Alas de fuego (fanfic saga Empireo "alas de sangre")

Capitulo 1

¡Qué emocionante empezar el primer capítulo! Sé que puede que no sea el mejor libro del mundo, pero estoy llena de ganas de sumergirme en la historia de "Alas de sangre" a través de los ojos de Isadora. Explorar su perspectiva es una oportunidad única, y estoy ansiosa por ver a dónde me llevará esta aventura.

El primer rayo de sol se filtraba a través de las cortinas de la habitación compartida, iluminando las paredes de piedra con un resplandor dorado. Isadora Sorrengail despertó con el corazón acelerado, su mente abrumada por la preocupación. Hoy era el día del reclutamiento, el momento decisivo que había estado esperando con ansias y temores. Miró a su hermana melliza, Violet, que yacía en la cama del lado, aún envuelta en el sueño profundo.

A pesar del ambiente tranquilo de la mañana, la ansiedad de Isadora era palpable. Su preocupación no era solo por el hecho de que ambas tendrían que enfrentarse a una serie de pruebas cruciales, sino por el cambio inesperado en sus planes de vida. Hace meses, su madre había anunciado que ambas serían asignadas al Cuadrante de Jinetes, a pesar de que se habían preparado durante toda su vida para el Cuadrante de Escribas.

Isadora se sentó en el borde de la cama, mirando a Violet con una mezcla de afecto y angustia. Sabía que los últimos seis meses de entrenamiento habían sido breves y exigentes. Ella misma había demostrado ser fuerte y ágil, superando las expectativas en cada prueba. Pero Violet... Violet había mostrado una fragilidad que no podía ignorar.

-Violet, despierta -murmuró Isadora, tocando suavemente el hombro de su hermana. La preocupación se reflejaba en su voz-. Es hora de levantarse.

Violet se movió lentamente, abriendo los ojos con dificultad. Su expresión somnolienta se transformó en una mirada confusa al ver a Isadora preparándose con tanta determinación.

-¿Qué hora es? -preguntó Violet, frotándose los ojos.

-Es el día del reclutamiento -respondió Isadora-. Tenemos que estar listas para lo que venga.

A pesar de su esfuerzo por mantener la calma, Isadora no pudo evitar sentir el peso de la responsabilidad. El cambio en sus asignaciones había dejado a Violet en una posición desventajosa. La fragilidad que había notado en su hermana durante el entrenamiento no podía ser ignorada, y temía que no estuviera preparada para el desafío que se avecinaba.

Ambas se vistieron rápidamente, y mientras Isadora ayudaba a Violet a ajustarse la armadura, sus pensamientos giraban en torno a la disparidad entre ellas. La imagen de Violet, luchando por mantener el ritmo en el entrenamiento, contrastaba fuertemente con su propia destreza y confianza.

Isadora se movía con rapidez por la habitación, organizando sus pertenencias con cuidado. Sus valiosos libros, que siempre habían sido su tesoro más preciado, quedaron abandonados en una esquina de la habitación. No los necesitaría, pensó mientras ajustaba los últimos detalles de su mochila. La sintió ligera sobre sus hombros, perfectamente equilibrada.

Al volverse hacia su hermana, el corazón de Isadora se encogió. su pequeño cuerpo casi invisible bajo el peso de una mochila desproporcionadamente grande. La mochila parecía una carga enorme en comparación con su figura delicada. Isadora frunció el ceño, preocupada por cómo Violet manejaría el peso y la presión de la jornada que se avecinaba.

-¿No crees que llevas demasiadas cosas? - preguntó Isadora con preocupación.

- Son los libros que nos dio papá, -respondió Violet, ajustando la mochila sobre sus hombros.

Isadora no se molestó en responder. Sabía lo importante que eran esos libros. Su padre había fallecido meses atrás, y los libros que le había dejado eran un vínculo invaluable con él. Aunque sabía que Violet estaba cargando un peso extra, entendía que estos libros tenían un valor sentimental profundo y no podía decirle que los dejara atrás.