la boca de Noeul.

-No, Boss, por favor-suplicó Noeul, aunque su voz denotaba un deseo implacable.-No es así como quiero que me toques en primer lugar.

Noeul miró a Boss con ojos suplicantes, tratando de comunicar su deseo de detener la situación. Sin embargo, Boss estaba resuelto a continuar y no tomó en cuenta las súplicas de Noeul. Con una caricia suave en el cabello de su amante, Boss lo guio para que se sentara en el borde del colchón. Noeul se sentó obedientemente, pero se negó a mirar a Boss, intentando así escapar de la situación. Sin embargo, Boss lo tomó entre sus brazos y lo besó con ternura, esperando que el beso lo convirtiera en razón y lo hiciese cambiar de opinión.