—Estoy sin palabras, Isadora —declara Rhiannon, sin quitarle la mirada de encima a Tara, la chica voluptuosa de cabello oscuro de Morraine, que pasa junto a nuestras camas con una sonrisa altiva en los labios. El comentario de Rhiannon está cargado de admiración y sorpresa, aunque su tono ligeramente bromista no desaparece—. Aunque no es de esperarse viniendo de una Sorrengail.
Siento el peso de sus palabras y el subtexto que siempre acompaña mi apellido. Una Sorrengail. Parece que siempre hay una expectativa, una imagen prediseñada de lo que debo ser. Rhiannon me mira con una mezcla de respeto y diversión, pero sé que detrás de esa actitud relajada, ella también me está evaluando.
—Ya basta, Rhiannon —digo entre broma, mientras me dejo caer en mi catre, tratando de relajarme tras el día caótico. Apoyo mi peso sobre la mano izquierda, y al hacerlo, siento algo bajo la almohada. Mi ceño se frunce.
Ahí hay algo.
Mis dedos rozan lo que parece ser un pequeño libro. Lo saco con cuidado y veo que es un diario, un cuaderno gastado por el tiempo. Encima tiene una nota doblada con mi nombre escrito con la letra inconfundible de Mira. Mi pecho se aprieta de inmediato.
Abro la nota con una sola mano, y mientras leo, siento cómo la emoción se arremolina en mi interior.
Isadora:
Esperé hasta leer las listas esta mañana y no estás en ellas, gracias a los Dioses. No me puedo quedar. Me necesitan en mi ala, y aunque pudiera seguir aquí, no me dejarían verte. Soborné a un escriba para que dejara esto en tu catre. Espero que sepas lo orgullosa que me siento de ser tu hermana. Brennan me escribió esto el verano antes de mi ingreso al cuadrante. Me salvó, y te puede salvar a ti también. Agregué algo de mi sabiduría ganada por aquí y por allá, pero la mayor parte es suya, y sé que él hubiera querido que tú lo tuvieras. Él te hubiera querido viva.
Me entere de lo de Violet, Bien hecho.
Te quiere,
Mira.
Mis ojos recorren las palabras, pero la voz de Mira resuena en mi cabeza, cálida y protectora. Trago saliva con dificultad, tratando de deshacer el nudo que se ha formado en mi garganta. La nota tiembla entre mis dedos mientras la dejo a un lado con cuidado, mis pensamientos girando alrededor de todo lo que esas palabras implican.
El diario de Brennan. El verano antes de su ingreso. Brennan, el hermano que habíamos perdido y que tanto admiraba. Este cuaderno era su legado, su guía, y ahora, por un golpe de suerte o por la pura voluntad de Mira, lo tengo en mis manos.
Cierro los ojos por un segundo, respirando profundamente para calmar la tormenta de emociones que me embarga. Pero, sobre todo, para recordarme a mí misma que hay esperanza en medio del caos.
Mira me dejó esto porque sabe que lo necesito. Porque sabe que hay algo más allá del destino impuesto por nuestra madre, más allá de las expectativas que nos pesan como cadenas. Mira me conoce, y me quiere viva.
Y eso es suficiente.
—¿Qué es? —pregunta Rhiannon con curiosidad, acercándose a mi lado.
Intento responder, pero las palabras se quedan atascadas en mi garganta. Respiro hondo y finalmente logro murmurar:
—Algo de mi hermano.
Mi voz apenas es un susurro mientras abro la tapa del cuaderno. El simple hecho de ver esos trazos fuertes y familiares después de tantos años hace que mi pecho se sienta pesado, como si alguien me apretara el corazón. Una ola de pena me envuelve, inesperada y dolorosa.
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Alas de fuego (fanfic saga Empireo "alas de sangre")
FanficIsadora y Violet Sorrengail, dos hermanas que crecieron preparándose para un futuro en el Cuadrante de Escribas, ven cómo sus vidas cambian drásticamente cuando su madre, una figura de autoridad implacable, decreta que ambas deben unirse al Cuadrant...