『Tomorrow is Another Day ★ Gregory & Evan』

15. La pregunta tabú

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Ahora, uno frente al otro; cara a cara y con el eco de la banda sonora glamrock sonando de fondo, debían ponerse al día.

—Desde aquí podremos planear qué hacer y a la vez tener un poco más controlados a los Glamrocks —dijo mientras se asomaba por la barandilla ubicada en un saliente de la cocina. Esta, al estar en el tercer piso, le permitía alcanzar a ver cómo Monty rondaba cerca del escenario.

Gregory aún seguía con la vista fija en el mapa, aunque parecía seguir teniendo problemas para discernir qué parte era la de arriba y qué parte era la de abajo.

—¿Hiciste todas estas rutas tú solo?

—¿Tú qué crees?

—Que te ayudó el Mapbot.

Evan puso los ojos en blanco antes de erguirse para mirar a Gregory y apoyar de nuevo su espalda sobre el metal tras él.

—En cuanto a lo que me dijiste antes... yo también tengo bastantes cosas que preguntarte.

Eso hizo que los hombros de Gregory se tensaran levemente.

—Sé por dónde van a ir esas preguntas, y muy honestamente no creo que haya punto de comparación con las mías —dijo, a la defensiva.

—¿A qué te refieres con "no hay punto de comparación"? ¿Qué es esto? ¿Una competición? —se cruzó de brazos

—¡En ningún momento dije que fuera eso!

—¡Pues lo parece-!

—¡Pues igual deberías revisar tu comprensión básica de la lengua inglesa-!

—¡O podrías bajarte dos tonos y dejar de soltar tonterías-!

«Bien, supongo que las tendré que hacer yo». Interrumpió el inicio de una acalorada rabieta. «Evan, ¿por qué saliste de Objetos Perdidos?».

—¿Me lo preguntas a mí y no a él? —dijo, casi ofendido—. ¡La loca del traje me obligó a salir! ¡Y encima es la guarda de seguridad!

—¿Qué? —El mapa se le cayó a sus pies.

«¿Vanessa?». Sonó escéptico.

—¡Sí! La vi entrar a una cabina rara —tomó el mapa que se le había caído a Gregory y señaló el cuadrado dibujado en ella—, y cuando salió iba vestida igual que la mujer que nos ha estado persiguiendo con un cuchillo media noche.

—Sabía que no debía fiarme de ella —dijo, resentido.

—Cosa que me lleva a la pregunta que empezó todo esto —señaló Evan ante el comentario de Gregory—, ¿por qué evitas a la policía? —alzó (de nuevo) una ceja, irritado.

Tanto secretismo iba a terminar llevándoles a la tumba.

—Siguiente pregunta —solicitó casualmente.

Evan entrecerró los ojos, arisco.

«Gregory...».

—Bien... —se encogió, llevando sus rodillas a su pecho. Suspiró y encaró a Evan por un momento... para luego volver a mirar al suelo—. Me escapé de casa.

El incómodo silencio que precedió a eso, hizo que levantara la mirada.

—¿Y ya está? —murmuró Evan—, ¿solo eso? —no le pareció del todo algo digno de tanto misterio porque, en primer lugar, su hermano mayor lo hacía por lo menos una vez a la semana. Además, ya se lo había dicho en Objetos Perdidos.

Gregory asintió en silencio. Su cara estaba cuidadosamente serena, sin querer ofrecer mucha más información con una expresión fuera de lugar.

«¿Y por qué escogiste venir al PizzaPlex exactamente? ¿Tus padres te hacen daño de alguna forma? Puedo contactar con servicios sociales si ese es el caso, Gregory».