Capítulo 7.

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Algunos se habían acomodado para esperar el próximo capítulo, pero vieron la pantalla brillar a los pocos minutos.

“¿Tan rápido?” – Sirzechs en verdad esperaba que pase un tiempo antes de ver su probable destino final.

“Al fin… No quería esperar”. – Dante se frotó las manos con una sonrisa, habiendo apostado con tal de ganar algo de dinero. Lady lo miró y suspiró con una sonrisa.

La pantalla mostró un lugar que hizo abrir los ojos de la Facción Bíblica.

[Cielo – Entrada al Cielo]

Gabriel, el Ángel mas bello del cielo, miraba la tierra desde el borde de una nube, con una mirada tranquila y levemente inocente.

“Por Asmodeus… ¿Cómo es posible que sean tan grandes?” – Saji miró en shock el monumental tamaño de los activos de Gabriel. Issei cayó desmayado en su lugar.

“Son más grandes que los míos…” – Akeno se miró los pechos, comparándolos con los de la Gabriel en la pantalla y en la sala… Le habían ganado.

Gabriel se ocultó el rostro con las manos, avergonzada de aparecer en pantalla. Sin embargo, había un pequeño hueco en sus dedos que le dejaba ver.

Sus ojos azules analizaban a los humanos con algo de cariño y tristeza. Cada vez que los veía, a su mente llegaba el recuerdo de Adán y Eva.

Con ello, venían recuerdos con su hermano, Naruto…

Recuerdos que ella no sabía que tenía en su mente.

“Estás jodido, anciano”. – Elohim miró profundamente a Lucifer, que sonrió divertido al claro enojo de su padre.

“Malas noticias para Elohim”. – Amaterasu acarició el cabello de Koneko, que estaba totalmente relajada al lado de la Diosa que ahora la tenía como protegida. Kuroka estaba acostada al lado de la misma, viendo la pantalla con interés.

Palabras y frases de Naruto siglos antes de su caída del cielo y, con ello, muchos problemas tanto para los ángeles, como para los caídos y los diablos.

¿Cómo sabía siquiera cuanto tiempo antes de la caída de Naruto fue?

“Mi pequeña Gabriel… algún día veras la verdadera oscuridad del universo, y encontraras esa luz entre tanta oscuridad de la que no querrás separarte jamás”.

“Me pregunto quién será esa luz… Kukuku”. – Asmodeus se rió perversamente, con una sonrisa totalmente maliciosa y pervertida. Los serafines vieron al mencionado con una mirada profunda y llena de miedo.

“No tengan miedo de que Gabriel termine con ese Lucifer. Me preocuparía más si fuese Rizevim o el Lucifer de aquí”. – El comentario de Leviatán no calmó a los serafines, ni al mismo Elohim que estaba apretando los dientes con fuerza.

Gabriel tragó saliva y se removió algo nerviosa. Griselda y Asia le frotaron la espalda suavemente, ayudando a relajar un poco sus nervios.

Sintió su corazón estremecerse y temblar por un momento. Sus ojos lagrimeaban cada vez que sentía la voz de Naruto, tan llena de tranquilidad y amabilidad, que le era imposible pensar que ese mismo hombre hoy sea lo que es.

Alguien capaz de eliminar de la existencia al mundo por el mero hecho de estar aburrido, alguien capaz de insultar a Dios, y para colmo no mostrar arrepentimiento de sus actos totalmente inmorales…

“¿Eliminaría el mundo por estar aburrido?” – Fuera del comentario incrédulo de Gasper, muchos dioses le dieron el punto a favor. Muchos estaban seguros que eliminar el mundo estando aburridos tal vez podría divertirlos un poco.

Leyendo: "Naruto Lucifer: El Ángel Más Bello de Dios".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora